Crisis ambiental
Colombia se suma a España y pone al "decrecimiento" en su agenda política
La crisis energética y climática empieza a poner en la agenda pública internacional una premisa tabú para la política: la necesidad de "decrecer" para ajustar la producción y el consumo a los límites del planeta.

El 1 de septiembre, Colombia celebró su Congreso Nacional de Minería. La flamante ministra de Minas y Energía, Irene Vélez -en funciones desde hacía pocas semanas-, lanzó una reflexión que desconcertó a un auditorio conformado, en su mayoría, por empresarios e industriales. 

"Nosotros necesitamos exigirles también en el marco de esta geopolítica global a los otros países que comiencen a decrecer en sus modelos económicos", pidió. Y explicó: "De ese decrecimiento depende que nosotros logremos un equilibrio mayor y que los impactos del cambio climático nos afecten menos".

La frase de la ministra (40 años), una reconocida líder ambiental, desencadenó viscerales críticas por parte de la oposición. El excandidato presidencial Federico Gutiérrez dijo, por ejemplo, no entender el planteo y cuestionó el "salto al vacío sin paracaídas" del nuevo Ejecutivo colombiano. "La ministra quiere empobrecernos", replicaron, en redes, las formaciones de derecha. 

La referencia al "decrecimiento" desconcertó, también, a la agenda mediática. Los medios de comunicación tuvieron que hurgar en los debates académicos para explicar el trasfondo de la reflexión de Vélez, sin antecedentes en la política colombiana.

Izquierda Unida propone la teoría del "decrecimiento" para afrontar la crisis

Desde hace años, a espaldas de la política partidaria, científicos y ecologistas advierten que, inevitablemente, el mundo necesita una "disminución controlada y progresiva de la producción" -pilares opuestos al que se sustenta el actual modelo capitalista- para enfrentar la "crisis estructural y sistémica" ligada a los límites de los recursos energéticos del planeta.

La ministra de Minas y Energía de Colombia, Irene Vélez.

Este pensamiento económico, político y social -en auge por la aceleración del cambio climático y el impacto de la crisis energética- plantea la ruptura de uno de los principales consensos políticos globales, de derecha a izquierda: la búsqueda del crecimiento continuo.

Desde hace años, a espaldas de la política partidaria, científicos y ecologistas advierten que, inevitablemente, el mundo necesita una "disminución controlada y progresiva de la producción" -pilares opuestos al que se sustenta el actual modelo capitalista- para enfrentar la "crisis estructural y sistémica" ligada a los límites de los recursos energéticos del planeta 

La necesidad de "decrecer" está implícita en la hoja de ruta del Gobierno de Gustavo Petro. Para sacar a Colombia del "extractivismo" (frenar la exploración de carbón y petróleo, un eje de su campaña presidencial) se necesita un modelo que consuma menos bienes y energía.

"Cuando entré a estudiar mi especialización de desarrollo y medio ambiente, en la Universidad de Lovaina, lo primero que me enseñaron fue la "Teoría del decrecimiento" de Serge Latouche", tuiteó Petro días atrás con un link a un artículo titulado: "La propuesta de la teoría del decrecimiento: Seremos capaces de cambiar nuestras vidas".

"El decrecimiento es una megatendencia actual de pensamiento económico, político y social que busca una relación equilibrada entre los seres humanos y la naturaleza, bajo la idea principal de la disminución controlada y progresiva de la producción, propuestas opuestas a las aplicadas por el modelo capitalista", se lee al hacer clic.

"Decrecer no es empobrecer, es un proceso inevitable para vivir bien"

"No entiendo como en las facultades de comunicación social no se este enseñando el gran debate del mundo de hoy: la crisis climática y la creencia absurda en un modelo de crecimiento lineal en un planeta finito", agregó el presidente colombiano en otro tuit.

Cuando entrè a estudiar mi especialización de desarrollo y medio ambiente, en la Universidad de Lovaina, lo primero que me enseñaron fue la "Teoría del decrecimiento¨de Serge Latouche.Aquí dejó en que consiste: https://t.co/l5O96aE64O— Gustavo Petro (@petrogustavo) September 1, 2022 "Cuando entré a estudiar mi especialización de desarrollo y medio ambiente, en la Universidad de Lovaina, lo primero que me enseñaron fue la "Teoría del decrecimiento" de Serge Latouche", tuiteó Petro días atrás con un link a un artículo titulado: "La propuesta de la teoría del decrecimiento: Seremos capaces de cambiar nuestras vidas"."El decrecimiento es una megatendencia actual de pensamiento económico, político y social que busca una relación equilibrada entre los seres humanos y la naturaleza, bajo la idea principal de la disminución controlada y progresiva de la producción, propuestas opuestas a las aplicadas por el modelo capitalista", se lee al hacer clic."Decrecer no es empobrecer, es un proceso inevitable para vivir bien""No entiendo como en las facultades de comunicación social no se este enseñando el gran debate del mundo de hoy: la crisis climática y la creencia absurda en un modelo de crecimiento lineal en un planeta finito", agregó el presidente colombiano en otro tuit.El ministro de Consumo y líder de IU, Alberto Garzón.

España es un espejo para Colombia en lo que respecta a "decrecimiento". No solo por el fuerte debate a nivel científico y ecológico. También por ser el primer país europeo en dar esta discusión en la esfera política. Izquierda Unida, formación que integra el gobierno de coalición que preside Pedro Sánchez, rompió el tabú y puso el tema en su agenda.

En abril, el partido publicó un manifiesto titulado "Decrecer para vivir". "Necesitamos hacer una profunda reflexión sobre los límites del planeta y sus recursos, con el fin de diseñar un nuevo modelo de sociedad", rezaba el texto.

España es un espejo para Colombia en lo que respecta a "decrecimiento". No solo por el fuerte debate a nivel científico y ecológico. También por ser el primer país europeo en dar esta discusión en la esfera política

Días más tarde, el líder de IU y ministro de Consumo, Alberto Garzón, publicó un artículo de opinión titulado "Los límites del crecimiento: ecosocialismo o barbarie", para explicar por qué el "decrecimiento" es la única salida de fondo a una crisis social y económica "más estructural que coyuntural".

El artículo dio paso a la conformación de "grupos de trabajo" para empezar a trasladar esta teoría a políticas concretas. "Decrecer no es empobrecer, es un proceso inevitable para vivir bien", aclaran desde la formación.

El PSOE, partido que lleva las riendas de Moncloa, aún no se ha expresado públicamente sobre el tema. El presidente Sánchez, sin embargo, está al tanto del debate. En junio, recibió a los representantes de la Asamblea Ciudadana para el Clima, un colectivo creado por orden ministerial en el marco de la Declaración ante la Emergencia Climática y Ambiental, suscrita por el Gobierno en enero de 2020.

"Los discursos apocalípticos le están haciendo el juego a la extrema derecha" 

La necesidad de "sensibilizar sobre el concepto de decrecimiento" figuraba entre las recomendación que recibió por parte de este grupo de expertos.

 Eva García Sempere es la responsable de Ecología Federal de Izquierda Unida. 

"Es muy importante que en América Latina se empiece a hablar de decrecimiento"

Eva García Sempere es coordinadora del Área Federal de Medio Ambiente de Izquierda Unida y una voz de referencia en España en lo que respecta al debate en torno al decrecimiento. Celebra, en diálogo con LPO, que Colombia rompa también este "tabú".

"Es tremendamente importante que esta reflexión empiece a calar en otros países. A la luz de los hechos y ante una crisis ecosocial insoslayable, el mundo se empieza a dar cuenta de que tiene que vivir de otra manera. Bien lo explican Petro y su ministra: eso no implica vivir peor, implica vivir de otra manera", razona.

El decrecimiento, plantea García, no es más que el "vivir sabroso", latiguillo usado por la vicepresidenta colombiana Francia Márquez. "Hay una tendencia eurocentrista de creer que nosotros hemos sacado el debate. Realmente muchos teóricos son europeos, pero de donde debemos la necesidad de esta transición energética y ecológica que implica una reducción de consumo de materiales para poder vivir todos mejor es de América Latina", explica.

Si la palabra decrecimiento es la que genera problemas, habrá que buscar otro término. Lo importante son las medidas. Lo importante es que empezamos a vivir dentro de los límites del planeta

Los discursos de Petro y su ministra confirman que "la izquierda", a escala global, empieza a abordar el debate sin complejos: "Parecía que hablar de decrecimiento desde la izquierda era un oxímoron, porque nosotros lo que queremos es que todo el mundo viva mejor. Tiene que quedar claro que si no decrecemos, si no disminuimos los niveles de producción y consumo, vamos a vivir mucho peor".

 "El futuro que nos venden de energías renovables no es posible, por la falta de materias primas como el litio"

García avala la reflexión de Vélez respecto a que los países desarrollados son los primeros que tienen que empezar a decrecer. "No se le puede pedir el mismo esfuerzo a los países que están recién empezando a acercarse a cubrir las necesidades básicas, que a aquellos países que llevan décadas de derroches. Las sociedades opulentas no solo hemos derrochado, sino que lo hemos hecho a costa de estas otras sociedades", subraya.

La "batalla cultural y comunicativa" es, a su juico, el gran desafío que tiene el decrecentismo por delante. "Cuando hablamos de decrecimiento a la gente le surgen muchas dudas y muchos temores: "¿voy a vivir peor? ¿voy a perder mi empleo?", se preguntan. Hay un imaginario colectivo que en una sociedad en la que decrecemos vamos a vivir peor. Esto es falso". 

La tergiversación del debate, asociar "decrecimiento" con "empobrecimiento", es funcional, por ejemplo, a los intereses de la extrema derecha, denuncia la dirigente de IU. "Ya en el 2013, a uno de los jefes de la extrema derecha del Reino Unido, lo pillaron diciendo que la cuestión del cambio climático y el descenso de los combustibles fósiles iba a generar un caos que a ellos le iba a venir muy bien. Las cabezas pensantes de la extrema derecha tienen esto muy claro. Por eso es tan importante la batalla discursiva", reflexiona.

Cuando hablamos de decrecimiento a la gente le surgen muchas dudas y muchos temores: "¿voy a vivir peor? ¿voy a perder mi empleo?", se preguntan. Hay un imaginario colectivo que en una sociedad en la que decrecemos vamos a vivir peor. Esto es falso  

"El rechazo y los miedos -agrega- son lógicos. Más en este contexto tan difícil. Si la palabra decrecimiento es la que genera problemas, habrá que buscar otro término. Lo importante son las medidas. Lo importante es que empezamos a vivir dentro de los límites del planeta".

García cuenta que, desde hace meses, IU trabaja con una "hoja de ruta decrecentista" junto a sindicatos y a distintas organizaciones de la sociedad civil. Hay grupos abocados al tema energético, de residuos, de alimentación y de empleo, entre otros.

Los españoles son reacios a resignar hábitos de consumo para combatir la crisis energética 

El objetivo es trasladar "ideas concretas" a la acción de gobierno. "Estamos llevando iniciativas a las instituciones que no dicen "tenemos que decrecer". Toda medida que implique vivir dentro de los límites del planeta es, al cabo, una medida decrecentista. En IU tratamos que todas nuestras políticas tengan ese marco: el techo son los límites biofísicos del planeta".

Un ejemplo: las nuevas guías de recomendaciones nutricionales, lanzadas recientemente por el ministerio de Consumo. "Estamos hablando de una actualización que hemos hecho con criterio de sostenibilidad", explica.

"Hay un éxito discursivo del modelo capitalista de asociar el bienestar y el desarrollo únicamente al crecimiento económico. En contraposición a esto, la palabra decrecimiento confunde y da mucho vértigo. El desafío es explicar que el decrecimiento no es más que, por ejemplo, usar el transporte público para reducir el impacto ambiental de los coches", resume García.

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