En Moscú no terminan de asimilar el asesinato de Daria Dugina, la hija del teórico proimperialista Alexander Dugin, aunque el Kremlin ya determinó que Ucrania está detrás del atentado. El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) señaló a la ciudadana ucraniana Natalia Vovk como autora material del crimen, enviada por Kiev, si bien el gobierno de Volodimir Zelenski se despegó del ataque desde el primer momento. Culpar a Ucrania fue un acto reflejo de quienes respaldan la invasión ordenada por Vladimir Putin.

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Putin describió la muerte de Dugina como "un crimen despreciable" y a la víctima como una mujer "dotada de un corazón verdaderamente ruso". Dugina, que manejaba el Toyota Land Cruiser Prado que pertenecía a su padre al momento de la explosión, era una ideóloga y propagandista que escupía odio contra los ucranianos, en línea con el jefe del clan, que en 2014 exigió al presidente la ocupación total de Ucrania y "el genocidio de los cretinos", en referencia a los ucranianos que rechazaban la incursión rusa.

Dugin se había convertido en una referencia obligada para el renacido ultranacionalismo ruso que se instauró como política de Estado con el ascenso de Putin en los 2000. Su concepción de una Rusia expansionista por definición y capaz de dominar el mundo euroasiático -la aversión a Occidente y los valores liberales está en el corazón del pensamiento de Dugin-, permeó en los factores de poder dentro de Rusia, pero cayó en desgracia por su insistencia en una guerra absoluta en 2014. 

La joven de 29 años también promovía una alianza estratégica con la extrema derecha europea y era una admiradora confesa de la política francesa Marine Le Pen, quien financió sus campañas con dinero ruso

Dugina, por el contrario, se había instalado como comentarista en los medios de comunicación rusos y tenía preparado un libro, Z -en referencia a la letra que simboliza la invasión-, en el que justificaba las acciones rusas en territorio ucraniano y que se publicará de forma póstuma. La joven de 29 años también promovía una alianza estratégica con la extrema derecha europea y era una admiradora confesa de la política francesa Marine Le Pen, quien financió sus campañas con dinero ruso.

Alexander Dugin junto a su hija, Daria Dugina. 

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"Mi interpretación inicial es que esto es una política o vinculada con las mafias que operan dentro de Rusia. También podría haber sido armado por parte de un servicio de inteligencia extranjero. Lo más conveniente para los rusos es decir que fueron los ucranianos, y así poder seguir justificando sus acciones, aunque por otro lado no es una muestra de fuerza que puedan atacar de esa forma en Moscú. Al parecer el ataque fue perpetrado con mucho nivel de profesionalismo", dice a LPO Andrei Serbin Pont, experto en Defensa y director de investigaciones de CRIES.

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El Kremlin encargó a sus voceros extraoficiales que apunten a Kiev, incluso antes de las conclusiones del FSB. El conductor de televisión Vladimir Solovyov vinculó a Vovk con el batallón neofascista ucraniano Azov después de que el líder de la autoproclamada república de Donetsk, en Ucrania, Denis Pushilin, responsabilizara a Zelenski. Margarita Simonyan, directora del canal RT, instigó ataques directos a los "centros de decisión" en Kiev. Ninguno presentó pruebas o evidencia creíble. Tampoco importa: la idea era instalar la responsabilidad ucraniana y que la característica opacidad rusa hiciera el resto. 

Lo más conveniente para los rusos es decir que fueron los ucranianos, y así poder seguir justificando sus acciones, aunque por otro lado no es una muestra de fuerza que puedan atacar de esa forma en Moscú. Al parecer el ataque fue perpetrado con mucho nivel de profesionalismo

"Si Ucrania tiene la capacidad de perpetrar un atentado así en Moscú, ¿va a atacar a un actor propagandístico como Dugin o un decisor político que influya sobre Putin?", se pregunta el especialista, para quien "si fue por una interna política o por un ajuste de cuentas vinculado con las diferentes mafias, nos alejamos de la teoría del ataque terrorista". Algunos analistas consideran que el asesinato de Dugina podría ser parte de una estrategia del Kremlin para acallar a las voces más pro bélicas que instan a Putin a una invasión total de Ucrania. Padre e hija criticaban la preparación de la guerra y el fracaso de la blitzkrieg prometida por el presidente.

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Pero el crimen podría tener el efecto contrario si se tiene en cuenta que Dugin y Dugina explotaron al máximo la retórica anti ucraniana. "Un asesinato como el de Dugina alimenta a esos sectores que dicen que no se logra avanzar: atacan todas nuestras líneas de suministro, preparan una contraofensiva, entran a territorio ruso y ahora llegaron a Moscú, entonces hay que tomar una posición más dura, que es la que pedía Dugin", explica Serbin Pont.

De hecho, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajarova, advirtió el domingo que "si se confirma el rastro ucraniano, entonces debemos hablar sobre la política de terrorismo de Estado" de Kiev, mientras que Gennady Gatilov, embajador de Rusia en la ONU, descartó la posibilidad de "contactos diplomáticos" con autoridades ucranianas para llegar a una tregua. El asesinato de la filósofa ultranacionalista puede ser vehiculizado con el objetivo de mantener la posición de los halcones rusos respecto a la guerra.

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El frente se presenta desafiante para Rusia. El sábado la sede del Estado Mayor ruso fue atacada por un dron en la península de Crimea, anexada por Moscú en 2014. La situación está estancada en el este y el sur de Ucrania, donde se concentran los combates. Las autoridades de ocupación evalúan postergar los referéndums de "unificación" con Rusia en los territorios controlados por las fuerzas rusas. Es el contexto en el que se perpetró el asesinato del sábado por la noche.

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"Ucrania no tiene las capacidades para una gran ofensiva convencional contra Rusia. pero los ataques directos en Crimea con drones están haciendo reconocimiento, probando las capacidades defensivas rusas. Desde el punto de vista operacional y comunicacional y político es un golpe duro para Rusia. El asesinato atribuido a Ucrania abre paso ahora a acciones más duras por parte de Putin, como una movilización nacional, que tiene sus limitaciones técnicas, o el empleo de armas nucleares tácticas para defender a Crimea o los territorios ocupados", destaca Serbin Pont.

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El riesgo de una radicalización radica en el uso de armas nucleares. "Ambos lados desarrollaron las armas nucleares tácticas, que se emplean en el campo de batalla contra objetivos militares de valor operacional, y las estratégicas, contra las grandes ciudades y enclaves políticos del enemigo. Pero si se usan armas tácticas se puede responder con armas nucleares estratégicas. No habría diferencia entre tácticas y estratégicas porque en términos de discusión pública, un arma nuclear no deja de ser un arma nuclear. El peligro es cómo se interpreta el empleo de un arma nuclear táctica. Un arma nuclear táctica es igual de catalizadora de una fuera mundial igual que si se trata de un arma nuclear estratégica", afirma.

El FSB aparentemente encontró rápido a la autora del crimen. Los escépticos se preguntan por qué Daria y, sobre todo, por qué manejaba el auto de su padre. ¿Quién era el blanco real del ataque? Mientras, a Putin le sirve para reforzar la invasión o purgar los círculos más críticos con el desarrollo de la guerra. El asesinato de Dugina es tan intrigante como sus posibles consecuencias.