
Las materias primas crÃticas son cruciales para la economÃa europea. La "revolución verde" que pretende Bruselas para descarbonizar sus economÃas, un reto energético y climático de primer orden, depende, en gran medida, de un conjunto reducido de minerales.
El "acceso fiable y sin trabas" al cobre, litio, nÃquel, entre otros, es una preocupación creciente dentro de la UE. "Depende el futuro de nuestras economÃas", resumen muchos comisarios europeos cuando se habla en privado de esta (oculta) problemática.
Estos minerales, por ejemplo, son insustituibles en paneles solares, turbinas eólicas, vehÃculos eléctricos e iluminación de bajo consumo. Misma dependencia tienen la mayorÃa de los componentes digitales.
La UE suele citar el mismo ejemplo en sus documentos oficiales: un teléfono inteligente puede contener hasta 50 tipos diferentes de metales, todos los cuales contribuyen a su pequeño tamaño, peso ligero y funcionalidad.
La Comisión Europea asegura que su plan de acción para "garantizar un suministro sostenible" va por buen camino, pero admite que "el contexto actual de creciente demanda global y creciente inestabilidad geopolÃtica crea la necesidad de mayores esfuerzos".
El "esfuerzo extra" se traduce en una medida que Ursula von der Leyen quiere tener aprobada en el primer trimestre de 2023: una Ley Europea de Materias Primas CrÃticas.
El objetivo de la nueva normativa es poder "reforzar las capacidades de seguimiento de la UE y fortalecer la cadena de valor". ¿Cómo? Identificando, en detalle, todos los recursos minerales que pueden ser de "interés estratégico" para el bloque.
"Actualmente, la UE depende en gran medida de fuentes de suministro concentradas de unos pocos terceros paÃses para una serie de materias primas crÃticas. Según las proyecciones actuales, la demanda mundial de algunas materias primas crÃticas, como las tierras raras y el litio, pronto superará la oferta mundial", reconoce la CE en el borrador de su proyecto.
Y agrega: "La UE carece hoy de las herramientas para minimizar los riesgos de suministro estructurales resultantes que podrÃan afectar la capacidad de la UE para lograr las transiciones verde y digital".
Bruselas reconoce que en caso de no aumentar y diversificar este suministro, las importaciones de estos minerales no "serán suficientes para satisfacer la demanda futura".
No solo eso: explica que ante la "ausencia de una acción de la UE para asegurar el suministro de materias primas crÃticas", es probable que los Estados miembros tomen medidas aisladas para mitigar los riesgos de suministro.
"Un enfoque fragmentado podrÃa generar obstáculos a la libre circulación de mercancÃas en el mercado único y es poco probable que sea adecuado para satisfacer las necesidades de las cadenas de suministro estrechamente interrelacionadas dentro del mercado interior", se lee en el borrador.
Por lo pronto, el documento está en la etapa de "consulta pública", plazo que se abrió el 30 de septiembre y que vence este viernes (25 noviembre). Los "aportes civiles" superan el centenar.
Muchas de las crÃticas y mejoras son de empresas, ciudadanos, ONGs e instituciones públicas de España. La minerÃa asoma como un foco de tensión social entre los territorios, las grandes multinacionales y las administraciones.
LPO adelantó que hay más de 500 licencias concedidas para explotar estos minerales. El interés de una multinacional australiana de abrir en Cáceres una mina de litio a dos kilómetros del casco histórico de la ciudad es solo un ejemplo de una conflictividad que, casi con seguridad, aumentará en los próximos años.
Muchos comentarios a la nueva ley coinciden en la necesidad de profundizar dos conceptos estratégicos: el de la "circularidad" (el reciclaje) y el del "decrecimiento": una reducción importante de la demanda de energÃa en sintonÃa con los lÃmites fÃsicos del planeta.
Ecologistas en Acción, por ejemplo, una confederación de más de 300 grupos ecologistas distribuidos por pueblos y ciudades de toda España, denuncia que la nueva legislación pretende "abrir la puerta a la financiación pública de la minerÃa especulativa".
Se corre el riesgo -entiende este colectivo- "de traspasar miles de millones de euros (financiación de la UE) a operadores especulativos": "AsÃ, los fondos de la UE pueden acabar por convertirse en el objetivo principal de muchos operadores especulativos, siguiendo el patrón habitual que, tras la quiebra, sólo deja tras de sà legados medioambientales tóxicos y deuda pública".
Al tener la minerÃa capacidad de sobra para financiarse a sà misma, Ecologista en Acción pide que "los proyectos estratégicos deberÃan servir sólo a las iniciativas de recuperación de metales secundarios que sufren la competencia desleal sistémica de los metales primarios".
"La minerÃa solo deberÃa ser considerada una opción después de que se hayan agotado todas las opciones de abastecimiento de metales secundarios y de sustitución de materiales. Por ejemplo, la demanda de tierras raras de la UE puede satisfacerse totalmente mediante el reprocesamiento de depósitos de residuos mineros abandonados", explica esta organización.
También se pide que la nueva ley influya "activamente en la demanda" para priorizar su "reducción, suficiencia y circularidad" sobre la extracción de recursos primarios. Una medida en esta vÃa: el apoyo financiero a la investigación y la innovación sobre el reciclaje y las tecnologÃas de recuperación de materiales.
El Instituto Geológico y Minero de España (CSIC) también dejó su aporte. Aconseja elaborar "inventarios de recursos de materias primas minerales crÃticas para la industria nacional, con actualización permanente de los recursos y las reservas".
Pide, además, "integrar la minerÃa como una actividad esencial en la sociedad actual, que cumple con los estándares más exigentes de la legislación ambiental, cambiando la percepción actual de gran parte de la población de una actividad obsoleta y agresiva con el medio ambiente".
Su directora, Ana MarÃa Alonso Zarza, firmante del comentario, también llama a "mejorar las tasas de reciclaje de minerales para extender la vida útil de las sustancias".
El Instituto IMDEA Nanociencia, un centro interdisciplinar de investigación dedicado a la exploración de esta rama cientÃfica, señala que "el proceso de minado debe hacerse considerando el impacto ambiental y estudiando su sustentabilidad, buscando el mejor método de minerÃa cuidando los residuos y el medio ambiente".
"En segundo lugar, deben mejorarse los procesos de reutilización y reciclaje. Son varios los materiales y dispositivos tecnológicos que acaban en los vertederos, lo que provoca polución y contaminación. Además, estos dispositivos tienen en su interior algunos componentes que podrÃan ser reutilizados y/o reciclados. Por lo tanto, potenciando la reutilización y el reciclaje, podrÃamos reintroducir varios minerales crÃticos en el sector industrial", se agrega.
Otro de los aportes lo hizo El Centro de Saberes para a Sustentabilidade de Galicia, institución reconocida oficialmente por la Universidad de las Naciones Unidas. El foco en la "demanda" más que en la "oferta" vuelve a aparecer en este comentario.
La nueva ley debe "priorizar la reducción de la demanda, la suficiencia y la circularidad sobre la extracción de recursos primarios". Este objetivo tiene que ser una hoja de ruta en el próximo mandato de la Comisión Europea, pide esta organización.
Y concluye: "La propuesta de agilizar y agilizar los procedimientos de concesión de permisos es extremadamente problemática, especialmente en jurisdicciones (es decir, España) que tienen un historial de incumplimiento de los derechos de participación pública y corrupción que elude las normas o salvaguardas ambientales".
La "consulta pública" incluye también los aportes de ciudadanos de a pie, como el de Julio César Pintos Cubo, Miembro del Movimiento por el Tren Ruta de la Plata, que le pide a la UE una "necesaria reducción de la demanda de energÃa de modo que las materias primas lleguen a nuestras futuras generaciones".
"La UE no debe caer en el mismo error de fomento de la demanda energética que nos ha llevado a la situación actual de calentamiento global por exceso de emisiones de gases efecto invernadero y de agotamiento de los recursos naturales energéticos, con tasas de retorno cada vez mayores para su obtención", opina.
A su entender, el "planeta no tiene los minerales para seguir creciendo de la forma que lo hemos hecho hasta ahora". Es por ello, que la CE "debe orientarse a una necesaria reducción de la demanda global en su próximo mandato". "No basta con minar y reciclar, la reducción es la opción principal", sentencia.
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