Vladimir Putin tardó 48 horas en responder a la explosión del puente de Crimea, considerado un "ataque terrorista" por el Kremlin. Una lluvia de mísiles cayó este lunes por la mañana sobre el centro de Kiev dejando un saldo de ocho víctimas, según los primeros reportes oficiales, aunque la cifra puede ser "mucho más elevada", alertaron los servicios de emergencia

Se trata de uno de los ataques más feroces sobre la capital de Ucrania desde que empezó la guerra y una nueva escalada del conflicto.

"¡Hostia, put... ! Están cayendo más misiles en el centro. Esto es como la Gran Vía de Madrid. Veo sangre en los vehículos", relataba a primera hora de este lunes el periodista español Cristian Segura desde Kiev. "Hay múltiples explosiones", denunciaba en sus redes sociales el alcalde de la ciudad, Vitali Klitschko. "El centro de Kiev ha sido atacado con drones kamikazes", detallaba, en paralelo,  Anton Gerashchenko, asesor del Ministerio del Interior.

El ataque, según las autoridades ucranianas, fue uno de los tantos bombardeos que Rusia lanzó este lunes por varias ciudades del país, entre ellas Zaporiyia, Sloviansk, Leópolis, Yitomir, Dnipro y Jmelnitski.

En Kiev, los misiles alcanzaron el centro de la urbe, impactando contra la sede del Ministerio de Educación, en la zona universitaria, y un parque infantil, entre otros lugares. Uno de los proyectiles destruyó el "Arco de la amistad entre los pueblos", un emblemático puente para peatones y ciclistas.

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El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, confirmó que los ataques causaron "muertos y heridos". "Quieren borrarnos de la faz de la tierra", dijo un mensaje en la red Telegram.  "Las alarmas antiaéreas no dejan de sonar en toda Ucrania. Hay misiles cayendo. Desafortunadamente, hay muertos y heridos. Por favor, no abandonen los refugios. Cuiden de sí mismos y de sus seres queridos. Aguantemos y seamos fuertes", agregó.

El mandatario acusó a Rusia de bombardear instalaciones energéticas y objetivos civiles en Kiev y en otras localidades del país para "causar el mayor daño posible". "Quieren caos y pánico", denunció.

La primera evaluación de las autoridades de Kiev es que el el ataque con misiles alcanzó "infraestructuras críticas". "Putin es un terrorista que habla con misiles. Esta es también su respuesta a los apaciguadores que quieren hablar con él de paz", tuiteó el ministro ucranio de Exteriores, Dmitro Kuleba.

El alto representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, condenó los bombardeos y prometió más ayuda militar a Kiev: "Profundamente conmocionado por los ataques contra civiles en Kiev y en otras ciudades ucranias. Este tipo de acciones no tienen lugar en el siglo XXI. Los condeno en los términos más fuertes posibles. Nos mantendremos con Ucrania. Y la ayuda militar adicional de la UE ya está en camino".

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Los ataque se perpetuaron a horas de que comience la reunión del Consejo de Seguridad ruso, convocado de urgencia por Putin tras la explosión del puente de Kerch, el único que une la anexionada península de Crimea con Rusia. Del cónclave participarán dirigentes políticos del Kremlin y representantes de los servicios de seguridad y del ejército.

Tras el ataque, Putin acusó a Kiev de "organizar ataques terroristas" contra la planta nuclear de Kursk, el gaseoducto TurkStream y el puente de Kerch. Adelantó que Rusia no dejará estas acciones sin respuesta. "Es imposible dejar sin respuesta los crímenes del régimen de Kiev", advirtió.