
La coalición polÃtica está muerta. Su certificado de defunción se firmó esta tarde en el Congreso, 38 meses después de su nacimiento, allá por enero de 2020, cuando Pedro Sánchez fue investido presidente de Gobierno gracias al apoyo de Unidas Podemos.
Nadie, de un lado ni del otro, dirá en voz alta que la fractura es definitiva y que el choque de este martes no tiene retorno. Se repetirá que no hay ruptura, que las diferencias son de calado pero salvables y que la coalición seguirá funcionando con absoluta normalidad hasta las elecciones.
Pero lo cierto es que no puede haber convivencia polÃtica posible tras el fuego cruzado que ambas formaciones avivaron, con fuerza y ganas, desde el estrado del Hemiciclo. El Gobierno se censuró a sà mismo de la peor manera: con muestras de odios, de recelos, de heridas reprimidas que salieron a la luz.
Y la foto final que se espera, con los socialistas aprobando la reforma de una ley clave en la hoja de ruta del Ejecutivo, pensada e impulsada por el Ministerio de Igualdad, con los aplausos del PP y Vox será el corolario indeseado -menos pensado- de una alianza que ha forzado al máximo el pragmatismo y las apariencias a lo largo de toda la legislatura.
Con las máscaras quitadas, el PSOE y Podemos lanzaron todos los dardos que tenÃan guardados. "Nos gustarÃa que hablaran de sus propuestas para mejorar esta ley. Estamos cansadas de sus peroratas, señorÃas de Unidas Podemos. Dejen la hipérbole y háblennos de soluciones, es lo maduro y lo serio. Cuando se trata de cuestiones de tanta relevancia no importa el con quién sino el para qué", lanzó la secretaria de Igualdad de los socialistas, Andrea Fernández.
La portavoz morada, LucÃa Muñoz, recogió el guante y pronunció un contundente discurso contra su socio de Gobierno desde la tribuna. "Si no hay consentimiento es agresión. Este fue el grito que hoy ustedes traicionan. No le están fallando a sus votantes, están dando la espalda a todas las mujeres de este paÃs", criticó.
Y agregó: "El aplauso de hoy es el aplauso de la vergüenza. Mañana es 8M. Tenemos que salir a inundar las calles de este paÃs para decirle alto y claro a los fascistas que somos muchas más. Mañana toda la red de organizaciones feministas, los colectivos, todas y todos los feministas tenemos que gritar alto y claro que solo sà es sÃ. Si esta cámara le da la espalda a las mujeres volveremos a pelear, volveremos a conquistarlos. Somos imparables, viva la lucha de las mujeres".
Muñoz cerró su intervención con "aclaraciones" hacia el PSOE. "Si una mujer es penetrada por su novio sin su permiso da igual la razón, es violación. si estás follando con un tÃo y se quita el condón sin avisarte, es violación. Si una tÃa se va a casa con un tÃo una noche y en medio de la noche cambia de opinión y ese tÃo sigue es violación. Da igual por qué fue a su casa porque seguro que no fue para que la violaran. Si estás en el metro de vuelta del curro y te tocan sin tu consentimiento, es agresión sexual. Si estás perreando en una discoteca y un tÃo cree que eso le da derecho a meterte mano, es agresión".
Pese a la ruptura polÃtica, Podemos se queda en el gobierno hasta las generales
La fractura de los socios quedó también evidenciada en las presencias y ausencias durante el debate. Solo las ministras Irene Montero y Ione Belarra, las lÃderes de UP, escucharon los discursos. Ningún otro ministro, ni siquiera la vicepresidenta segunda Yolanda DÃaz, acompañaron el trámite parlamentario. La traducción: Moncloa dejó "solas" a las "responsables" del supuesto fracaso de la normativa.
Las dos ministras dejaron el recinto intentando esquivar a la prensa. "No hemos mostrado las propuestas para intentar llegar a un acuerdo. ¿Quién ha roto la mayorÃa feminista? ¡Ellos! Pues que la arreglen", se quejó Belarra antes de marcharse.
El fuego cruzado quemó a todo el bloque de investidura. Llevamos tres meses intentando que se sienten por favor y acuerden cuál es la mejor solución. No hay ninguna justificación para que dos ministras de un Gobierno no se pongan de acuerdo. Que un ministerio arremeta contra otro en lugar de llegar a un acuerdo es alucinante y muy poco profesional", cuestionó Pilar Vallugera, de ERC.
Isabel Pozueta, de EH-Bildu, exigió acuerdo, consenso y diálogo al PSOE y Podemos. "Actúen con responsabilidad. Negocien, acuerden. No se ataquen. Con esta actitud solo gana la derecha, pierden las mujeres y el feminismo. Muestren responsabilidad. Sentémonos en esta cámara a buscar soluciones. Estamos a tiempo".
El PP, Vox y Ciudadanos se relamieron, con disfrute, durante todo el debate. "Estamos asistiendo a un acontecimiento inédito, la primera vez que un gobierno se rectifica a sà mismo, una derogación por el propio Gobierno de una ley que ha impulsado, una enmienda a la totalidad a su coalición", se despachó la portavoz del PP, Cuca Gamarra.
Hoy PSOE y PP se dan la mano para volver al Código Penal de la violencia y la intimidación. Es una mala noticia para las mujeres, que han conquistado el consentimiento en el centro como derecho.— Irene Montero (@IreneMontero) March 7, 2023
Digan lo que se diga, la coalición está rota. No hay marcha atrás en el enfrentamiento entre los dos socios de Gobierno. Quedarán nueve meses de un Ejecutivo totalmente fracturado. Nueve meses de apariencias y de supervivencia.
El problema polÃtico de fondo: las dos formaciones se necesitan para impedir el ascenso al poder de la otra coalición: la de la derecha con la ultraderecha.
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