Suena paradójico, pero la energía renovable española sufre una crisis de crecimiento. Los proyectos ibéricos arrasan en Europa, liderando la "revolución" que necesita el continente para depender cada vez menos de los combustibles fósiles. Sin embargo, el sector verde se enfrenta a una parálisis por un atasco burocrático en puerta.
Solo el 14% de los nuevos proyectos que ya cuentan con el permiso de acceso a la red ha recibido todas las autorizaciones y está en condiciones de entrar a operar "en tiempo y forma". El resto, la gran mayoría, sufre un "tapón administrativo", según la estimación realizada en el IX Foro Solar, organizado la semana pasada por la patronal fotovoltaica UNEF en Madrid.
El problema de este saturación burocrática no es solo la ralentización de las renovables, sino una desinversión producto de la "inseguridad jurídica" que empiezan a denunciar las grandes energéticas, dueñas -en su mayoría- de estos proyectos.
En enero, dentro de cuatro meses, van a caducar miles de megavatios (MW) de proyectos de renovables que esperan la luz verde del Estado (obtención de Declaración de Impacto Ambiental y las autorizaciones administrativas previa y de construcción, entre otros papeles).
Las empresas pueden recuperar sus avales y abandonar el negocio. La patronal eólica denuncia que solo 20 gigavatios (GW) de un total de 140 con permiso de acceso ha recibido todas las autorizaciones. El 85% del negocio sigue en cola, según recoge el digital La Información.
En diciembre del año pasado, el Consejo de Ministros, por pedido Ministerio para la Transición Ecológica, otorgó un "plazo adicional" de nueves meses para sortear este cuello de botella. En aquel momento, la ministra Teresa Ribera reconoció que los funcionarios de las administraciones públicas, central y autonómica, estaban "ciertamente desbordados" por la avalancha de proyectos.
Moncloa reconoce el "atasco" y asegura que se trabaja a destajo para dar una "respuesta que mantenga las garantías a los desarrolladores de proyectos". Pero defiende el proceso burocrático ante la necesidad de determinar cuáles proyectos son viables y cuáles son "especulativos".
"Buscamos un adecuado equilibrio para salvaguardar los intereses de municipios que ven con preocupación un despliegue teórico de proyectos que ocupan prácticamente su término municipal al completo y que son difícilmente viables, desde el punto de vista ambiental, de suelo, o incluso desde el punto de vista económico y técnico", explica Ribera cada vez que se le consulta por el tema.
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El Director General de Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana, Pedro Fresco, admite que es "tal la cantidad de proyectos" que las administraciones no están "dimensionadas para dar una respuesta ágil a todos". "Hay que tener en cuenta que las autorizaciones son procesos muy garantistas, con multitud de informes y análisis. Las administraciones se han reforzado y esperamos poder sacar las autorizaciones en el plazo indicado", explica en diálogo con LPO.
Lo cierto es que el atasco español llegó a Bruselas en forma de reclamo. Iberdrola, Enel (dueña de Endesa), Acciona y Repsol plantearon sus quejas ante la Comisión Europea. "En España la obtención de los permisos renovables puede llegar a demorarse hasta 4 años para proyectos que apenas tardan 9 meses en construirse", despotrican las multinacionales.
"Al principio el sector temía no llegar a tiempo. La realidad ha sido la contraria, son las administraciones las que no están cumpliendo", resumió Julio Castro, CEO de Iberdrola Renovables Energía, durante su intervención en el IX Foro Solar.
Este cuello de botella se suma a otros que, por la crisis energética, sufre el sector de las renovables en Europa. LPO adelantó que los precios récord de la electricidad en toda Europa están generando serias complicaciones en la fabricación de suministros clave, como las baterías y los paneles solares. El 25% de la producción de estos dos componentes están en riesgo, según la última publicación de Rystad Energy, una prestigiosa empresa noruega de investigación energética.
La parálisis de la industria metalúrgica (acero/aluminio) es otro escollo -y otro ejemplo de la dependencia de las renovables a los combustibles fósiles-, ya que amenaza con dejar al sector sin sus principales materias primas.
España, líder de proyectos verde en Europa
A nivel regional, España es el ejemplo a imitar en lo que respecto al despliegue de energía renovable. Entre 2013 y 2022, el país representó más del 24% de la capacidad total de PPA (Power Purchase Agreement), como se conoce a los acuerdo de compraventa de energía limpia a largo plazo, según los últimos datos difundidos por WindEurope (Ex Asociación Europea de Energía Eólica).
La península lidera esta tabla pese a haber ingresado al mercado de PPA en 2018, varios años después que muchos de sus socios. Un ejemplo: Suecia viene firmando acuerdos desde 2013 y se ubica segundo en este ranking.
Sin embargo, las perspectivas de esta asociación con sede en Bruselas no son nada buenas. Ni para España ni para el resto de los países de la eurozona.
La semana pasada tuvo lugar en Ámsterdam el evento corporativo de abastecimiento de electricidad renovable más grande de Europa, del que participaron 1000 actores del sector para intercambiar opiniones sobre el futuro de los PPA. La conclusión fue que "los grandes inversores en energías renovables se preparan para dar la espalda a Europa".
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Según esta estimación, las medidas de emergencia anunciadas días atrás por la Comisión Europea van a "congelar" el mercado europeo de PPA, en un momento en que las inversiones verdes son "fundamentales" para la transición energética.
"Los inversores simplemente se irán a otra parte. A los EE. UU., por ejemplo, donde la Ley de Reducción de la Inflación tiene grandes créditos fiscales para inversiones en energías renovables", advirtieron los expertos del sector.
"La decisión de la semana pasada de los Ministros de Energía es un paso desafortunado en la dirección equivocada. El potencial de topes de ingresos nacionales no coordinados que se aplican a los PPA corre el riesgo de congelar el mercado, en un momento en que las empresas necesitan asegurar precios de energía estables más que nunca. Hacemos un llamado a los Estados miembros de la UE para que se ciñan al límite para toda la UE, que es temporal y se aplica por igual a todas las formas de producción de electricidad inframarginal", resumió Joop Hazenberg, Director de Impacto de la Plataforma RE-Source.
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