Rusia se está preparando para la segunda fase de la invasión a Ucrania. Ese plan requiere una mayor penetración en las ciudades ucranianas y por ello Moscú recurre a mercenarios sirios especializados en combate urbano. Así lo aseguran funcionarios estadounidenses, según The Wall Street Journal. El rol de estos combatientes sería clave en la toma de Kiev.

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La publicación explica que "se desconoce el número de combatientes que han sido reclutados", pero destaca que "algunos de ellos ya están en Rusia preparándose para entrar en el conflicto". La información coincide con las declaraciones del Ejército de Ucrania acerca del avance de las tropas rusas sobre Bucha e Irpin, en los alrededores de la capital.

Moscú les habría ofrecido entre 200 y 300 dólares para trasladarse a Ucrania y permanecer allí por seis meses. Una vez en suelo ucraniano, se unirían a los comandos chechenos que también se sumaron a la guerra desatada por Vladimir Putin. La incorporación de los mercenarios sirios es un paso adelante en la internacionalización del conflicto, como justamente sucedió en el país árabe. 

La incorporación de los mercenarios sirios es un paso adelante en la internacionalización del conflicto, como justamente sucedió en el país árabe

Los soldados rusos no están familiarizados con tácticas de guerrilla urbana y la participación de los combatientes sirios busca salvar ese obstáculo en el asalto final a Kiev. Moscú ya recurrió a esta estrategia en Siria, cuando desembarcó con el Grupo Wagner, una milicia paramilitar privada, pero con nexos directos con el Kremlin, que fue señalado también por intentar asesinar al presidente Volodimir Zelenski.

Soldados del ejército de Ucrania.

Telam

El ministro ucraniano de Defensa, Oleksiy Reznikov, aseguró que las tropas rusas preparan nuevos ataques contra Kiev, Járkov, Chernigov y Nikolaev. Por su parte, Zelenski advirtió que Rusia "se preparaba para bombardear Odesa", lo cual calificó de "un crimen histórico". Fuentes militares de Ucrania aseguran que Moscú lanzó un ataque con misiles "desde el mar" en la localidad de Tuzla, en Odesa, que tiene salida al Mar Negro.

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Reznikov declaró este lunes que unos 140.000 ucranianos regresaron desde el exterior, presumiblemente para unirse a la resistencia, mientras que más de 20.000 extranjeros se anotaron para asistir al Ejército ucraniano.