Santiago Abascal está de regreso en España luego de viajar a Brasil para buscar la foto con Jair Bolsonaro. Para el lÃder de Vox la figura del presidente brasileño es clave en su proyecto de una alianza latinoamericana de ultraderecha. Y de alguna manera, Abascal quiere reforzar al mandatario, cuya influencia decayó tras la partida de Donald Trump de la Casa Blanca.
Desde Brasil, Abascal convocó a una "alianza patriótica contra el narcomunismo"
Bolsonaro también buscará un segundo mandato el próximo año, pero el expresidente Lula da Silva es el gran favorito de todas las encuestas. La vuelta de un lÃder de izquierda al gigante sudamericano serÃa una pésima noticia para la estrategia de Vox. Por eso Abascal trabajó para concretar un encuentro con la familia Bolsonaro.
Antes de subirse al avión, Abascal compartió fotos con el mandatario brasileño y con su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro. "Honor de haber recibido aquà a los amigos de VOX, el tercer partido más grande de España y de la derecha. Gracias Santiago Abascal, Hermann Tertsch y su equipo. Espero verlos pronto para que podamos hablar sobre los enemigos derrotados", escribió Eduardo en Twitter.
Ambos dicen tener una amistad basada en su proyecto común de combatir al "globalismo" y al "comunismo". De hecho, Abascal se movió por el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial del presidente, como si fuera más que un huésped, y le obsequió a Bolsonaro una camiseta de la selección de fútbol de España.
Tal como adelantó LPO, el motivo oficial de la visita de Abascal fue su participación en la cumbre "Brasil Profundo" en Várzea Grande, Mato Grosso, organizada por el Instituto Conservador-Liberal de Eduardo Bolsonaro. "Los patriotas de ambos lados del Atlántico tenemos la responsabilidad histórica de brindar a nuestros pueblos un horizonte de prosperidad", dijo allà Abascal, que pidió derrotar la "amenaza narcocomunista" que supuestamente intenta socavar "los valores supremos de la tradición, la autoridad, la jerarquÃa y la mancomunidad".
Desde allà criticó a Lula da Silva y al Grupo de Puebla, que reúne a dirigentes progresistas de América Latina y España -el expresidente José Luis RodrÃguez Zapatero y la actual vicepresidenta del PSOE Adriana Lastra-. A diferencia de otros polÃticos de extrema derecha de la región, Abascal y los Bolsonaro no se ahorran calificativos para atacar a sus adversarios.
"La izquierda no ha podido arruinar Brasil ni en España los movimientos separatistas dividirnos", aseguró el fin de semana el lÃder de Vox, cuya campaña para extender la alianza de ultraderecha comenzó en México, un paÃs clave en América Latina, y siguió por otros paÃses donde la derecha afÃn a Vox está en el gobierno o representa una fuerza considerable en el escenario polÃtico, como Colombia y Perú.
Vox refuerza su alianza con la ultraderecha latinoamericana
La diferencia con los demás paÃses de la región, más allá el peso y la influencia regional de Brasil, es que Bolsonaro es el único lÃder sudamericano que no reniega del mote de ultraderechista y que ha defendido al expresidente Donald Trump hasta último momento. Bolsonaro tampoco esconde su anticomunismo, su visión hiperconservadora, su escepticismo militante ante la pandemia y la desconfianza hacia los partidos tradicionales. Son muchas las coincidencias que lo unen a Vox.
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