Cayetana Álvarez de Toledo vuelve a contradecir a su partido y ahora recurrirá la sanción de 500 euros que se le impuso el 30 de diciembre por haber votado en blanco la designación de los nuevos jueces del Tribunal Constitucional. La diputada por Barcelona afirmó que "el voto en blanco es una decisión que reivindico y que no puede ser objeto de sanción sin caer en graves contradicciones internas y externas".

Cada vez más aislada del PP, Álvarez de Toledo es multada por romper la disciplina partidaria

La exportavoz del Grupo Popular en el Congreso sostuvo que la penalidad económica supone "socavar la autonomía del diputado, frustrar la regeneración democrática e impugnar el ideario del PP". El rechazo a acompañar el voto unánime de los populares en la renovación del TC fue uno de los últimos episodios a través de los cuales Álvarez de Toledo comenzó a distanciarse de la línea oficial de Génova.

La diputada reveló que había votado en contra para no avalar la "politización de la justicia" al tiempo que presentaba su libro Políticamente indeseable, en el criticaba la conducción de Pablo Casado y el secretario general del partido, Teodoro García Egea. En su recurso subrayó que "la jibarización del diputado, la supresión de su libertad y su total sometimiento a la disciplina partidista es constitucionalmente inadmisible y deletérea para la salud parlamentaria". 

La jibarización del diputado, la supresión de su libertad y su total sometimiento a la disciplina partidista es constitucionalmente inadmisible y deletérea para la salud parlamentaria

Álvarez de Toledo es conocida por sus diatribas y por llevar al PP hasta los extremos. Así lo demuestra su acercamiento con figuras de Vox, el respaldo a Isabel Díaz Ayuso por el liderazgo del PP en Madrid y su férrea oposición al independentismo catalán. El aislamiento dentro de las filas populares es cada vez mayor.

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La diputada recurre la multa porque considera que contradice dos artículos de la Constitución, el 67.2, que afirma que "los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo" y el 79.3 "que lo ratifica cuando advierte que el voto de los diputados y senadores es personal e indelegable". Para Álvarez de Toledo, lo que busca el PP es que sus diputados sean "un ejército de clones sin conciencia, al servicio de cúpulas cada vez más cesaristas".