La inflación en España encadena su segundo mes consecutivo por encima del 10%. Un IPC que supera los dos dígitos es una señal de alarma para cualquier gobierno europeo, y el Ejecutivo de coalición que lidera Pedro Sánchez ya resolvió compensar el alza de los precios con un incremento del salario mínimo interprofesional. A diferencia de lo que sucedió con las anteriores subas, ahora hay consenso entre socialistas y morados.

El Gobierno tiene decidido subir el SMI por la inflación y abre una nueva brecha con la "ortodoxia económica" 

En Moncloa esperaban que la cifra revelada este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) se mantuviera por arriba del 10%. Finalmente, la tasa interanual llegó al 10,8% y en el gobierno tienen decidido llevar el SMI a los 1.049 euros mensuales en 14 pagas de cara a 2023, según las recomendaciones de parte del comité de expertos convocados por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Nadia Calviño elevó la inflación proyectada para este año al 7,8% y el temor es que salarios queden muy por debajo del IPC, ya que solo crecieron un 2,6% hasta julio. Por eso la vicesecretaria general de UGT, Cristina Antoñanzas, dijo que esta situación supone una "pérdida notable del poder adquisitivo de los trabajadores". "Para sostener la actividad económica y la creación de empleo, subir los salarios se erige como una necesidad económica y social de primer orden", apuntó. 

UGT y CCOO serán el pilar del gobierno ante los embates de la patronal, que ya avisó que una contención salarial es la mejor política en medio de una disparada inflacionaria

Como pudo saber LPO, Sánchez y Díaz tienen cerrado el incremento, solo falta definir el monto, que negociarán con los sindicatos. UGT y CCOO serán el pilar del gobierno ante los embates de la patronal, que ya avisó que una contención salarial es la mejor política en medio de una disparada inflacionaria. Moncloa no contará con el respaldo empresarial esta vez: desde la aprobación de la reforma laboral el vínculo se ha enfriado.

 El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, a finales de junio. 

Europa Press

CEOE ha rechazado los dos impuestos extraordinarios a la banca y las empresas energéticas y ahora desalienta un incremento del SMI, si bien desde las centrales sindicales denuncian que las empresas "se están llenando los bolsillos a costa de los trabajadores", como dijo este viernes Loli García. Las palabras de la secretaria general de CCOO Euskadi son compartidas también por UGT. García también advirtió que "o hay negociación colectiva con recuperación del IPC o habrá conflicto".

Empresarios madrileños llaman a la insumisión y a no cumplir el decreto energético

Isabel Busto, presidenta de Confebask, había declarado semanas atrás que "las empresas están aguantando, pero la rápida reducción de los márgenes y con ello la rentabilidad amenazan su viabilidad a corto y medio plazo", y recriminó que "hay algunos agentes sociales que no son sensibles a la actual situación y utilizan el enfrentamiento y el conflicto a pesar de las enormes dificultades". García no solo estaba respondiendo a la titular de la patronal vasca, sino alertando acerca de las demandas de las bases. 

Sánchez entiende que el giro a la izquierda que inició tras el debate por el estado de la nación debe mantenerse de aquí hasta las elecciones municipales y reforzarse con miras a las generales. De momento, la sociedad no valora el escudo social del gobierno y ve cómo pierde poder adquisitivo a medida que los precios se disparan. La patronal ha vuelto a apostar por un PP en augue y entonces el presidente también se vio obligado a elegir: el incremento del SMI será el quinto de su legislatura, pero no el último.