Sanna Marin salió al cruce luego de la publicación de unos videos en los que se la ve bailando y cantando en una fiesta privada. "Quiero mostrar que estos cargos también los ocupa gente normal, con una vida corriente. Tengo una vida familiar, una vida laboral y tiempo libre para pasar con mis amigos", dijo la primera ministra de Finlandia, quien tuvo que someterse a una prueba de drogas. En medio del escándalo, Marin recibió el respaldo del Partido Socialdemócrata (SDP) que ella misma preside.

Marin, una joven política de 36 años que ocupa el cargo de primera ministra desde diciembre de 2019, reconoció que la afectaba la "presunción de inocencia", por lo que accedió a realizarse el test. Pero en el SDP creen que la filtración de los videos es un ataque dirigido no solo a la jefa de Gobierno sino a toda la formación. Lo cierto es que Marin viene siendo señalada por sus apariciones públicas, desde la marcha del orgullo gay hasta el célebre festival local Ruisrock.

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Los videos reflotaron el debate sobre el doble estándar entre varones y mujeres, la misoginia persistente dentro de la política y el uso que hace la oposición para desgastar a la joven líder progresista. Los pedidos para que Marin se sometiese a un test de drogas provinieron de figuras opositoras. "No tomé drogas", dijo la primera ministra en su defensa, pese a que describió la fiesta como "salvaje". Marin estaba defendiendo el derecho a pasar un buen rato. En el SDP lo entienden así y niegan los paralelismos con el partygate del británico Boris Johnson.

Marin llegando a la conferencia de prensa en la residencia oficial de la primera ministra, este viernes en Helsinki.

Europa Press

Aquello fue ilegal porque ocurrió en plena vigencia de las restricciones por cuarentena. En el oficialismo el apoyo es total: los socialdemócratas dependen de la popularidad de Marin, que suele frecuentar eventos públicos. Nadie cuestiona las imágenes publicadas, pero como informa el diario finlandés Helsingin Sanomat, el temor es que aparezcan nuevos videos que exhiban comportamientos ilícitos. La primera ministra prometió blindarse para evitar una crisis política en un momento inoportuno. 

Finlandia es uno de los países de la UE que promueve suspender el visado a ciudadanos rusos en territorio comunitario. Ayer jueves las autoridades finlandesas denunciaron que dos aviones de combate ruso sobrevolaron el espacio aéreo nacional

El país apuró el ingreso a la OTAN por la invasión rusa a Ucrania y desde entonces Moscú amenaza a Helsinki en términos militares y con campañas de desinformación. "Sí, tenemos que estar preparados para una amplia variedad de influencias. Me gusta pensar que los finlandeses tienen resiliencia", respondió Marin ante la pregunta sobre una posible intervención de Rusia. La semana pasada se reveló la broma que le jugaron dos humoristas rusos pro Kremlin al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.

Finlandia es uno de los países de la UE que promueve suspender el visado a ciudadanos rusos en territorio comunitario. Ayer jueves las autoridades finlandesas denunciaron que dos aviones de combate ruso sobrevolaron el espacio aéreo nacional. "Nuestro ejército y las autoridades fronterizas son tan competentes que saben si los representantes de una potencia extranjera se están agrupando en la frontera. Nuestro país no está en una situación tan débil como para no saber de antemano si alguien se acerca a la frontera", afirmó Marin.

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Hanna Smith, directora de investigación del Hybrid Expertise Center, aseguró a la cadena Yle que era "bastante descabellado si se piensa que este video pone en peligro la seguridad nacional". Sin embargo, admitió que "Rusia está explotando (los videos) sin piedad y agregando su propia interpretación". El experto en seguridad de la información Benjamin Särkä dijo al mismo medio que el escándalo "debilitará la situación personal y profesional de Sanna Marini o la imagen pública de Finlandia en el mundo". "Los rusos son muy buenos en eso. No están directamente detrás, pero lo aprovecharán", apuntó.

Para Marin se trata del escrutinio de su vida privada, la necesidad de responder si había tomado alcohol o algún tipo de droga ilegal, e incluso si ha cumplido con las obligaciones de su cargo. La primera ministra mantiene unido al partido y confía en capear la crisis de los videos con su gestión y las medidas que ha adoptado su gobierno para resguardar a los finlandeses de la carestía energética que se avecina en Europa y la disparada de la inflación.