Jair Bolsonaro asumió la presidencia con un programa económico ortodoxo basado en privatizaciones y ajuste fiscal. Sin embargo, durante dos años y dos mese de gestión ese plan no pude llevarse a la práctica como su ministro de EconomÃa, Paulo Guedes, lo tenÃa pensado.
La necesidad de acuerdos polÃticos para obtener gobernabilidad y la pandemia obligó al gobierno a cambiar el timón y enfocar sus esfuerzos en contener el desborde social y retribuir favores polÃtico para sus aliados.
Los militares comenzaron a tener mayor incidencia en las decisiones económicas y avanzaron en la implementación del Auxilio de Emergencia para los afectados por la pandemia y proyectan un plan de infraestructura que genere empleo.
Esta heterodoxia económica colisionó con la mirada fiscalista del equipo económico que no mira con agrado el aumento del gasto y la ruptura del tope establecido en la Constitución. El dilema para Bolsonaro no es fácil, o avanza con un plan desarrollista cómo quieren los militates y el Centrao o mantiene la confianza de los mercados como garantiza Paulo Guedes.
Brasil: Con Petrobras, los militares ya controlan el 30 por ciento de las empresas públicas
LPO conversó con un operador en uno de los principales fondos de inversion de Brasil y brindó algunas precisiones respecto a como estaño viendo los mercados la situación actual del paÃs.
En primer lugar, planteó que "la relación del mercado con Bolsonaro no es tan cercana como al principio. El mercado tiene más desconfianza porque están viendo que Bolsonaro no esta completamente alineado con las polÃticas de Guedes".
La habilitación del aumento de gasto público via Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) es, para los fondos de inversión, una muestra de que Bolsonaro esta muy preocupado por la reelección y eso podrÃa generar un viraje "populista" de cara al 2022.
La relación del mercado con Bolsonaro no es tan cercana como al principio. El mercado tiene más desconfianza porque están viendo que Bolsonaro no esta completamente alineado con las polÃticas de Guedes
De todas aclaran que "no hay ruptura porque el mercado todavÃa ve que Bolsonaro aún puede resolver los problemas de la inflación, justamente porque podrÃa permitirle ganar las elecciones".
Para el mundo financiero la permanencia de Guedes en el gobierno es fundamental pero contemplan que su salida puede efectuarse. En en caso apuesta a la continuidad de su segundo, Roberto Campos Neto. "Si eso ocurre, el mercado no quedarÃa tan ligado al gobierno pero continuarÃa apoyando", cuentan.
Por otro lado, si como viene ocurriendo en áreas estratégicas del estado apareciera un militar al mando de la economÃa, los mercados reaccionarÃan de forma muy negativa. "Ahi comenzarÃa el divorcio", sentenciaron.
El cambio de mando en Petrobras y el Banco de Brasil también pone nerviosos a los fondos de inversión. Si bien descartan que se use las empresas para controlar los precios, como ocurrió en el gobierno de Dilma, el malestar está ligado a que Bolsonaro usa las empresas para realizar favores.
Lula adopta el papel de candidato y ya se perfila como rival de Bolsonaro
En ese sentido, esta fuente contó a LPO que Bolsonaro se enojó con el presidente del Banco de Brasil porque no financió a los blogueros bolsonaristas y, en el caso de Petrobras, además de una intento de intervenir en los precios de los combustibles, la salida del hombre de Guedes tuvo que ver con el rechazo a una partida de 50 millones de reales para Record TV, la cadena de televisión de la Iglesia Universal del Reino de Dios. "Esas cosas no gustaron ni a los actores del mercado más bolsonaristas", reveló.
Bolsonaro se enojó con el presidente del Banco de Brasil porque no financió a los blogueros bolsonaristas y, en el caso de Petrobras, además de una intento de intervenir en los precios de los combustibles, la salida del hombre de Guedes tuvo que ver con el rechazo a una partida de 50 millones de reales para Record TV.
Las elecciones también son una parte importante del análisis de situación que realizan los fondos de inversión que condicionan el apoyo a Bolsonaro a la continuidad de Guedes o "alguien de su confianza" y empieza a barajar otras opciones como el conductor televisivo, Luciano Huck, que tiene en su equipo a economistas que trabajaron con Fernando Henrique Cardoso e inclusive no descartan acercamientos con Sergio Moro y Ciro Gomes.
Lula no es una opción, al menos por ahora. "El discurso de Lula no es pro-mercado y es lógico porque sus electores piden otra cosa. Pero todos aquà lo conocen y saben que es un hombre de acuerdos. Si él termina siendo presidente, no habrá problemas de conversar con el. Tanto con el como los otros, la calve estará en el nombre del ministro de EconomÃa", reveló.
De esta manera se mueven los actores financieros, con la desconfianza a un gobierno que no termine de cumplir sus objetivos y dispuestos a dialogar con todos aquellos que formen parte de la disputa electoral. En ese diálogo, entran todos.
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