Las protestas del sábado pasado en República Checa contra la crisis energética y el respaldo militar a Ucrania son el primer sÃntoma de descontento generalizado en Europa y un desafÃo para los gobiernos. Cerca de 70 mil personas pidieron la dimisión de Petr Fiala en la Plaza de Wenceslao en Praga, justo cuando el primer ministro ostenta la presidencia pro témpore de la UE. Los lÃderes europeos tomaron nota de esta reacción y ultiman medidas adicionales para paliar los efectos de la inflación y el deterioro del poder adquisitivo.
Desde Moscú sonrÃen con las manifestaciones de Praga y el creciente malestar por la situación económica, algo que ya habÃa advertido la ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, cuando en julio pasado pronosticó movilizaciones, al igual que la titular de Exteriores Annalena Baerbock, quien se refirió a posibles "levantamientos populares". Justamente el gobierno del canciller Olaf Scholz anunció ayer domingo un paquete de 65.000 millones de euros de cara al invierno. "Alemania superará este momento como una democracia porque somos muy fuertes económicamente y somos un Estado de bienestar", dijo.
El nuevo paquete, que incluye subsidios al transporte, exenciones impositivas para las empresas más dependientes de la energÃa y ayudas directas a los hogares más vulnerables, estudiantes y jubilados, llega después de que Rusia paralizara el suministro de gas a través del Nord Stream 1 por una "falla" en el bombeo, según el Kremlin, que apuntó a las sanciones occidentales. Scholz también prometió un impuesto a las ganancias extraordinarias de las compañÃas energéticas para compensar la suba de las facturas de luz y gas, pese a las diferencias en la coalición de gobierno. Los socialdemócratas y los verdes presionan por la iniciativa, mientras que los liberales la resisten.
Por otra parte, Martin Schirdewan, presidente del partido La Izquierda, alertó el mes pasado sobre "una enorme ola de pobreza energética que avanza hacia el paÃs" y apuntó al ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, por no querer "meterse con los grandes y poderosos". Expertos consultados por el medio local Der Spiegel aseguraron que el paquete puede frenar la caÃda de los ingresos, pero no podrá evitar la recesión. La opositora Unión Social Cristiana de Baviera lo calificó de insuficiente porque no ataca de manera directa el aumento del precio de la energÃa.
La Izquierda y los partidos de la extrema derecha anunciaron que saldrán a las calles para protestar por la situación. En ParÃs también hubieron protestas contra el presidente Emmanuel Macron y la OTAN. La guerra comienza a repercutir en la percepción social de los europeos. Jean-Luc Mélenchon, lÃder de la izquierda francesa, llamó a sus seguidores a movilizarse contra los que "prepararon un desastre", en alusión a Macron. El mandatario francés conversó este lunes con Scholz sobre cómo garantizar el abastecimiento de energÃa.
A pesar de la profundidad de la crisis y de los objetivos europeos para aumentar las reservas de gas antes del invierno, Macron descartó el proyecto de MidCat para llevar gas natural licuado desde España hacia Europa central pasando por territorio francés. "Necesitamos más interconexión eléctrica. No estoy convencido de que necesitemos más interconexión de gas, cuyas consecuencias, en particular sobre el medio ambiente, y en particular sobre el ecosistema, son más importantes", dijo tras el encuentro remoto. Mientras los gobiernos europeos no pueden asegurar la "solidaridad" entre socios, las calles ya está presionando a sus lÃderes.
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