La foto del árbol es alentadora: en octubre, el sector de la hostelerÃa superó los 1,7 millones de trabajadores afiliados a la Seguridad Social, un incremento de un 8,5% respecto al mismo mes de 2021, según los datos de afiliación del Ministerio de Trabajo.
La foto del bosque, sin embargo, es preocupante: los costes energéticos, en alza desde fines del año pasado y con pronóstico de seguir escalando, están socavando el modelo de negocio del sector. Hoteleros y restauradores están, por el momento, absorbiendo estos incrementos estructurales. Pero alertan que el margen de esta estrategia es cada vez más chico. Sin la "ayuda del Estado -lo que reclaman- las soluciones son "dolorosas": trasladar el coste a los clientes o cerrar las persianas de los locales.
Para visibilizar esta segunda foto, las patronales HostelerÃa de España y Marcas de Restauración, junto a asociaciones de varias comunidades autónomas, realizaron una medida de fuerza simbólica que este martes por la noche se replicó en casi toda España: un apagón de cinco minutos en bares y restaurantes.
El drama de las pymes: "La subsistencia es imposible"
"La hostelerÃa está altamente preocupada por el descenso de la rentabilidad, es un problema muy serio", subrayó José Luis Yzuel, presidente de una de estas entidades, sobre la decisión de apagar, por un rato, las luces.
Las facturas eléctricas, detalló, se triplicaron de un año a esta parte. "Esto deja a muchos empresarios con muy poco margen y sin saber cuánto van a poder aguantar", advirtió.
"Muchos establecimientos han triplicado y cuadruplicado sus costes energéticos, en unas economÃas de pequeños negocios ya debilitados por la crisis del covid le está poniendo en una situación complicada", agregó Emilio Gallego, secretario general de HotelerÃa España.
Repercutir la subida del gasto en los clientes no es una solución, coinciden todas las voces del sector. La mayorÃa de los comercios ya retocó los precios. Seguir con los reajustes implica perder ventas y clientes.
La única solución, sostienen, es la intervención de las administraciones públicas. Exigen, por tanto, siete medidas: revisar y modificar el sistema de cálculos de tarifas; disponer de un estatuto similar al de los consumidores electro intensivos; aprobar bonos eléctricos; búsqueda de fórmulas de contratación adaptadas a la realidad del sector; rebaja de impuestos; financiación para compras de suministros energéticos renovables; y la promoción de sistemas de compras agrupadas.
La hotelerÃa no es el único sector que ha decidido visibilizar esta "asfixiante situación". DÃas atrás, los panaderos apagaron sus hornos durante un cuarto de hora a modo de protesta. "Sin luz, no hay pan", fue el lema de la medida de fuerza convocada por la Confederación Española de PanaderÃa, PastelerÃa, BollerÃa y Afines (CEOPPAN).
"La situación es tan dramática que ni siquiera podemos permitirnos cerrar y hacer huelga. Por eso, la mayorÃa de las empresas han optado por un apagón simbólico. La idea es conseguir visibilidad con ese acto de protesta", explica Laura de Juan, secretaria general del Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia.
En España aún hay 12.000 locales de fabricación artesanal que dan empleo a 190.000 panaderos. El sector estima que un 5% puede "desaparecer" en los próximos meses.
El de Alberto Garanto, panadero del barrio madrileño de La Latina, es un caso testigo: hoy paga 5 mil euros entre electricidad y gas, cuando "hace un par de años lo normal eran los mil euros al mes". "Estamos en verdadero riesgo de desaparición", sentencia Juan.
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