Moncloa ya no esconde su giro polÃtico con el chavismo. El acercamiento entre los Ejecutivos de Pedro Sánchez y Nicolás Maduro, que empezó a tejerse en los últimos meses en medio de la reconfiguración del mapa energético mundial, quedó formalizado este martes por la noche en Nueva York: el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, se reunió con el flamante canciller de Venezuela, Carlos FarÃa.
La foto, buscada por ambas administraciones, es toda una declaración polÃtica. Se trata del primer estrechón de manos oficial en diez años. La última reunión bilateral ocurrió durante la presidencia de José Luis RodrÃguez Zapatero, cuando la afinidad con el por entonces mandatario Hugo Chávez formaba parte de la polÃtica exterior de Moncloa.
La charla entre Albares y FarÃas fue "muy productiva", según confiaron desde los equipos de ambos dirigentes. "Primer encuentro con el canciller de Venezuela para tratar nuestras relaciones bilaterales, en especial, las cuestiones energéticas de interés mutuo. América Latina, región prioritaria para España", escribió el funcionario español en su cuenta de Twitter.
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El "interés mutuo" pasa por retomar, cuanto antes, el flujo de petróleo entre ambos paÃses. El último barril de petróleo venezolano llegó a España en octubre de 2020, según los datos que ofrece la Corporación de Reservas Estratégicas (Cores). El veto de Estados Unidos hizo que España perdiese a uno de sus principales suministradores históricos, que afectó especialmente a Repsol por sus negocios con la compañÃa estatal PDVSA.
Tal como adelantó LPO, en junio, el Gobierno de Sánchez, con este interés de fondo, mandó emisarios a Venezuela para reabrir este estratégico mercado. "Tenemos petróleo tanto para España como para el resto de Europa. Pero si estos paÃses desean utilizarlo, deben pagarlo al precio que es y por adelantado", fue la respuesta de Caracas.
En paralelo, el jefe de Gobierno español empezó a suavizar su discurso contra el chavismo, crispado en el último tiempo por su respaldo a Juan Gerardo Antonio Guaidó, quien se autoproclamó presidente encargado en enero de 2019.
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En su reciente viaje a Colombia, avaló la postura conciliadora del presidente Gustavo Petro con Maduro. "España se siente cómodo en esta nueva relación de diálogo con Venezuela", explicó Moncloa durante la gira de Sánchez por Latinoamérica.
Consultado por una radio colombiana por este acercamiento a Caracas, el lÃder socialista dijo que España siempre apoyó "la reinstitucionalización democrática de Venezuela" y por una "salida a la crisis basada en el diálogo". "¿Pero para usted quién es el presidente de Venezuela?", lo acorraló el presentador.
"Es un debate que tenemos en la comunidad internacional. Muchos paÃses reconocimos a Guaidó, entre ellos España, pero hoy tenemos una dualidad que tiene que ser resuelta", respondió Sánchez sin posicionarse.
En julio, Repsol reanudó las importaciones de crudo venezolano tras una pausa de dos años forzada por las sanciones de Washington. El Departamento de Estado de Estados Unidos concedió autorizaciones a las empresas europeas en el paÃs de la OPEP.
Pero el grifo se reactivó de forma tercerizada, a través de la petrolera italiana ENI, que recibió una primera tanda de 3,6 millones de barriles de PDVSA. La mayor parte de este crudo fue entregado posteriormente por la firma italiana a Repsol, por su mayor capacidad de refinación.
"Me parece que estamos entrando en una nueva dinámica en relación con Venezuela", reconoció el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, semanas atrás durante la presentación de los resultados del segundo trimestre de la compañÃa. Y agregó: "El regreso de los cargamentos de Venezuela es una buena noticia para nuestro (negocio) de refino, ya que la calidad de esos crudos encaja perfectamente con la alta complejidad de nuestro sistema".
Como era de esperar, el nuevo vÃnculo polÃtico-comercial entre Moncloa y Caracas despertó duras crÃticas desde la principal fuerza opositora, el Partido Popular. "Mientras la ONU condenaba los crÃmenes de lesa humanidad de Maduro, Albares blanqueaba a la dictadura por petróleo", protestó la portavoz en la Comisión de Exteriores del Congreso, Valentina MartÃnez.
El eurodiputado y dirigente del PP Esteban González Pons lanzó una crÃtica similar. Cuestionó que el Gobierno anteponga "el petróleo a los derechos humanos". "¿Vamos a cerrar los ojos a cambio de petróleo? ¿Tan bajo vamos a caer?", se preguntó.
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