Mariano Rajoy será interrogado el próximo lunes en el Congreso para determinar si estuvo involucrado en el espionaje al antiguo tesorero del PP, Luis Bárcenas. Este viernes adelantó que responderá a la comisión de investigación sobre la operación Kitchen, si bien dijo que "no he visto a ese señor en mi vida", en alusión a José Manuel Villarejo.

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Es que el policía retirado, que actualmente cumple su condena en prisión, fue una pieza clave para secuestrar información sensible sobre la presunta caja B de los populares, en una operación que habría sido dirigida por Jorge Fernández Díaz, exministro del Interior de Rajoy. Sin embargo, el expresidente insiste en que desconoce las acciones que involucran a un funcionario de confianza durante su gobierno.

Rajoy también se distanció de la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal, quien ayer defendió su "derecho a no declarar" ante la comisión investigadora del Congreso, tras alegar que la Audiencia Nacional ya estaba a cargo de la causa. "Si ella consideró que no debía responder, hizo muy bien. Yo voy a responder porque no tengo ningún problema en responder", dijo a la cadena Onda Cero. 

Si ella (Cospedal) consideró que no debía responder, hizo muy bien. Yo voy a responder porque no tengo ningún problema en responder

Dolores de Cospeda a su llegada a la comisión investigadora del Congreso ayer jueves. 

En tanto, Rajoy dijo que no estaba al tanto de la operación, aunque no descartó su existencia. El exmandatario aseguró que no iba a "elucubrar porque está precisamente sub iúdice, pero tengo muy serias dudas de qué es realmente lo que pasó ahí". Además, volvió a negar reuniones secretas con Villarejo y desmintió que utilizaran "intermediarios e interlocutores" en relación con la trama que investiga la justicia.

Pero para Rajoy es tan importante distanciarse del agente retirado como de la entonces secretaria general de los populares, a quien Villarejo señala, junto a su marido Ignacio López del Hierro, como la persona que financiaba la operación y con la cual mantenía un contacto fluido. Así se desprende de las anotaciones de Villarejo de 2012, aunque la Fiscalía Anticorrupción determinó que el vínculo entre el expolicía y la dirigente del PP se remonta a 2009.

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Tanto Rajoy como la actual dirección nacional del partido quieren contener el caso sobre espionaje y contabilidad paralela y, en última instancia, circunscribirlo a funcionarios puntuales. Es decir, Cospedal está librada a su suerte y a la investigación judicial. Pero la semana pasada, cuando Fernández Díaz compareció ante la comisión del Congreso, señaló que "Bárcenas no era el tesorero del Ministerio del Interior". Y sugirió que las investigaciones se extendieran a todo el PP.