
Pedro Sánchez se abrochó otro triunfo en Bruselas. No tendrá el Midcat, el gasoducto que querÃa construir para que Europa gane en autonomÃa energética (y para que España puede convertirse en un polo exportador), pero tendrá un "corredor de energÃa" para interconectar la PenÃnsula Ibérica con el resto de la Unión Europea a través de un ducto que una Barcelona con Marsella.
El presidente del Gobierno llegó a un acuerdo este jueves en Bruselas con el presidente de Francia, Emmanuel Macron -reticente a darle luz verde al proyecto Midcat-, y el portugués, Antonio Costa, para construir esta otra alternativa ante la urgencia energética del continente. "Son muy buenas noticias", celebró -exultante- el lÃder socialista desde Bélgica.
El "corredor", según explicaron los tres lÃderes, permitirá transportar hidrógeno verde pero también gas durante un periodo de transición. El comprimo asumido es el de "seguir trabajando al máximo nivel en el proyecto" y dar "más concreción" en la cumbre euromediterránea que tendrá lugar los dÃas 8 y 9 en Alicante.
El acuerdo se concretó en una reunión de poco más de una hora entre los mandatarios en la sede de la Representación Permanente de Francia ante la UE, poco antes de que dé comienzo el Consejo Europeo en el que los Veintisiete tratarán de superar las diferencias sobre nuevas medidas para intervenir el mercado energético y poner techo a los altos precios del gas.
"Estamos haciendo un ejercicio de solidaridad, de compromiso solidario con el resto de Europa y esa solidaridad es consecuente con nuestra apuesta por la transición energética verde, por la transición ecológica", resumió Sánchez.
En Alicante, según confió la delegación española, se avanzará en tres cuestiones claves: "los plazos para hacer la inversión, el reparto de los costes y el volumen de recursos que habrá que implicar".
Lo que resta por definirse es qué papel jugará Alemania en este proyecto. Olaf Scholz era uno de los principales defensores del Midcat. Su ausencia en el acuerdo -no participó de la reunión- abren dudas sobre el grado de consenso de la propuesta.
Resulta difÃcil que el canciller alemán le de la espalda a este corredor energético. Es partidario de aumentar las interconexiones en toda Europa pensando no solo en la crisis actual, sino también en el medio y el largo plazo. BerlÃn tiene al gas como prioridad por lo apremiante de su situación ante el cierre del grifo ruso. Pero el abastecimiento de hidrógeno verde es central pensado en la próximas décadas.
Según los cálculos de Bruselas, España y Portugal van a producir el 20% de esta energÃa de Europa para 2030. Además, la coalición de socialdemócratas, verdes y liberales -que forman el Ejecutivo alemán- está impulsando la construcción de infraestructuras que le permitan librarse cuanto antes de la dependencia de los hidrocarburos rusos.
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