El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha salido al cruce del plan de gobierno por considerar que atenta contra la libertad de mercado. Además, apuntó contra la vicepresidenta segunda, Yolanda DÃaz, por la prohibición de los despidos en empresas que recurran a los ERTE. "A veces, parece que a la gente le divierte despedir, pero las empresas están en un momento muy complicado", aseguró.
"Si a la ministra le parece muy bien que no se pueda despedir, que monte una empresa ella y que lo haga", continuó el titular de CEOE, para quien las medidas del Ejecutivo no hacen más que "intervenir la economÃa en lo que es la libertad de acción y de empresa". También cuestionó la limitación al 2% del aumento de las rentas de los alquileres que aprobó este martes el Consejo de Ministros.
Garamendi achacó a la ministra de Trabajo que el paquete de medidas no haya sido consultado con la patronal y criticó la rebaja del precio de los combustibles por considerarla "una medida generalista". Sin embargo, el presidente de CEOE ha adoptado un tono más duro luego de los cuestionamientos internos a su liderazgo, en particular por la buena sintonÃa con DÃaz y el apoyo a la reforma laboral.
La organización celebrará elecciones a finales de este año y Garamendi aspira a un segundo mandato. DifÃcilmente los detractores del sucesor de Juan Rosell lleguen a tiempo a montar una candidatura alternativa, pero lo cierto es que buscan moderar lo que perciben como una proximidad entre el titular de CEOE y el Ejecutivo central. Las diferencias con Jósep Sánchez Llibre, presidente de Foment, es un secreto a voces.
Sánchez Llibre y quienes recelan del liderazgo de Garamendi le reprochan su personalismo en la conducción de CEOE. Otros apuntan a sus posicionamientos, como Miguel Garrido, titular de CEIM, que lamentó en su momento es respaldo expresado por Garamendi a los indultos contra los presos del procés.
En tanto, DÃaz le respondió a Garamendi y afirmó que el lÃder empresarial "seguro tiene la suficiente empatÃa social para entender y explicar a la ciudadanÃa que no se puede recibir dinero público a modo de cotizaciones a la Seguridad Social pagadas por los españoles y a la vez despedir".
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"Como este mecanismo ha sido muy exitoso en la gestión de la pandemia, estoy segura de lo que lo conoce perfectamente. Él mismo negoció esta cláusula, igual que la cláusula del mantenimiento del empleo en la anterior crisis", zanjó la vicepresidenta segunda.
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