Emmanuel Macron llega a la recta final de la campaña electoral con un escándalo de fraude fiscal sobre sus espaldas. La FiscalÃa Nacional Financiera (PNF) inició este miércoles una investigación preliminar por el McKinsey-gate, como se conoce en Francia la contratación de servicios de consultorÃa externa por parte del gobierno durante la crisis sanitaria de 2020 y 2021. Y la oposición se ilusiona con desgastar la imagen del presidente a solo cuatro dÃas de la primera vuelta.
Los Republicanos, el partido gaullista que presenta a Valérie Pécresse como candidata a las elecciones de este domingo, impulsó una comisión de investigación en el Senado -donde cuenta con mayorÃa de votos- tras considerar que Macron y sus ministros han abusado de los contratos con empresas privadas para asesorar a la administración pública. Según la Cámara alta, el Ejecutivo gastó unos 893,9 millones de euros en 2021 en concepto de consultorÃa externa. En 2018 el monto era de 379,1 millones de euros.
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La justicia investiga ahora si el gobierno ha sido partÃcipe de blanqueo agravado de fraude fiscal por su vÃnculo con las consultoras. Para la candidata ultraderechista Marine Le Pen, Macron recurre a las firmas de asesorÃa porque desconfÃa de los funcionarios, quienes podrÃan desarrollar las tareas por las que se les paga a empresas como McKinsey, entre otras.
"El Estado siempre ha recurrido a empresas de consultorÃa desde principios de la década de 2000. Valérie Pécresse implementó la ley de reforma universitaria apoyándose en empresas de consultorÃa. Tanto a la derecha como a la izquierda las autoridades locales han recurrido a ellas", se defendió el ministro de Obras Públicas, Olivier Dussop. La estrategia oficial es restarle impacto mediático a la investigación y aislar a Macron del escándalo.
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Sin embargo, Macron aseguró el domingo que "no hay contrato que se apruebe en la República sin respetar las reglas de la contratación pública: licitación, transparencia, responsabilidad de los que firman". "Existe la impresión de que hay trucos, lo cual es falso. Existen normas de contratación pública", sostuvo el mandatario. El diario Le Monde señaló que varios asesores de McKinsey que participaron de la campaña de Macron en 2017 luego ocuparon cargos dentro del Ejecutivo.
El jefe del oficialismo en la Asamblea Nacional, Christophe Castaner, denunció que se trata de una "operación polÃtica" de Los Republicanos. Pero la oposición no solo apunta al Ejecutivo de Macron. La comisión de investigación del Senado asegura que McKinsey ni siquiera ha tributado en Francia en la última década, pese a que la firma estadounidense ingresó al paÃs 329 millones de euros en 2020.
McKinsey recurrió a mecanismos de optimización fiscal para evitar el pago del impuesto de sociedades, incluso cuando 5% de sus ingresos en Francia se explican por los contratos con la administración pública. Los senadores de la oposición insisten en que la "dependencia" de la administración Macron de las consultoras no es más que una estrategia del presidente para involucrar al sector privado en los asuntos públicos.
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Oxfam señaló que "McKinsey utiliza un mecanismo de optimización fiscal muy popular entre muchas multinacionales: la declaración de los ‘precios de transferencia' de sus entidades en Francia a la empresa matriz con sede en Delaware, un paraÃso fiscal". La comisión del Senado sugiere que el presidente no puede desconocer esta situación y, al impulsar los contratos, avala el comportamiento.
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- 106/04/2214:34Ojo con LePen...