La extrema derecha española no está nada cómoda con la aceptación unánime de recibir con los brazos extendidos a refugiados de guerra. El discurso institucional de Vox, pronunciado por su líder Santiago Abascal en el Congreso, es común al resto de las formaciones políticas: abrir las fronteras para acoger a los ciudadanos ucranianos que escapan del horror.

Sin embargo, la incomodidad por esta declaración orgánica es cada vez más palpable. Primero fue el portavoz del grupo parlamentario de Vox en Andalucía, Manuel Gavira, quien pidió que los refugiados, hombres, mujeres y niños, se queden en "los países más cercanos porque son culturas afines".

Gavira dijo que, en realidad, la postura de Vox es "la misma" que mantuvo con los conflictos de Afganistán y Siria, diferenciándose de Abascal, quien señaló que los ucranianos sí son refugiados de guerra. "Esta situación es distinta a la de los jóvenes varones y de origen musulmán que se han lanzado contra distintas fronteras de Europa", aclaró.

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Un contrapunto similar pasó en la Asamblea de Madrid. Vox fue la única fuerza política que vetó una declaración institucional que pretendía condenar la invasión de Ucrania por parte de Rusia. ¿La razón? El texto incluía a todas "las personas que huyen de la guerra, sea cual sea su origen o nacionalidad". La extrema derecha pretendía circunscribirlo únicamente a "los refugiados ucranianos".

"No ha sido posible porque el partido de los socios de Vladímir Putin ha intentado aprovechar las víctimas de Ucrania para que legalizáramos a los amigos manteros del señor Mbaye (diputado de Unidas Podemos) y a la inmigración ilegal que ayer asaltó las fronteras de Ceuta y Melilla", justificó la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio.

Vox fue la única fuerza política que vetó una declaración institucional que pretendía condenar la invasión de Ucrania por parte de Rusia 

"Lamentamos profundamente que no vaya a salir adelante una declaración de condena a la invasión de Putin de Ucrania. Y no sale adelante por la negativa de la extrema derecha a defender los derechos de asilo y refugio de todas las personas que huyen de la guerra", se quejó la portavoz adjunta de Podemos, Alejandra Jacinto.

Y agregó "Vox se ha negado a aceptar esto. Ha roto el consenso de todos los grupos parlamentarios. Es algo intolerable. Hablamos de ayuda humanitaria en el momento más duro para un pueblo y un país".