"Defender y preservar la mayoría de investidura". El presidente Pedro Sánchez suele repetir esa frase puertas adentro de su gobierno ante cada acuerdo o negociación. La orden ha sido una hoja de ruta para ministros y diputados. Con la votación de la reforma laboral, esa ruta ha encontrado su primer gran obstáculo: la espalda de ERC, EH Bildu y PNV, tres de sus principales socios.

"Dime quién te vota y te diré quién eres", lanzó con fastidio el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, al entrar esta mañana al hemiciclo para el debate de votación. Es que dentro del Congreso, a esa hora, el Gobierno ya tenía abrochados los "votos transversales" para sacar adelante su proyecto de ley. El cerrojo se terminó de destrabar con el apoyo de UPN, la derecha navarra.

El apoyo de UPN le permite al Gobierno obtener luz verde para su reforma laboral

Alcanza con comprar los "noes" y "síes/abstenciones" de la votación de investidura (enero de 2020) con los de este jueves para advertir, cuanto menos, un claro resquebrajamiento de aquel bloque fundacional (y prioritario) del Ejecutivo de coalición.

Hasta hoy, esa mayoría parecía estar consolidada y hasta ampliada (PRC y PDeCAT). Es más: fue decisiva para sacar adelante los últimos Presupuestos Generales, los del presente ejercicio, aprobados hace menos de dos meses.

En esta baraja, sin embargo, el Gobierno cambió los votos de sus socios prioritarios, los que forman su habitual mesa de diálogo, por los de algunos adversarios de la centroderecha: Ciudadanos y UPN, por ejemplo.  

El Gobierno cambió los votos de sus socios prioritarios, los que forman su habitual mesa de diálogo, por los de algunos adversarios de la centroderecha: Ciudadanos y UPN

La más herida por esta fisura parece ser la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ideóloga y principal defensora del proyecto, apuntada por sus socios de izquierda por los "meros retoques" de la nueva reforma laboral.

"Que nadie te venga a decir que si se vota en contra es que vuelve la reforma laboral del PP. Estamos frente a un retoque de la reforma laboral que prometieron que no harían", criticó Rufian, quien además acusó al PSOE y Unidas Podemos de "intentar estafar" a los trabajadores con este decreto de ley.

Gabriel Rufian, portavoz de ERC.

Su homólogo del PNV, Aitor Esteban, lamentó que el gobierno haya cedido ante el "chantaje intolerable" de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que amenazó de salirse del acuerdo si se tocaba "una coma".

Igual de crítica, pero algo más conciliadora, fue la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, quien criticó a la nueva reforma laboral por no derogar los elementos "más lesivos" de la norma que aprobó el gobierno de Mariano Rajoy. Eso sí: llamó a "rehacer cuanto antes" el bloque de la investidura pese a estos cortocircuitos. 

Que nadie te venga a decir que si se vota en contra es que vuelve la reforma laboral del PP. Estamos frente a un retoque de la reforma laboral que prometieron que no harían

En medio de los cruces, y con afán de aquietar las aguas, el PSOE salió a aclarar que ERC, EH Bildu y PNV "seguirán siendo los socios prioritarios del Gobierno". "Hay otras fuerzas políticas con las que es imposible hablar", dijo el portavoz Felipe Sicilia.

En la misma dirección, se pronunció la ministra de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, durante una entrevista con Catalunya Ràdio: "La mesa de diálogo no se resentirá del cambio de alianzas. Son dos cosas muy diferentes".

Ya debajo del atril, en los pasillos del Congreso, Rufián cambió su tono crispado por uno menos disruptivo. Intentó aclarar que la ruptura del bloque de investidura no es grave ni definitiva. "No se acaba el mundo, mañana seguiremos porque somos muy conscientes de cuál es la alternativa", dijo en referencia a la coalición PP-Vox.