La catarsis se multiplica en los campos españoles. Por la sequía y las altas temperaturas de la primavera, los agricultores empiezan a dar por pérdidas sus cosechas. "Este año no vamos a cosechar nada de trigo y de cebada. Es un año desastroso, como no he visto nunca", lamenta David Revuelta, productor madrileño de Ciempozuelos.
"Muchas parcelas de cereal se están yendo al traste. En caso de no llover en los próximos ocho o diez días, la situación será irreversible. Seguimos jugando a la ruleta rusa cada vez que cosechamos", maldice Lorenzo Ribera, veterano agricultor de Castilla y León.
La desesperación también se siente en Andalucía, otra zona muy castigada por la sequía. "La situación es muy crítica en toda la zona del Bajo Guadalquivir. Estamos con una dotación del 10% respecto a un año normal. Estamos muy preocupados", admite Sebastián González parado frente a su plantación de acelgas y grelos.
En su último informe de situación, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha puesto cifras y números a este drama. La sequía asfixia ya al 60% del campo español y produce pérdidas irreversibles en más 3,5 millones de hectáreas de cereales de secano.
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Según el relevamiento de esta organización, están prácticamente perdidas las cosechas de trigos y cebadas en Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha y Murcia. También en las zonas más áridas de Aragón, Cataluña y Castilla y León. "El resto del cereal va a depender de la climatología de los próximos dos semanas", aclara Javier Fatás, responsable de COAG, ante la posibilidad de que las pérdidas se extiendan a más regiones.
El panorama es crítico también en otras cosechas. En cultivos leñosos, como frutos secos o viñedos de secano, los productores están experimentando problemas en la brotación, según el informe. En olivar, por ejemplo, "la situación puede complicarse si no hay precipitaciones en las próximas semanas".
Las zonas de regadío, por las restricciones que se esperan para el verano ante el inédito estrés de las cuencas hídricas (en Cataluña de declararse la situación de emergencia no habrá nada de agua para el regadío), "mermarán con toda seguridad las siembras de verano y harán que muchos agricultores opten por reducir la superficie de maíz, girasol, arroz y algodón".
Según COAG, La ganadería extensiva, principalmente la cabaña ovina, es otra "gran perjudicada por la sequía". "Si no llueve no hay pastos para poder alimentar a las ovejas y esto obliga a que los ganaderos tengan que recurrir a la compra de pienso y forraje para mantener a sus animales", describe el relevamiento.
La sequía también está impactando en la apicultura. La falta de vegetación y floración en los montes impide que las abejas puedan alimentarse y producir miel. "Con esta sería la tercera campaña sin cosecha para estos profesionales", se advierte.
Ante este "gravísimo" cuadro de situación, otra organización, la patronal agraria Asaja, exige convocar de forma "urgente" a la Mesa Nacional de la Sequía "para la adopción de medidas coordinadas entre las administraciones que ayudar a los agricultores.
Preocupa que ya son muchos los Gobiernos autonómicos que están promoviendo decretos sobre sequía. La patronal le pide al ministro Luis Planas "tratar esta cuestión desde un punto de vista global para poder tomar las mejores decisiones".
El Gobierno aclara que "monitorea" la situación y no se descartan "medias tempranas" por la escasez hídrica. "Estamos siguiendo con enorme preocupación las predicciones meteorológicas de la AEMET", ha reconocido en las últimas horas la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa, Ribera.
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