La única diputada de Vox en el Parlamento vasco, Amaia Martínez, amenazó a EH Bildu con ilegalizarle cuando "Abascal gobierne España". La advertencia tuvo lugar luego de que izquierda abertzale lograra aprobar un texto que alerta sobre el auge de la extrema derecha en Europa y el resto del mundo. En la resolución, se señala al neofascismo como una "amenaza contra la libertad, los derechos sociales y la democracia".

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Bildu no estuvo solo, sino que contó con el respaldo de PNV, PSE-EE y Elkarrekin Podemos-IU. PP+Ciudadanos votó en contra, junto a Martínez, quien se sintió particularmente aludida por la resolución. "Tienen miedo porque Vox es la tercera fuerza política y pronto gobernará España", les respondió a las formaciones que apoyaron a Bildu.

Así, la diputada aseguró que Bildu es el "verdadero fascismo" por cargar con una "mochila de asesinatos" y acusó al socialismo de Pedro Sánchez de estar "entregado al comunismo" y pactar con "todos los enemigos de España". Además dijo que "durante décadas" PNV "demostró extrema tibieza con quienes asesinaban o aplaudían los crímenes de ETA". Y a los diputados de Podemos los tachó de "instigadores de violencia, maestros del escrache, contorsionistas políticos y manipuladores peligrosos". 

La diputada aseguró que Bildu es el 'verdadero fascismo' por cargar con una 'mochila de asesinatos' y acusó al socialismo de Pedro Sánchez de estar 'entregado al comunismo' y pactar con 'todos los enemigos de España'

En realidad, la diputada de extrema derecha estaba desquitándose por el "cordón sanitario" que PNV, EH Bildu, PSE-EE y Elkarrekin Podemos-IU acordaron en agosto de 2020 para limitar el tiempo de intervención de Martínez en el pleno e incluso la presentación de iniciativas en la cámara. Vox recurrió la medida ante el Tribunal Constitucional, que terminó fallando a su favor por considerar que el Parlamento vasco estaba vulnerando el derecho de participación política y el principio de igualdad.

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Martínez ha ganado su escaño por Álava, la tierra de los Abascal, y ha confesado sentirse en la obligación de defender los "valores" de Vox, es decir, la oposición a los migrantes, la rebaja de impuestos y la reivindicación de la España rural. La diputada también consiguió que el TC autorizara  que el grupo mixto pasara a llamarse Grupo Mixto Vox en la asamblea autonómica.