
Todos los años, antes de su reunión anual en Davos (Suiza), el Foro Económico Mundial (FEM) publica su informe de Riesgos Globales, un expediente que explora algunos de los riesgos más graves que la humanidad puede enfrentar durante la próxima década.
Se trata de una encuesta de la que participan 1.500 expertos del sector empresarial, académico y gubernamental. Los efectos devastadores del cambio climático aparecen como la mayor amenaza para la economía, el bienestar de la población y la disposición de recursos naturales.
Para la mayoría de los encuestados, los riesgos medioambientales podrían llegar "a un punto sin retorno" en los próximos diez años. Los impactos de la crisis climática figuran entre los primeros cuatro riesgos globales para el período 2024-2034.
Los eventos climáticos extremos, los cambios críticos en los sistemas de la Tierra, el colapso de los ecosistemas y la falta de recursos podrían llevar al planeta, según estas voces expertas, a un escenario inhóspito y catastrófico.
Estos riesgos, dice el informe, van a llevar "nuestra capacidad de adaptación al límite". "Reflejando los resultados del año pasado, la gravedad percibida de pérdida de biodiversidad y colapso de ecosistemas empeora más que todos los riesgos".
"Primero estábamos preocupados, luego alarmados y ahora aterrorizados"
El temor de los encuestados es que el capitalismo global "no puede adaptarse" a un mundo con un aumento de 3°C respecto a la era preindustrial.
Si bien los impactos climáticos "emergen relativamente silenciosamente, sus efectos se sienten a nivel sistémico, intensificando los impactos en los alimentos, seguridad hídrica y sanitaria", se advierte.
Para los expertos en riesgos, la crisis climática desencadenará cambios en los sistemas planetarios durante la próxima década, "posiblemente sin que el mundo se de cuenta de que el punto de no retorno - el punto de intervención - ha pasado.
El temor es que los modelos climáticos, ya sean públicos o privados, no estén midiendo "los impactos no lineales" del cambio climático. El informe cita un ejemplo: la transición del Amazon hacia la sabana probablemente será causado por una combinación de impactos climáticos y ecológicos mucho antes de los 3°C de calentamiento debido a los cambios de uso del suelo y a la deforestación.
Para los analista de riesgo, hay mucha evidencia científica para pensar "efectos en cascada" tras sobrepasarse algún "punto de inflexión climático". Otro ejemplo: el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia podría provocar una afluencia de agua dulce, desestabilizando la Circulación Meridional de Inversión del Atlántico (AMOC) y creando así "condiciones que derritan a Occidente".
"La intervención (de los tomadores de decisiones globales) puede llegar demasiado tarde para evitar un cambio planetario en cascada", alerta el documento difundido por FEM.
Ante este escenario, es probable que en los próximos 10 años, muchas países no resistan a "estos cambios no lineales", lo que se puede traducir en "migraciones involuntaria, malas condiciones de salud crónicas, enfermedades infecciosas y crisis económica".
Los encuestados no son muy optimistas con los "esfuerzos de adaptación" que están haciendo los países para evitar estos impactos. "Es poco probable que los esfuerzos de adaptación contribuyan radicalmente avances en la próxima década, particularmente en las economías más vulnerables al clima", se aclara.
Hay "impactos inmediatos" que ya son palpables, como la reducción de la la productividad agrícola y la "pérdidas simultáneas" de cosechas en regiones claves para la agroalimentación mundial.
"Por ejemplo, algunos estudios sugieren que la pérdida de masa de hielo significativa de la capa de hielo de Groenlandia podría provocar sequías y pérdidas agrícolas en el región del Sahel, en el norte de África, al mismo tiempo que reduce la productividad primaria marina en el Norte Atlántico".
En el escenario internacional, "los cambios en productividad agrícola y disponibilidad de agua podría alterar los patrones y alianzas comerciales globales".
Las proyecciones científicas son tan desalentadoras que los impactos no van a poder ser contenidos ni por "soluciones de adaptación bien implementadas". Se pone otro ejemplo: el glaciar Thwaites, actualmente mantenido en su lugar por la capa de hielo de la Antártida occidental, podría deslizarse hacia el océano en los próximos 10 años, lo que podría causar un aumento del nivel del mar de entre medio y tres metros, "alterando dramáticamente las costas y sumergiendo a algunos estados insulares".
Si bien la preocupación por los impactos climáticos es generalizada entre los analistas de riesgo y los tomadores de decisiones, la encuesta refleja una "disonancia en las percepciones de urgencia".
La visión más largoplacista conlleva un riesgo no menor: "perder momentos clave de intervención"
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.