De basurero a Teniente de alcalde. Jesús Santos Gimeno (40 años) ostenta un asenso social inédito: de estar sentado en un camión de residuos durante más de 20 años a gestionar, nada menos, que su municipio natal, Alcorcón, ubicado a 14 kilómetros al suroeste de la capital.
No solo eso: su salto profesional incluye más "hazañas": la dirección de la única empresa municipal del municipio -que, justamente, se encarga de la recogida de los residuos urbanos-; la coordinación de Unidas Podemos, fuerza polÃtica a la que pertenece, en la comunidad de Madrid: y un escaño en la Asamblea.
Su incursión en la polÃtica tiene mucho de vocación (el deseo de involucrarse para poder ayudar), pero mucho de fortuito: en 2014 su rostro quedó asociado a la lucha de toda una ciudad por evitar la privatización -en manos del PP- de su única empresa pública. Lideró una huelga que que dejó a Alcorcón sin recolección de residuos durante dos semanas.
La cúpula de Podemos vio en él un potencial único: sangre joven, obrero, municipalista, militante (en CGT) y combativo. Los morados lo ficharon. No se equivocaron. Sus tentáculos -una pata en los barrios, otra en el Ayuntamiento, otra en la Asamblea y otra en la Empresa de Servicios Municipales- lo diferencian del polÃtico burocrático de oficina.
¿Su gran preocupación? El inminente colapso de los vertederos en la Comunidad de Madrid. En mayo, asistió a la Asamblea vestido de basurero. "Necesitamos medidas urgentes", rogó. Su reclamo sigue vigente.
¿Por qué estamos hablando tan poco del problema de la basura? Hablamos mucho en este contexto de crisis energética y ambiental de reducir los combustibles fósiles, de avanzar en renovables y de cuidar el agua, entre otros tópicos, pero casi nada de la enorme cantidad de residuos que seguimos produciendo y metiendo bajo tierra.
Yo me pregunto lo mismo. Es un tema que me preocupa muchÃsimo, más en la Comunidad de Madrid, la que más residuos genera de toda España y la más retrasada en cuanto a sostenibilidad. Estamos generando millones de toneladas de residuos. Como no demos solución a este grave problema, Madrid va a colapsar. Ningún municipio está trabajando para la meta de residuo cero. El municipio más avanzado es Alcorcón. Y lo digo no por mera pertenencia, sino por conocimiento de causa. Y todavÃa nos queda mucho camino por recorrer. Estamos avanzando con el quinto contenedor (utilizado para la separación y recogida selectiva de la materia orgánica) y presentamos un proyecto europeo para una planta de agrocompostaje, entre otras medidas. Pero lo digo claro y sin vueltas: ahora mismo la gestión de los residuos en la Comunidad de Madrid es un problema muy serio.
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¿El problema pasa por la cantidad de residuos o por el modelo de gestión?
Por las dos cosas. Sobre todo por su atraso, por seguir enterrando los residuos como décadas atrás. En Madrid no se ha invertido en mejorar la gestión. Seguimos, literalmente, enterrando la basura. Es una auténtica barbaridad. Sobre todo en el sur, donde no se ha invertido absolutamente nada. Ahora mismo municipios como Getafe, Alcorcón, Fuenlabrada o Leganés no pueden instalar el quinto contenedor porque no hay dónde llevarlo. En Alcorcón lo vamos a poder hacer por el proyecto propio de abrir esta planta de agrocompostaje, para poder gestionar nuestro propio residuo orgánico. Madrid está incumpliendo todas las normativas europeas. No hay soluciones sobre la mesa.
¿En serio seguimos enterrando a lo bestia como décadas atrás?
Te cuento. La primera vez que entré al vertedero de Pinto fue hace 20 años. Si hoy me subiese a un camión, lo vaciarÃa de la misma forma, con los mismos residuos. Es una auténtica barbaridad. No se ha mejorado en nada con la cantidad de avances tecnológicos que tiene el sector.
Entonces ese vertedero va a colapsar en cualquier momento.
El vertedero de Pinto es como la Pedriza, pero en lugar de tierra debajo, hay basura. Es el vertedero más grande de Europa. Nos ponemos manos a la obra a trabajar para dejar de enterrar basura dando medios a los municipios desde la Comunidad de Madrid para llegar al residuo cero, como en la descentralización de las plantas y que la basura se trate a principio del proceso, o colapsamos. Necesitamos vertederos o plantas de cola, a las que llevemos una cantidad de residuo mÃnima. No como ahora que va todo en el camión directamente a enterrar. ¿Qué pasa? que hay mucho dinero en juego. El mundo de la basura mueve muchÃsimo dinero porque participan varios actores: el que gestiona los residuos, la compra de los camiones, de los contenedores. Miles y miles de millones en juego.
Las empresas privadas están cómodas con este modelo, ¿eso quieres decir?
Pues claro. Las grandes constructoras se meten cada vez más en el negocio de los servicios públicos, entre ellos la limpieza y la basura. Te doy ejemplos: una papelera vale entre 500 y 600 euros. Tenemos contenedores de 2.400. Algunos valen 6.000 euros. Un camión de la basura vale casi 250.000. En Madrid tenemos solo tres empresas públicas para 182 municipios. Las de Rivas, Getafe y Alcorcón. Es un mundo de empresas privadas. En Alcorcón, con la eficiencia que estamos mostrando, estamos amenazando al negocio privado.
¿Se necesita invertir mucho dinero para "sanear" el sistema?
Hay que invertir. Hay que ver la gestión de los residuos como una gran oportunidad, tanto en generación de empleo, como en el cuidado del planeta, nada menos. Tenemos un solo planeta. La gestión de los residuos no es un gasto, es una inversión. Madrid tiene que generar una gran industria en torno a la basura. Estas nuevas fórmulas en la gestión de los residuos las vamos a tener que asumir sà o sÃ. No es algo opcional. Lo público y lo privado tienen que convivir de una forma sostenible. Pero si lo público no es un actor principal, difÃcilmente lo privado invierta para cuidar el planeta. Lo único que buscan las empresas es maximizar la rentabilidad. Me niego a que nos sigan matando. Me niego a que mis hijos vivan en una Comunidad que entierra y quema su basura. Solo hay que replicar lo que se está haciendo en otras partes de España y de Europa. Se necesita voluntad polÃtica, claro. Y la Comunidad de Madrid la tiene solo para hacer ricos a algunos pocos.
Situación contrafáctica: mañana asumes la presidencia de la Comunidad de Madrid. ¿Qué haces en relación a la basura?
Lo primero que harÃa es reunirme con todos los ayuntamientos para establecer y coordinar las medidas principales para cambiar la gestión de los residuos. Los ayuntamientos tienen que trabajar codo a codo con la Comunidad para que el residuo que se genere sea mÃnimo e imprescindible. Significa meter el quinto contenedor. Significa que las campañas para reciclar el cartón y lo amarillo tienen que ser más agresivas. Lanzar nuevas campañas sobre los hábitos de consumo. Se puede. Yo le he dicho a Ayuso que tiene a Alcorcón para lo que haga falta en relación al reciclaje y la reutilización. Volviendo a tu pregunta: impondrÃa unos objetivos a corto plazo con todos los alcaldes. No podemos seguir esperando. No podemos dejar que a nuestros hijos los tape la mierda.
Antes mencionaste la palabra colapso. ¿Qué significa que colapse un vertedero?
Enfrentarnos a la situación de que no entre más basura en un vertedero y tener que decidir, en la urgencia, qué hacemos con la basura. ¿Sabes qué decisión se va a tomar? Quemarla. Nuestros hijos en vez de enterrar la basura la van respirar. Y esto puede pasar. El riesgo de colapso es real.
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¿Ves próximo este escenario?
Lo veo cerca, en la siguiente legislatura como mucho. O damos los pasos necesarios o esto puede pasar en el corto plazo. Lo hemos visto en Alcalá. Colapsó el vertedero y se tuvieron que ir a ValentÃn Gómez. Es una locura. Y ahora están llevando la basura de ValentÃn Gómez a Loeches. FÃjate la cantidad de dinero que se está gastando en ese traslado y la cantidad de CO2 que se está generando. Hay que decirlo claro: la basura en la Comunidad de Madrid es una bomba ecológica y económica a punto de explotar. O hacemos algo, o va a explotar. Y lo vamos a pagar los ciudadanos de a pie. Los vecinos de Vallecas, los de Alcorcón, los de Usera. Van a quemar la basura y nos las vamos a tragar nosotros, los del sur.
Das por sentado que se va a incinerar la basura ante el colapso de los vertederos.
No lo sé, pero la pregunta entonces es qué se va a hacer, cuántas opciones hay. O la vamos a llevar al Ayuntamiento de Madrid. Esa puede ser una solución. Se la llevamos al señor Almeida. O la llevamos a la Puerta del Sol y le decimos a Ayuso que no hay más lugar en los vertederos, que se la quede ella. Broma mediante, lo peor es que van a tomar malÃsimas decisiones si esto ocurriese. Ese es el miedo que tengo.
El componente desigual de la gestión de los residuos según los puntos cardinales es bastante perverso, ¿no?
Claro. Qué se lo digan a Pinto. Al final los pueblos del sur nos tragamos la basura de medio Madrid. Hablamos de abrir plantas descentralizadas. Con seguridad la Comunidad de Madrid va a querer abrirlas en el sur. El tema es que se van a encontrar con nuestra oposición. Basta de comernos la basura del norte.
¿El progresismo de Madrid entiende la gravedad del problema? La izquierda tampoco habla mucho de este tema.
Coincido. Es algo que nos deberÃa preocupar a todas las fuerzas progresistas. Desde que fui a la Asamblea con el traje de basurero se ha movido un poco el avispero, pero se habla poco ante la magnitud que tiene el problema. Es primordial en lo ambiental. Y primordial, también, porque cuesta muchÃsimo dinero a los vecinos. Vaticino que será un tema clave en la próxima legislatura.
Cuéntame sobre la planta que estáis montando en Alcorcón con conductos de microalgas.
Es un proyecto inédito para España. Llegamos un acuerdo con la Universidad de Alcalá y la del Politécnico para que en el nuevo edificio sustentable que estamos construyendo haya conductos de microalgas que servirán para aislar el edificio y para consumir CO2, lo que servirá para tener un aire más puro. También las algas van a purificar el agua que usamos, por ejemplo, para lavar los camiones.Y van a servir de abono para los jardines. Es un proyecto pionero. Solo funciona algo similar en Alemania. Y es un proyecto público-privado. Estamos trabajando para inaugurar esta planta durante el primer trimestre del año que viene.
Con conocimiento, voluntad y recursos económicos se puede evitar el colapso, entonces.
Totalmente. Lo público tiene que tirar del carro, tiene que liderar los cambios estratégicos de las ciudades. Después sà hay que dar juego a los privados. Hay muchÃsimo por hacer en materia de residuos. Eso es lo que más rabia da.
En paralelo, muchas voces sostienen que hay que atacar el fondo del problema: un consumo desbocado. ¿Coincides con muchos investigadores y cientÃficos que no hay parches suficientes sino cambiamos la formas de consumir y producir?
Claro que sÃ. Necesitamos nuevas fórmulas de consumo. Ahora mismo vas al Parlamento Europeo y ya no hay botellas de plástico. Son todas botellas reutilizables. Tenemos que meternos en la cabeza que el actual modelo de consumo es insostenible. En Alcorcón, por ejemplo, en las últimas fiestas, hemos implementado el vaso reutilizable. El jueves antes de empezar las fiestas yo estaba muy nervioso por esta decisión. HabÃamos cambiado un elemento primordial de una fiesta como son los vasos. La gente daba un euro y se le entregaba un vaso. Al devolver el vaso, se devolvÃa el euro. Una medida nueva en un recinto con 50 mil personas. HabÃa voces en contra, claro. Pero a los dos dÃas todo el mundo nos estaba felicitando. La medida fue un éxito. En otros años el recinto ferial era un mar de plástico. Este año, no. En números: 148.560 kilos no fueron a vertedero y sacamos 151.600 kilos del circuito de residuos.
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