Viktor Orbán logró validar su proyecto polÃtico en las elecciones de este domingo, luego de que Fidesz se hiciera con 135 bancas de un total de 199 que tiene el Parlamento de HungrÃa. Pero el triunfo del primer ministro ultranacionalista es también un mensaje para la UE. Su estrategia de equidistancia en la guerra en Ucrania, que la oposición intentó equiparar con una postura prorrusa, recibió el aval del 53% de los votantes, pese a que las encuestas auguraban una competencia más ajustada.
Orbán enfrenta a una alianza opositora que lucha por sacarlo del poder tras 12 años
Los partidos de la coalición opositora Unidos por HungrÃa obtuvieron un resultado muy por debajo del esperado: el 35% de los votos y tan solo 56 escaños. Era la primera vez en más de una década que socialistas, liberales, ambientalistas y los neofascistas de Jobbik cerraban filas detrás de un candidato de consenso, el economista Péter Márki-Zay. En tanto, la ultraderecha de Nuestra Patria, un desprendimiento de Jobbik, ganó siete bancas en el Parlamento.
Orbán ganó impulso en el último tramo de la campaña. Cuando Márki-Zay prometió mejorar las relaciones con Bruselas y apoyar al presidente ucraniano Volodimir Zelenski, el primer ministro lo acusó de querer arrastrar a HungrÃa a la guerra y poner en riesgo la estabilidad económica. Es que Orbán justificó su rechazo a las sanciones contra el sector energético ruso por la fuerte dependencia húngara del gas proveniente de Rusia. A diferencia de la oposición, afirmó el premier, el gobierno de Fidesz cuidarÃa el bolsillo de los húngaros.
Este lunes Orbán recibió el saludo de Vladimir Putin, uno de los más entusiasmados con el triunfo. El presidente ruso pidió "desarrollar aún más la relación bilateral" con su principal aliado dentro de la UE pese a "la compleja situación internacional". Pero el entusiasmo no era el mismo en la Comisión Europea. "Hemos conseguido una victoria tan grande que se puede ver desde la luna, pero seguro que también se puede ver desde Bruselas", lazó Orbán tras conocerse los números iniciales de la votación. El portavoz de la Comisión, Stefan De Keersmaecker, evitó hacer comentarios al respecto.
En Bruselas al menos se conformaron con el fracaso del referéndum que buscaba legitimar la legislación anti LGTBI promovida por Fidesz.
Más del 90% respaldó las leyes ultraconservadoras del premier, aunque los votos válidos apenas superaron el 44% de participación, cuando se necesitaba más de la mitad. Esta consulta era un desafÃo abierto a la UE, que recientemente resolvió retener los fondos europeos a Budapest a menos que reconsidere la legislación que persigue a la diversidad sexual.
Pero Orbán seguirá invicto como el lÃder del UE con más tiempo en funciones y ahora con una supermayorÃa parlamentaria que le garantiza los votos suficientes para llevar adelante reformas profundas sin la obstrucción de los partidos opositores. En este cuarto mandato podrá avanzar en su "democracia iliberal", aunque todavÃa es una incógnita si recompondrá el vÃnculo con sus aliados de Visegrado y compensa asà el creciente aislamiento internacional.
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Fidesz, es Vox, y todos en visigrado
Que no este a favor de la avanzada islamica y africana en europa que destruye milenarias culturas, n osignifica que sea aliado de putete
Es mas, el 90% de los hungaros odia a los rusos, por la masacre del 56