La Agencia Internacional de la EnergÃa (AIE) publicó este martes un informe sobre los enormes desafÃos que enfrenta la economÃa global para dejar atrás las emisiones de carbón, uno de los combustibles fósiles más dañinos para el planeta en lo que respecta a emisiones de CO2.
El relevamiento es poco optimista respecto a lo que se requiere para, por un lado, cumplir con los objetivos climáticos internacionales y, al mismo tiempo, apoyar la seguridad energética y el crecimiento económico. La AIE estima que se necesitan 9,5 billones de dólares para sustituir al carbón como fuente de generación eléctrica para 2050.
En las últimas páginas del trabajo de investigación -224 folios en total-, el organismo que preside Fatih Birol retrata otro preocupante panorama en lo que respecta a la transición energética: los atrasos en materia de inversión y suministro de minerales crÃticos, claves para el despliegue masivo de energÃas limpias.
Los paneles solares fotovoltaicos, las turbinas eólicas y vehÃculos eléctricos, explica la AIE, requieren una variedad de minerales crÃticos como cobre, litio, nÃquel y tierras raras "muy por encima" de las fuentes de energÃa fósiles.
El informe cita un ejemplo: una instalación eólica marina requiere aproximadamente seis veces más minerales por peso que una central eléctrica de carbón. Cada 8 megavatios (MW), la turbina eólica marina requiere alrededor de 120 toneladas de minerales crÃticos para su construcción: 60 toneladas de cobre y 2 toneladas de elementos de tierras raras, además de 1.100 toneladas de acero y 2.000 toneladas de hormigón, vidrio y polÃmeros.
La AIE reconoce que la demanda de minerales crÃticos para tecnologÃas de energÃa limpia va a cuadruplicarse para 2050. Los vehÃculos eléctricos y el almacenamiento de baterÃas necesitan que la producción de sus materias primas se aceleren por 15, siendo el litio el mineral más critico, debido a que la demanda se va a multiplicar por 24.
"La demanda de cobalto (6 veces), nÃquel (12 veces) y grafito (8 veces) también aumenta rápidamente", reconoce el informe. El asterisco más delicado se lo lleva el cobre. Registra "el mayor crecimiento absoluto, aumentando en 10 millones de toneladas para 2050".
Los vehÃculos eléctricos y el almacenamiento de baterÃas ya son los principales consumidores de litio: han desplazando de este puesto a los insumos del rubro electrónico, según el informe. "Y están listos -agrega- para ser los mayores usuarios finales de nÃquel a principios de la década de 2030".
Este crecimiento, advierte la AIE, está en riesgo debido a que "los planes actuales de inversión y suministro de minerales están muy por debajo de lo que se necesita para transformar el sector de la energÃa". Se necesita "ampliar las operaciones mineras de minerales crÃticos", aunque esta inversión puede no llegar a tiempo para satisfacer la "los suministros a corto plazo".
Un ejemplo del problema a sortear: las principales minas que entraron en lÃnea entre 2010 y 2019 tardaron un promedio de 12 años completar las fases de exploración, factibilidad y permisos; y otros 4-5 años para culminar la fase de construcción.
Es importante que las empresas del sector "proporcionen señales claras sobre sus ambiciones en materia de energÃa limpia tecnologÃas". En una década, estima la AIE, los ingresos de la minerÃa de minerales crÃticos superará a los de la minerÃa tradicional.
Lo bueno, aclara el relevamiento, es que muchas de las grandes compañÃas mineras de carbón "están también activas en la minerÃa de minerales crÃticos: Anglo American (cobre, metales del grupo del platino, nÃquel y manganeso), BHP (nÃquel y cobre), Glencore (cobre, cobalto, nÃquel y zinc) y Teck (cobre y zinc).
Lo preocupante: "La mayorÃa aún tiene que hacer un movimiento decisivo hacia minerales crÃticos". Además, "las empresas que buscan impulsar la minerÃa de minerales crÃticos deben hacer frente añ escrutinio por la aspectos ambientales y sociales" de esta actividad.
El informe reconoce que este tipo de minerÃa puede contaminar el aire (emisiones de gases invernadores) y tener impactos ambientales en el uso del agua, la calidad del agua, la biodiversidad y el manejo de los residuos mineros.
"A menos que se gestionen con cuidado, los impactos ambientales directos de la minerÃa de minerales crÃticos podrÃa ser peor que la que surge de la minerÃa del carbón", sentencia el documento.
La radiografÃa de la AIE está lejos de ser abstracta. La urgencia por explotar estos minerales se traduce en un significativo aumento de las licencias mineras en España. Algunos proyectos se están topando con la resistencia social, tal como viene contando LPO.
Una parte importante de la población de Cáceres (Extremadura) se resiste a que una multinacional australiana abra una mina de litio a escasos kilómetros del casco histórico de la ciudad. Los vecinos están movilizados para evitar que la administración regional autorice el proyecto.
"El oeste peninsular está vendido por su reserva de litio, vamos a ser la próxima tierra a sacrificar", advirtió sobre la problemática Irene de Miguel, portavoz de Unidas Por Extremadura.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.