La policÃa alemana desbarató este miércoles un intento de golpe de Estado planeado por un grupo de ultraderechistas y seguidores de teorÃas conspirativas. El operativo que terminó con la detención de 25 personas tuvo lugar en once estados del paÃs y fronteras afuera, en Austria e Italia, con 3000 agentes implicados en los arrestos y allanamientos. Según la FiscalÃa, los golpistas fallidos pertenecen a una "organización terrorista", todos ellos de nacionalidad alemana, a excepción de un ciudadano ruso.
El grupo de extremistas querÃa tomar el Reichstag, el edificio del Parlamento alemán, inspirados en el asalto al Capitolio estadounidense del 6 de enero de 2021, a través de las armas: entre los complotados hay exsoldados del Ejército, un policÃa suspendido y un integrante del Mando de Fuerzas Especiales (KSK, por sus siglas en alemán), una unidad de elite de las Fuerzas Armadas. Las autoridades informaron que un total de 52 personas serán investigadas.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, habló de "fantasÃas de derrocamiento violento e ideologÃas de conspiración", aunque no abordó un tema incómodo para el establishment alemán, es decir, la penetración de las ideas de la extrema derecha en las fuerzas de seguridad y entre los militares. La investigación también señala a Birgit Malsack-Winkemann, actual jueza de BerlÃn y exdiputada de Alternativa para Alemania (AfD), el partido de ultraderechista con presencia en el Parlamento.
La FiscalÃa apuntó al llamado Reichsbürger o Ciudadano del Reich, una suerte de organización que nuclea a quienes desconocen la legitimidad de la República Federal y sueñan con un restablecimiento del imperio alemán. Entre sus miembros destaca el aristócrata Heinrich XIII Reuss, quien se erigÃa como lÃder del régimen que impondrÃa el golpe frustrado. Los "ciudadanos del Reich" comparten las obsesiones de QAnon, el grupo conspirativo que apoyó a Donald Trump y difundió teorÃas que vinculaban a polÃticos demócratas con el abuso de menores.
Los golpistas, de acuerdo a la FiscalÃa, insistÃan en que Alemania estaba controlada por un "Estado profundo" -el Deep State al que culpa QAnon- que debÃa ser desmantelado por la fuerza con la ayuda de los ejércitos de Estados Unidos y, principalmente, Rusia. La idea no era solo derrocar al canciller Olaf Scholz -que cumple su primer año al frente del Ejecutivo-, sino acabar con las instituciones y la democracia. "Sabemos defendernos con toda severidad de los enemigos de la democracia", aclaró Faeser.
"Ciudadanos del Reich es una institución bastante extraña, una asociación cultural u organización polÃtica con cierto peso en algunos cÃrculos nostálgicos. La presencia de la extrema derecha en las fuerzas de seguridad alemanas no es algo nuevo ni exclusivo de Alemania. Esto demuestra el nivel de fuerza que tienen o creen tener este tipo de organizaciones, ya que realmente planeaban una operación impresionante, ocupando incluso el Reichstag para lo que hay que tener un nivel organizativo para plantearlo como perspectiva realista", dice a LPO Daniel Gil Iglesias, politólogo por la Universidad Complutense de Madrid.
"Queda por saber si sus esperanzas pertenecÃan a un análisis real de sus fuerzas o a una sobreestimación de las mismas. Sospecho que lo segundo", asegura el analista del sitio Political Room, quien destaca "la monitorización constante que las fuerzas de seguridad alemanas realizan sobre este asunto y su consideración como una amenaza real y seria, que es lo que les ha llevado a actuar".
La justicia podrÃa determinar que los detenidos respondan por el delito de alta traición, pero en Alemania preocupa aún más la extensión de las ideas antidemocráticas. El polÃtico socialdemócrata Boris Weirauch advirtió sobre el reclutamiento de agentes de seguridad. "Si las personas que están entrenadas para usar armas caen en entornos anticonstitucionales, es una amenaza inmediata para la seguridad pública", sostuvo. El copresidente de Los Verdes, Omid Nouripour, dijo que el complot demuestra "el enorme peligro que pueden representar los extremistas de derecha".
La Oficina para la Protección de la Constitución de Alemania estima que el número de "ciudadanos del Reich" asciende a 21000, de los cuales al menos 1150 están directamente vinculados a la extrema derecha y a actos violentos. La mayorÃa de los seguidores de esta tendencia está familiarizada con el uso de armas y convencida de que el modelo liberal y democrático no sirve al paÃs. Este tipo de discursos ganó fuerza durante las protestas anticonfinamiento en plena pandemia.
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Reichsbürger funciona más como una red y hasta una filosofÃa que como un grupo orgánico. Una organización conocida como "Patriotas Unidos" quiso secuestrar este año al ministro de Salud, Karl Lauterbach, por las restricciones en pandemia. Sus cabecillas adherÃan a los postulados de los "ciudadanos del Reich" y planeaban destruir infraestructura eléctrica de cara al invierno y en plena crisis energética para generar una guerra civil. Es apenas un caso de los muchos que amenazan a la democracia alemana.
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Tal vez haya que ser más duro desde el vamos. Así nadie lo intenta de nuevo.