España tendrá por primera vez en su historia una "cesta básica" a precio más reducido de los que ofrece el mercado. Se trata de una medida inédita para un contexto inédito: una inflación enquistada en dos dÃgitos que empieza a dificultar el acceso a los bienes más básicos de los hogares.
La vicepresidenta segunda Yolanda DÃaz acordó lanzar con la cadena Carrefour una cesta de alimentos de 30 productos a 30 euros para "proteger el poder adquisitivo de las familias trabajadoras". El pacto, puntual y voluntario, es el primer paso que da la ministra de Trabajo en el marco de un proyecto polÃtico más ambicioso: un control de precios con todas las distribuidoras del paÃs.
DÃaz se reunió este jueves con el director ejecutivo de Carrefour, Alexandre de Palmas. La firma francesa buscó, por un interés empresarial (ganar más cuota de mercado) "primeriar" a Moncloa. El representante español pidió una cita con DÃaz para explicarle el plan "anti-inflación" de la compañÃa, similar al que desde hace meses funciona en Francia.
La lÃder de Unidas Podemos y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, presente en la reunión, pusieron algunas condiciones para armar esta cesta de 30 productos: productos de primera calidad, saludables y frescos (frutas, carnes, huevos, hortalizas y pescados, por ejemplo), con opción para celÃacos (productos sin gluten), con cambio de opciones cada semana y con vigencia hasta los primeros dÃas de enero, para que el paquete abarque dos celebraciones muy tradicionales: Navidad y los Reyes Magos.
El CEO de Carrefour en España tomó nota y se mostró abierto a aceptar las recomendaciones. "La situación actual requiere medidas ágiles y efectivas. En estos momentos, donde cada acto de compra es más valioso que nunca, Carrefour da respuesta a sus clientes: trabajamos para ofrecer soluciones de ahorro que protejan el poder adquisitivo de las familias en España", aseguró el empresario al salir de la reunión.
El Gobierno puso una quinta condición sobre la mesa: que la empresa distribuidoras que no repercuta el recorte a los productores, otro eslabón débil de la cadena de la agroalimentación. "El esfuerzo se lo pedimos a las grandes distribuidoras, que son las que tienen márgenes empresariales para ello", repitió DÃaz en rueda de prensa.
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La vicepresidenta aclaró que el acuerdo es fruto del "diálogo social" y no de la obligación y/o imposición. Aunque muy limitado (Carrefuor tiene una cuota de mercado del 10%), Moncloa quiere que este acuerdo sirve "como ejemplo" al resto de las grandes distribuidoras.
El lunes, DÃaz y Garzón se reunirán con las otras grandes firmas del sector Mercadona, Lidl, Spar, El Corte Inglés, Alcampo y Eroski. Hasta este jueves, la postura de la mayorÃa de estas empresa era de total rechazo al lÃmite de precios. "Esto empieza a parecerse más a una programación soviética", se quejó el presidente de CEOE, Antonio Garamendi. ¿La solución de los privados? La "intervención" del Gobierno a través de recortes en el IVA de los alimentos y productos básicos.
"La iniciativa de Carrefour refleja y expresa que es posible hacerlo, es posible tener una cesta de productos con precios congelados hasta después de navidades", subrayó Garzón sobre la posibilidad de extender la cesta a otras distribuidoras.
Aunque insistirá con su propuesta, el "yolandismo" ve cada vez más difÃcil poder aplicar el lÃmite de precios vÃa un decreto de ley. La medida es rechazada por la mayorÃa del PSOE, el socio mayoritario del Ejecutivo. Desde el ministerio de EconomÃa, que preside Nadia Calviño, remarcaron "que lo importante es que los márgenes de las empresas se mantengan estables" y que "funcione la competencia para que, a través de una mayor estabilidad en los costes que se están percibiendo, la inflación pueda bajar".
Más directa fue la ministra de Defensa, Margarita Robles, referente del ala más dura de los socialistas, quien cuestionó a DÃaz por no respetar las competencias del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y por querer "patrimonializar" el cuidado de los más vulnerables.
En tanto, el portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López, advirtió del riesgo que puede entrañar para el pequeño comercio el pacto con los supermercados para limitar los precios de los alimentos básicos. "Uno puede pactar con las grandes cadenas de alimentación o distribución, pero eso puede ir en perjuicio del pequeño comercio", aclaró.
Y agregó: "Si uno siempre va a comprar todo a las grandes superficies, con las que se quiere llegar a este pacto... ¿qué pasa con el pequeño comercio? Lo que pueden ser buenas ideas puede ser contraproducente si no lo estudiamos y lo medimos bien".
La respuesta de DÃaz a las crÃticas internas es que "el bolsillo de los españoles compete a todo el Gobierno de España". Y pone como ejemplo el "éxito de Francia" para derribar las proyecciones apocalÃpticas.
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Carrefour tiene dos medidas "anti-inflación" en el paÃs vecino: una cesta similar a la que quiere aplicar en la penÃnsula y el congelamiento de los precios de 100 productos de uso diario durante 100 dÃas, hasta el 30 de noviembre.
HungrÃa es, en la actualidad, el único paÃs europeo que fija el precio de algunos alimentos. Su primer ministro, Viktor Orban, estableció un precio máximo para 6 alimentos en enero de 2022: azúcar, harina, aceite para cocinar, cerdo, pollo y leche. Los "precios máximos" están vigentes hasta el 1 de octubre con posibilidad a ser renovados.
España tiene un solo antecedente de tope de los alimentos: la regulación del precio de algunos productos básicos como el pan, vigente durante el franquismo hasta los primeros años de la democracia.
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