El Consejo de Ministros decidió prorrogar el salario mínimo interprofesional en 965 euros al mes, si bien el gobierno de Pedro Sánchez prevé negociar un aumento. El incremento será definido en la mesa de diálogo social, que sirvió para que el Ejecutivo pudiera consensuar su reforma laboral con la patronal y los gremios.

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Sánchez busca iniciar el próximo año con un SMI de 965 euros mensuales por catorce pagas y que la suba pactada con sindicatos y empresarios se aplique de forma retroactiva. Uno de los objetivos declarados de Sánchez es que al final de la legislatura el salario mínimo alcance el 60% del salario medio.

El último incremento fue de 15 euros, por lo que el SMI pasó de 950 euros a los 965 euros actuales, y se aplicó con carácter retroactivo desde el 1 de septiembre. Esa suba fue negociada con CCOO y UGT y aprobada el 28 de septiembre, aunque sin la participación de la CEOE y Cepyme. Es que si bien no es obligatorio que el Ejecutivo negocie con los agentes sociales, considera un buen gesto incluirles en la decisión.

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En todo caso, la guía de Sánchez y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, es la Comisión Asesora para el Análisis del Salario Mínimo Interprofesional, que defiende una suba de entre 12 y 19 euros mensuales para 2021. El problema es que los sindicatos ya avisaron que quieren un SMI de 1000 euros para 2022 y los empresarios consideran que ese monto podría afectar la creación de empleo.

Según las previsiones de Trabajo, para que el SMI alcance el 60% del salario medio mensual, debería incrementarse entre los 61 y los 99 euros, dependiendo del incremento del salario medio, que en términos brutos aumentó un 2,8% en 2020, hasta alcanzar los 2.038,6 euros. El incremento del SMI debe realizarse de forma escalonada y proporcional, teniendo como referencia el salario medio.