La semana pasada, Tomás Guitarte (Teruel, 1961) consiguió lo que pocos diputados en esta legislatura: hacer titubear al presidente de Gobierno ante una interpelación parlamentaria. "Señor presidente, el territorio de la España Vaciada no puede ser sacrificado por la transición energética", cuestionó el lÃder de Teruel Existe.
Sánchez se subió al estrado con afán de responderle, pero se quedó sin palabras e incómodo por no saber hilvanar su argumento, un talante poco habitual por su hábil dominio de la oratoria.
"Por supuesto lo que queremos es que... se respete no... que se de una respuesta equilibrada. A ver, ehh, también dirÃa que con cautela, con protección, podemos avanzar", justificó, enredado, Sánchez.
A juicio de Guitarte, ese titubeo no hace más que confirmar que el propio Ejecutivo conoce el daño (ambiental, social, económico) que el nuevo modelo energético, basado en una desregulada burbuja de inversiones renovables, va a generar en cientos de comarcas.
Poblaciones que, por cómo avanza la transición verde, van a tener que "sacrificarse en aras de las grandes áreas urbanas, no solo de España, sino también de Europa".
"La expresión "tierras de sacrificios" no la escucharemos jamás en espacios oficiales. Pero son muy conscientes que se están produciendo. Nos habÃan vendido una democratización en el acceso a la energÃa, con consumidores siendo a su vez productores de energÃa, pero vamos camino un modelo extractivo clásico de recursos", advierte el diputado en un mano a mano con LPO.
El otro dÃa pronunciaste una de las advertencias polÃticas más fuerte de esta legislatura: "Vamos camino a la mayor regresión ambiental de la historia". ¿Tan grave es el panorama?
SÃ, porque se está cometiendo un error gravÃsimo, algo que nunca habÃa sucedido en un cambio de ciclo polÃtico como el que estamos transitando. Estamos cambiando los combustibles fósiles por renovables pero sin una planificación previa. Prácticamente se está dejando al libre albedrÃo de las empresas que instalen sus proyectos en cualquier sitio del territorio sin tener en cuenta la biodiversidad y los patrimonios naturales. Creemos que se corre un riesgo tremendo. En el último decreto, por ejemplo, se limita la participación ciudadana. Se elimina la posibilidad de alegar en procedimientos que van a afectar de forma directa a muchÃsimos ciudadanos. Es un retroceso democrático, lo decimos claro y fuerte. Esto va a suponer que se cometan mayores errores en la implantación y que quien tenga algo para decir solo tenga a disposición la vÃa judicial. Este modelo de renovables es como dejar entrar a un elefante en una cacharrerÃa. Nos habÃan vendido una democratización en el acceso a la energÃa, con consumidores siendo a su vez productores de energÃa, pero vamos camino un modelo extractivo clásico de recursos.
¿Cuál es la lectura polÃtica de la elección de este modelo de transición energética?
Por sentido común no cabe interpretar otra cosa que los gobiernos están preocupados porque la implantación de renovables se haga muy rápida y están complaciendo a las empresas que, básicamente, piden libertad de acción. Pero esta "libertad de acción" se está imponiendo sobre principios básicos de nuestro sistema institucional. Eliminar la evaluación ambiental previa o permitir proyectos en terrenos protegidos ambientalmente son pasos difÃciles de justificar. Entendemos que son lÃneas rojas que se cruzaron. La lectura polÃtica es que hay demasiada premura que echa por tierra la sostenibilidad territorial a medio plazo. Otra justificación es la eterna presión de los lobbies eléctricos sobre los gobiernos. Las grandes empresas no quieren perder cuota de mercado ni dependencia de los consumidores en este cambio tecnológico. No estamos diciendo que no se instalen macrocentrales, que quede claro. Pero no a esta escala.
¿Crees que el Gobierno elige con convicción este modelo de transición energética o está siendo "arrastrado" por Bruselas y el Green New Deal?
Puede ser. Pero un dato no menor a tener en cuenta es que el último decreto que aprobó el Gobierno a fines de diciembre va más allá de las recomendaciones europeas. Bruselas habla de procedimientos exprés en aquellos territorios y zonas ya autorizadas para instalar energÃa renovable, con zonificación previa. España desborda esta normativa y permite la implantación en todo el territorio exceptuando la Red Natura 2000. Se llegó a hacer una zonificación, pero este mapa nunca llegó a ser vinculante. El Gobierno lo tomó como orientativo. No habrÃa mucha diferencia con hacerlo bien de hacerlo mal. El tema, insisto, es el modelo que se ha elegido.
¿Has hablado de este tema cara a cara con la ministra Teresa Ribera? ¿Reconoce el Gobierno la regresión ambiental que estás denunciando?
Nosotros lo que notamos es que hay una diferencia ostensible entre lo que se dice a nivel teórico y la ejecución práctica. El Ministerio siempre nos traslada que no se van a invadir espacios con sensibilidad ambiental ni tampoco molinos en la Red Natura. Niega la afectación territorial. Pero la realidad es otra y la contradicción muy evidente. En Teruel, por ejemplo, en el Maestrazgo, la zona más valiosa a nivel medioambiental de la provincia, se ha autorizado 20 centrales eólicas que implican más de 85 molinos en Red Natura. Nos cuesta entender cómo el Gobierno se salta sus propias lÃneas rojas. No sabemos si ha sido un error o una autorización hecha a consciencia. Pero el Gobierno tiene la posibilidad de proponer cambios legislativos. Como también tiene la posibilidad de tomar medidas para que la implantación de renovables contribuyan al desarrollo de los territorios donde se implantan. ¿Como? Con un canon, por ejemplo, para que los ciudadanos de estos territorios sientan como propio algo que se les está imponiendo. No se ha decidido avanzar en esto y, por ende, prima la misma filosofÃa con la del siglo XIX y principios del XX cuando se instalaron los embalses en las zonas de alta montaña, se desalojaron pueblos. Un proceso de extracción de recursos en contra de la población rural. A nosotros nos duele mucho esta polÃtica porque en nuestro acuerdo de investidura con el Gobierno firmamos paliar los desequilibrios territoriales. Y sin embargo este modelo vuelve a caer en la generación de territorios de sacrificios. Cientos de poblaciones que tiene que sacrificarse en aras de las grandes áreas urbanas, no solo de España, sino también de Europa. En ningún proceso electoral los partidos han propuesto que España fuese el "hub" de renovables de Europa.
¿Te sientes traicionado por Sánchez?
Cuando acordamos la investidura este modelo de renovables no fue un tema especÃfico de tratamiento porque no estaba en agenda esta burbuja. Pero es evidente que este modelo no contribuye a frenar la despoblación. Todo lo contrario. Hemos analizado en detalle parques eólicos que llevan funcionando hace diez años y el fenómeno, pese a lo que venden las grandes empresas que los montan, es el contrario. Se explotan casi sin mano de obra y la poca que se necesita viene de afuera. No generan empleo y fomentan la despoblación por los perjuicios ambientales. En este sentido esta polÃtica no es coherente con lo que firmamos. Lo lamentable es que sea un ministerio que se llama de Transición Ecológica y Reto Demográfico el que esté apostando por un modelo de transición energética contra sus principios. Se sigue, al cabo, con la polÃtica de sacrificar algunos territorios en beneficios de otros.
"El decrecimiento es un mal marco polÃtico, es demasiado opuesto al sentido cultural dominante"
Con el agravante que, en este caso, los territorios beneficiados son los paÃses vecinos...
Exacto. Lo que es más grave. Los fondos europeos que estamos recibiendo ahora son más elevados en su cuantÃa que los que hemos recibido en los 30 años que llevamos en la UE. A veces nos da la impresión que el sacrificar nuestros territorios es el pago que España tiene que hacer a Europa por estos fondos. Parece una condición ya impuesta en los grandes acuerdos europeos. A cambio de estos fondos, España tiene que cumplir su compromiso de aportar energÃa renovable a todo el continente. Tenemos la duda. ¿Se ha cerrado este acuerdo, no firmado, pero tácito tal vez? Estamos produciendo energÃa renovable para el bloque en nuestros territorios más débiles. A nivel eólico, el recurso es mucho más potente en el centro de Europa que en el sur. Hay más viento en Dinamarca o en Alemania. ¿Por qué se hace aquÃ? Porque hay un modelo que no contribuye al desarrollo territorial, como sà rigen en otros paÃses. En Dinamarca, por ejemplo, cualquier comunidad local tiene derecho a un canon del 30% de los beneficios en el negocio eólico que se implanten en sus territorio. En España esta aportación no alcanza al 1%.
Esta semana, El PaÃs dio cuenta que los grandes de Wall Street están invirtiendo en las renovables españolas.
Por esto que estamos hablando. Vienen aquà porque es más barato la implantación del negocio. Estas grandes multinacionales no están obligadas a contribuir al desarrollos de los territorios. Esto es lo que no estamos dispuestos a consentir otra vez, que se promuevan territorios de sacrificios. Basta ya. Por el momento, la decisión polÃtica en el caso de las renovables es favorecer la desregulación para atraer inversiones y agrandar la burbuja que ya existe.
Si este modelo al servicio de las grandes empresas y a espalda de la España Vaciada lo está fomentando un gobierno progresista, el más a la izquierda desde la recuperación democrática, ¿qué puede pasar a partir de 2024 si la derecha toma las riendas de la Moncloa? ¿Preocupa este hipotético escenario?
Esa es una preocupación latente. Creemos que una alternativa más conservadora no tiene en su ADN oponerse a este modelo y al lobby de las grandes compañÃas, todo lo contrario. Por eso necesitamos que la representación de la España Vaciada crezca. Si en vez de tener una representación exigua, la mÃa, tuviésemos un grupo parlamentario de 12 o de 15 diputados, la cosa podrÃa cambiar. Las cúpulas del bipartidismo están apadrinadas por las grandes compañÃas. Lamentablemente nos están dejando solo el camino de la conflictividad judicial. Es lamentable que este sea nuestro único camino. Vamos a pelear para evitar la agresión ambiental más fuerte que los territorios van a sufrir en este último siglo.
¿La judicialización ya es una decisión tomada?
SÃ, ya hemos denunciado en FiscalÃa muchos parques y muchas DIA (Declaración de Impacto Ambiental) (DIA) positivas que no se tramitaron de forma correcta también. No vamos a consentir que un patrimonio del Maestrazgo se destruya para el beneficio de un fondo de inversión con sede en otra parte del mundo. Se está apostando tan fuerte por esta lÃnea que estamos viendo una conflictividad social en aumento en muchos municipios. Se está estimulando la confrontación entre vecinos de un mismo pueblo de una manera muy irresponsable.
"La escala proyectada con el hidrógeno verde no parece nada realista"
¿Es peligrosa esta crispación? Dos pelÃculas nominadas al Goya, As Bestas y Alcarrás, retratan historias concretas atravesadas por esta conflictividad.
SÃ, es peligrosa. Y puede escalar. Los pequeños municipios en España están claramente infrafinanciados. Estas grandes empresas aprovechan cuando van a plantear proyectos de esto tipo para venderse como salvadores. Una parte de la población suele abrir los brazos y la otra rechaza por los costes, de todo tipo, que esto implica. Esto está pasando. Que llegue a la ficción es un ejemplo más. Nosotros lo sufrimos en carne propia porque la mayorÃa de la gente que sufre esas presiones nos llaman para denunciarlo. Tenemos miedo que se genere un conflicto social irreconciliable con este modelo de renovables. Tan burdo es el modelo, que la legislación y los Estados avalan el derecho de expropiación. Conocemos casos de propietarios de suelo que están rechazando los ofrecimientos y las respuestas de los representantes de las empresas es que, de igual forma, los echarán mediante expropiaciones. El abuso es total.
Entre las medias verdades de los gobiernos europeos, hay una muy paradigmática: el capitalismo verde requiere que muchos de sus ciudadanos tengan que aceptar que los recursos que hasta ahora se obtenÃan en otras tierras de sacrificio (minerales, combustibles, energÃa), en el sur global, por ejemplo, ahora tenga que extraerse puertas adentro. ¿Hay que quitar este velo?
Esto es central y se oculta deliberadamente para no poner en evidencia que estamos cayendo en modelos de desarrollo del siglo XIX. La expresión "tierras de sacrificios" no la escucharás jamás en espacios oficiales. Pero son muy conscientes que se están produciendo. Se nos intenta vender que las inversiones son oportunidades de desarrollo. La publicidad institucional quiere vender una clara agresión como algo positivo. No parece lógico que en la Europa del siglo XXI, que en las sociedades más desarrolladas del mundo, no sean capaces de implantar un modelo ordenado de transición energética en sus propios territorios. Estamos frente la quiebre de muchos pactos sociales. Nadie nos dijo que Ãbamos a tener que sacrificarnos para que BerlÃn tenga energÃa renovable.
¿Cuánto falta para que este debate deje de ser de nicho en la discusión polÃtica para transformarse en un tema principal de la agenda de los partidos?
Uno se siente el llanero solitario muchas veces. Es cierto que hay una sensibilidad en los socios minoritarios del gobiernos. Muchos apoyaron el decreto, pero luego hicieron público el rechazo a estos artÃculos. No tuvieron la valentÃa suficiente para votar en contra. La justificación es que es difÃcil de votar no a decretos que son cajones de sastres, que tienen muchas cosas. Si hubiese habido una votación especÃfica sobre ese artÃculo yo creo que no habrÃa salido o habrÃa evidenciado que los partidos mayoritarios están a favor de este modelo. Asà como salió el modelo queda camuflado. Votamos en contra cuatro diputados. Lo que es un hecho es que el problema va a seguir escalando, que va a ser difÃcil de ocultar y que se va a judicializar. Hay personas que han invertido tres o cuatro millones de euros en un hotel rural y ahora le destrozan esa inversión colocándole molinos de viento a 400 metros. Veremos parques que se montan que se van a desmontar.
Con el agravante de que los proyectos fallidos se financien con fondos públicos. ¿Preocupa también que la transición verde en cuanto a la capacidad de sustituir los combustible fósiles no sea todo lo exitosa que se nos vende?
Es una posibilidad. Como también es una posibilidad que en algunos años se desarrolle una tecnologÃa más eficiente y se decida desmontar todos estos parques. ¿Por qué la mayor parte de esas ayudas públicas no han ido a fomentar el autoconsumo? Los tejados de todas las ciudades ya serÃan solares. En Aragón, solo se ha autorizado el 25% de las peticiones de financiación para autoconsumo. Se frenan de forma voluntaria estas financiaciones mientras se abre el grifo a los megaproyectos. Se ha dejado al modelo más democrático en un cajón.
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El debate sobre la velocidad de las renovables, sobre las nuevas zonas de sacrificio y sobre el capitalismo verde tiene otro debate paralelo, más de fondo y más abstracto, que crece al ritmo de la crisis energética y climática: la necesidad de reducir los niveles de producción y consumo. ¿Cómo se posiciona la España Vaciada ente la TeorÃa del Decrecimiento?
A priori este debate, necesario y muy válido, parece un contrasentido estricto en territorios que no han tenido crecimiento y desarrollo que adopten medidas decrecentistas. La reflexión sobre los lÃmites del crecimiento lo tienen que hacer, sobre todo, las áreas que han tenido un exceso de incentivos. A la España Vaciada le hace falta un crecimiento sostenible. Creemos que muchas veces éste es un planteamiento que, consciente o inconscientemente, se nos quiere imponer. Un ejemplo: cuando hablamos con el ministerio de Transportes por los trenes nos decÃan que en España hay suficientes vÃas de alta capacidad y que no hay que hacer más. Desde nuestra mirada, el supuesto exceso de vÃas será para Madrid o para Barcelona. En nuestros territorios no se ha hecho nada en los últimos 50 años. ¿Cómo se nos pueden exigir decrecer sin haber subsanado los déficit históricos que han sido los causantes del proceso de despoblación? El esfuerzo tiene que recaer en aquellos que se han excedido en el crecimiento, el cual ayudarÃa a nuestros territorios.
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La única salida posible es la energía nuclear para generar electricidad y producir hidrógeno si se quiere reducir la dependencia petrolera.
Las famosas energías verdes solar o eólica son marginales dada su inestabilidad.
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De la sobrepoblación mundial los "genios" europeos ni una palabra.