Ninguna cosecha parece estar a salvo de la crisis climática. El campo español atraviesa uno de sus peores años, según coinciden productores y organizaciones agrarias. La sequÃa, las olas de calor extremas, las inundaciones y las granizadas -fenómenos esporádicos que empiezan a ser cada vez más frecuentes- han estropeado muchÃsimas plantaciones, asfixiando económicamente al sector y generando un efecto inflacionario en los alimentos
En Valencia, el pedrisco caÃdo este domingo en Requena ha terminado de "rematar la desastrosa" campaña de 2023, afectada por la sequÃa y las inéditas temperatura de la primavera, según ha adelantado la Coordinadora Campesina del PaÃs Valenciano (CCPV-COAG).
La organización calcula una pérdida económica de 1.200 euros por hectárea. "Es la cosecha más corta y cara de la última década", lamentan sus directivos.
La zona afectada por la granizada alcanza unas 4.000 hectáreas, centradas en las pedanÃas de Requena de Los Isidros, Los Duques, Campo ArcÃs y La Portera, y donde se estima que unas mil de esas hectáreas pueden tener hasta el 100 % de pérdida de cosecha, ha informado COAG.
La fuerte tormenta, en forma de piedra y viento, también ha afectado gravemente a los cultivos de cÃtricos y hortÃcolas en la comarca de Camp de Túria, especialmente en Vilamarxant, Pobla de Vallbona, Benissanó y Benaguasil, según el primer reporte difundido por esta organización.
"La tormenta ha sido tan fuerte que en muchos casos ha producido daños en las propias cepas, destruyendo las yemas que tienen que dar la madera para la cosecha del próximo año. Esto, junto a la debilidad que arrastran los viñedos esta campaña por la sequÃa, hace peligrar la cosecha de la próxima campaña", ha explicado COAG.
Ante este panorama, los agricultores han pedido a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) que actúe de oficio y realice una campaña exhaustiva de inspecciones sobre los contratos de compra-venta de uva de vinificación presentados por las grandes bodegas de referencia.
Denuncian que los precios de la uva ofertados se sitúan claramente por debajo de los costes, incumpliendo la Ley de mejora de la Cadena Alimentaria. Dependiendo de la zona y la variedad de uva, los precios presentados recogen bajadas de hasta un 30% respecto a 2022.
"Es intolerable que las grandes bodegas se salten a la torera la ley y obliguen a los agricultores a vendimiar a pérdidas. No vamos a consentir ni que haya viticultores que no tengan donde entregar sus uvas, ni que a otros les obliguen a firmar contratos a sabiendas de que sus costes de producción no se cubren con los precios ofertados. Sacar adelante uvas de calidad no se puede hacer a cualquier precio", ha subrayado el responsable del sector vitivinÃcola de COAG, JoaquÃn Vizcaino.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.