Ayuso eligió el libreto más cómodo y seguro para afrontar el único debate electoral en el que participará en esta campaña: tópicos nacionales (ETA, la ocupación de viviendas, la subida de impuestos, etc.) para esquivar y minimizar el bombardeo de crÃticas de las tres formaciones de izquierda (PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos) por su gestión en la Comunidad de Madrid.
Tan evidente -y previsible- fue esa estrategia que media hora de empezar el debate que se emitió por Telemadrid, su equipo de prensa filtró los ejes centrales de su intervención: "Va a resaltar que no puede ganar ETA, ni los que suben los impuestos, ni los que liberan violadores", colaron sus asesores.
Dicho y echo: la lÃder del PP tardó 50 segundos en nombrar a ETA y en aprovechar el run run nacional por la decisión de Bildu de sumar en sus listas a siete exetarras con condenas por delitos de sangre. Lo hizo con una frase distinta a la que anunciaron desde la Puerta de Sol. Omitió la "liberación de violadores" (en referencia a la ley de solo sà es sÃ, que llegó después) y agregó la frase "no pueden ganar los que entregan las casas a los okupas", otros de sus lugares comunes para atacar a Moncloa y a Pedro Sánchez.
ETA marca el pulso de la campaña 12 años después de su disolución
Ayuso fue repitiendo, sin mirar a sus contrincantes ("mÃreme alguna vez a los ojos", le espetó en varias oportunidades Mónica GarcÃa) todos sus latiguillos de campaña. Evitó entrar en el choque directo, aunque no pudo evitarlo del todo. Sobre todo cuando quedó arrinconada con las muertes en las residencias durante la pandemia y su decisión de no trasladar a los ancianos a los hospitales.
"¿Usted dio ordenes de no trasladar personas que vivÃan en la resistencia?", le preguntó Alejandra Jacinto, la candidata de Podemos. "No ha pedido perdón. Su exconsejero de PolÃticas Sociales (Alberto Reyero) la está denunciando en Tribunales. No se puede esconder más de este hechos más demencial", le achacó.
La diputada morada -que en la última parte del debate mostró una camisa con la foto del hermano de Ayuso y la frase recordada frase que le costó la Presidencia del PP a Pablo Casado- intentó entregarle el libro que escribió Reyero sobre las muertes en las residencias, lo que generó un momento de tensión en el debate. La presidenta del Ejecutivo evitó coger la publicación y pidió que su contrincante no invadiese su espacio".
"Dejen de usar la pandemia polÃticamente. Han muerto personas en todas partes, en las casas y en las residencias. Me llaman asesina por esto. Dejen de retorcer el dolor", explicó incómoda.
Tras ese altercado, Ayuso volvió a su libreto para debatir sobre vivienda, sanidad, educación y servicios públicos, temas con "evidentes déficits", según la oposición.
"La izquierda quiere empobrecernos para crear la cultura del subsidio y de la dependencia. Nosotros fomentamos la propiedad privada frente a la okupacion. Y estamos en contra del impuesto de patrimonio que nos metió Sánchez", dijo. Y siguió: "La izquierda busca la justica social para buscar una guerra de ricos y pobres".
Más: "No pienso fomentar la ocupación como lo hacen Sánchez y Bildu. Vamos a crear la Oficina Antiocupacuion. No pienso intervenir la vivienda de nadie. La vivienda es sagrada. No se puede señalar a los empresarios como la hace la ultraizquierda", resumió al hablar de su plan de vivienda.
Ayuso también elevó su punterÃa contra el gobierno nacional al hablar de educación. "Proponemos una educación libre basada en la cultura del esfuerzo. No de igualar a la baja. No una educación de ideologÃas de matemáticas se imparte con perspectiva de genero", explicó.
"Ayuso pude decir barbaridades porque como pueblo nos han dejado sin conciencia democrática"
Y siguió: "Tenemos un problemas con Sánchez. Ha ordenado descapitalizar España. Ataca a la Corona, a las instituciones y a todo aquello que nos da sentido como naciónn. Sánchez odia Madrid. Podrá a ir por todas pero no a por Madrid con los asesinos de ETA. El 28M hay que elegir entre el PP o votar a ETA" ", concluyó volviendo al latiguillo original: la banda terrorista vasca disuelta hace 12 años.
Otra de las estrategias de la presidenta de la comunidad fue asociar a Vox, su aliado de gobierno hasta hace poco, con el bloque de la izquierda a su gestión. "Ha decidido Vox que va ir contra el PP en esta campaña. Esa es su estrategia. Ahora asociar la inmigración con la delincuencia (tópico que intentó instalar RocÃo Monasterio) es una indecencia", se diferenció.
Ante esa libreto, los candidatos de la izquierda atacaron con datos y cifras a la gestión del PP. El lÃder del PSOE, Juan Lobato, apostó por la conciliación y el tono mesurado para contrarrestar las intervenciones más incisivas de Mónica GarcÃa y Jacinto. Los socialistas creen que tienen margen para ser la segunda fuerza más votada (todos descuentan una victoria de Ayuso) y liderar asà el espacio progresistas. Lobato intentó mostrar un perfil propositivo, pero se lució poco. Hasta Monasterio incomodó más a Ayuso que él.
GarcÃa y Jacinto -esta última reiterativa y algo nerviosa, sobre todo en el comienzo- no perdieron oportunidad para cuestionar cada polÃtica de Ayuso y para desmontar sus frases hechas.
Ayuso se queda con uno de cada tres votos de Vox
"Su receta es darle más azúcar a un diabético. Ojalá alguien les quiera como quiere esta presidenta a los fondos buitres. En Madrid hay 400 mil familias que después de pagar la vivienda se quedan en extrema pobreza. Es drama económico y social. Yo sà quiero regularizar los alquileres y poner un freno a los fondos buitres, a sus amigos que han vendido a devorar la Constitución", cuestionó la candidata de Más Madrid.
Monasterio, en tanto, también se aferró a los latiguillos de la ultraderecha para atacar a la izquierda y para desnudar el perfil "moderado" y "poco valiente" de Ayuso para llevar a cabo polÃticamente verdaderamente transformadoras a juicio de Vox como achicar el gasto público (reducir a la mitad los diputados de la Asamblea, por ejemplo) para repartir ese ahorro en aliviar la carga fiscal de las familias y los trabajadores.
"Unos son negacionistas de los problemas sanidad -por Ayuso- y los otros -en referencia a la izquierda- son negacionistas de la inseguridad", lanzó en una de sus intervenciones.
Lobato se entusiasma con las encuestas y sale a disputarle el rol de opositor a Mónica GarcÃa
Los debates continuarán en la recta final de la campaña. Pero ya sin Ayuso, más cómoda en un atril y en las redes sociales que en un plató "sin pingüinillo", como susurró Jacinto en una de sus evasivas más burdas.
"Sigue sosteniendo que el cambio climático es una estafa", le preguntó GarcÃa. "No me doy por aludida", respondió para no tener que hacer uso de la palabra.
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