"Terminamos 2021 con lo que un analista describió como el historial económico de primer año más sólido que cualquier presidente haya tenido en los últimos 50 años. Sigamos avanzando". AsÃ, Joe Biden se vanagloriaba en su cuenta de Twitter por el crecimiento que mostró el nivel de actividad este año. Después de caer 3,5% en el 2020, la economÃa del paÃs no sólo recuperó lo perdido sino que terminarÃa trepando entre el 5% y 6%. Asà y todo, la percepción de la población con su economÃa personal dista bastante de esos números; y las últimas encuestas muestran que eso afecta directamente la imagen presidencial que está en caÃda libre.
"La economÃa que heredé hace casi un año no solo estaba en crisis, no estaba funcionando para los trabajadores. Aprobamos el Plan de Rescate Estadounidense y la Ley de Infraestructura Bipartidista para ayudar a cambiar eso. Estamos reconstruyendo nuestra economÃa de abajo hacia arriba y del medio hacia afuera, no de arriba hacia abajo", arengó el primer mandatario, sin hacer referencia al gran escollo que tiene la economÃa y por la cual, en base a los sondeos de opinión, la población no aprueba su gestión: la elevada inflación.
De hecho, el aumento de precios (que llegará este año a casi 7%, el mayor en los últimos 40 años) preocupa más que la nueva ola de COVID. Es, en definitiva, y el principal foco de atención para la población. Es por esto que según la última encuesta de CNBC, tan sólo el 37% aprueba la economÃa de Biden.
Acorralada por la inflación, la Reserva Federal acelerará la suba de tasas
La Casa Blanca, no obstante, tomó nota del malestar social por el incremento de los precios. Rápido de reflejos, y a través de la vocera Jen Psaki, los demócratas culparon a la "codicia empresarial" de todos los males. Un clásico de los demócratas que se ver reforzado por el ala más de izquierda del partido que pide algún tipo de intervención.
Pero esa idea, más allá de la retórica, no es acompañada ni siquiera por los economistas profesionales más afines a los demócratas como el Nobel Paul Krugman. "Los controles de precios muy ocasionalmente tienen su utilidad: durante la guerra, por ejemplo. También existe un argumento posible para que los controles temporales rompan una espiral de precios y salarios que persiste a pesar de una economÃa débil, aunque hacer que eso funcione es tan difÃcil que serÃa una estrategia de último recurso", sostiene.
Paul Krugman, premio Nobel de EconomÃa
"Pero no tenemos una economÃa débil; tenemos inflación porque tenemos una economÃa en auge, con cadenas de suministro que tienen problemas para mantenerse al dÃa con el auge del consumo de bienes. Y no hay indicios de una espiral de precios y salarios", explicó el columnista de The New York Times.
Krugman, que calificó de "verdaderamente estúpido" instaurar controles de precios, cree que la inflación disminuirá a medida que la demanda se vuelva menos sesgada y las cadenas de suministro se ajusten. "Los controles de precios arruinarÃan ese ajuste. No todas las malas ideas vienen de la derecha", arremetió el economista, realizando un tiro por elevación al ala izquierdista del gobierno como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez.
La comunidad latina, entre las más afectadas por la inflación de la era Biden
Más allá de la retórica de la Casa Blanca por la inflación, empezaron a tomar medidas más allá de culpar a empresarios "inescrupulosos". Instruyó a la Reserva Federal para que envié el mensaje de que se terminó la era del dinero barato. En 2022 subirá las tasas de interés, algo que continuará hasta el 2024, con el fin de domar el incremento de precios.
¿Puede Biden conjugar crecimiento económico e inflación a la baja? ¿Es todo mérito demócrata el rebote post pandemia? "Creo que es un poco complicado hacer la comparación con solamente 1 año de mandato que, además, es atÃpico por ser el primero post pandemia. Porque a Biden le ayuda la base de comparación con un 2020 que fue muy malo. Igualmente el crecimiento de este año fue una barbaridad. Pocas veces lo vamos a volver a ver en el futuro", explicó a LPO, Alberto Bernal, economista de XP Securities. Para el especialista, si bien a Biden se lo critica por la inflación y por la emisión de dinero para salir más rápido del parate que generó la pandemia, el 75% del problema inflacionario está directamente relacionado a la pandemia y los cuellos de botella entre oferta y demanda.
Pero hay un peligro: "Lo que sà puede pasar es que la gente se acostumbre a esos incrementos y la economÃa empiece a indexarse", alertó Bernal.
Nouriel Roubini, ex asesor económico de Bill Clinton
Para Nouriel Roubini, ex asesor económico de Bill Clinton, y uno de los que pronosticó la crisis de las hipotecas subprime en 2008, la determinación de los bancos internacionales se pondrá a prueba si los aumentos de las tasas provocan perturbaciones en los mercados de bonos, crédito y acciones.
"Con una acumulación tan masiva de deuda pública y privada, es posible que los mercados no sean capaces de digerir los mayores costos de los préstamos. Si hay una rabieta, los bancos centrales se encontrarÃan en una trampa de deuda y probablemente cambiarÃan de rumbo. Eso harÃa probable un cambio al alza en las expectativas de inflación, y la inflación se volverÃa endémica", alertó.
Wells Fargo, que es ni más ni menos que el cuarto mayor banco del paÃs, cree que la inflación seguirá siendo un problema aún irresuelto en el nuevo año. Si bien proyecta que el PIB real crecerá 4,4% en 2022 (después de un 5,7% en 2021), o sea a una tasa por encima de la tendencia, habrá que convivir con un desorden de precios.
"Las cadenas de suministro siguen atascadas y es probable que no vuelvan a ser normales en el corto plazo. Creemos que la inflación seguirá siendo un problema para la economÃa durante gran parte de 2022, y pronosticamos que promediará 5,3% el próximo año, lo que es marcadamente más alto que el pronóstico de consenso", remarca la entidad.
La consultora Deloitte cree que hay margen para ser relativamente optimistas con los precios para el 2022. "La evidencia de que la inflación podrÃa volverse sistémica no es muy fuerte. Tenga en cuenta que en la década de 1970, se necesitaron años (y un aumento sorprendentemente grande de los precios del petróleo) para que la inflación se integrara en las expectativas de los hogares y las empresas. Hasta ahora, no hay señales de que las expectativas de inflación a largo plazo estén aumentando", afirma.
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Sean los pronósticos más pesimistas o lo más optimistas, hay consenso en que la inflación en 2022 será menor que la del 2021. Pero las dudas acerca de si ese recorte mejorará los ingresos de la población están latentes. De hecho, hasta noviembre, los salarios perdieron contra la inflación. Según datos del Bureau of Labor Statistics, están 2% abajo en el año.
De ahà el bajo nivel de aprobación que tiene la gestión económica de Biden. "El 2022 será donde comenzamos a ver la realidad de la economÃa post confinamiento. Seguimos pensando que crecerá 3,8%, con un nivel de consumo que va a seguir incrementándose, con generación de empleo y ahorro aún alto que va a hacer que la gente siga gastando", consideró Bernal.
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