Ni siquiera el dictamen del Comité de Derechos de la ONU pudo llevar paz al campo del independentismo catalán, más bien todo lo contrario. Como era de esperar, la Mesa del Parlament confirmó la suspensión de Laura Borràs como presidenta de la Cámara porque no ve "ningún tipo de relación" entre la vulneración de los derechos civiles y políticos de los dirigentes del procés y los delitos de prevaricación y falsedad en documento mercantil que la Fiscalía endilga a la titular de Junts.

Marta Vilalta, portavoz de ERC, salió a cruzar a los posconvergentes y sostuvo que "equiparar la implicación de Jordi Turull con el caso de Laura Borràs" es hacer "un flaco favor al conjunto del movimiento independentista". El pedido de reconsideración y los argumentos de Borràs exponen hasta dónde aspira a llegar Junts en su pulseada con los republicanos. El caso es que la comparación entre Turull y la presidenta de Junts no fue avalada por uno de los implicados.

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De hecho, Turull aseguró que la decisión de la Mesa es un obstáculo para los acuerdos entre los partidos del Govern y, por lo tanto, la permanencia de Junts se definirá en las próximas semanas. "Nosotros después del Debate de Política General, en función de cómo haya salido, haremos la valoración, tomaremos una decisión y se someterá a la militancia", señaló el secretario general de Junts. El debate está previsto para la última semana de septiembre y no contará con la presencia de Borràs en la presidencia del Parlament.

El secretario general de Junts, Jordi Turull, y la presidenta de la formación Laura Borràs en la ejecutiva partidaria, el lunes pasado en Girona.

Europa Press

El lunes, antes de conocerse el dictamen de la ONU y la resolución de la Mesa, Turull había expresado que, a partir de una auditoría al pacto de gobierno con ERC, era evidente que la alianza no podía seguir adelante. Para Junts, ERC apenas tienen intención en avanzar sobre una consulta independentista. Fuentes que siguen las conversaciones entre ambos partidos dijeron a LPO que la intención de los posconvergentes es romper antes de las municipales de abril. 

El endurecimiento de la posición de Turull se explica por la presión del sector que sigue a la presidenta de la formación, y que considera que hay que radicalizar la estrategia para convertirse en el primer partido del independentismo

La competencia es clara entre las formaciones independentistas, pero el sector más moderado que representa Turull no quiere sacrificar los cargos y el poder territorial por una disputa electoral que puede terminar siendo contraproducente para todo el arco del independentismo. En ERC ven un desgaste en la coalición precipitada por Junts y señalan la negativa de los socios a designar un reemplazo para Borràs. "No puedes ser parte del Govern y apuntarle todo el rato en contra. No se puede ser parte del Govern y hacer oposición continuamente", dijo Vilalta. 

Por otra parte, el endurecimiento de la posición de Turull se explica por la presión del sector que sigue a la presidenta de la formación, y que considera que hay que radicalizar la estrategia para convertirse en el primer partido del independentismo. Ese sector ve en la figura de Borràs una dimensión simbólica capaz de dar réditos en las urnas y por eso la han transformado en la garantía de la permanencia de Junts en el Govern. El dictamen de la ONU solo dio más alas a esa tesis.

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Resulta difícil encontrar similitudes entre el caso por el que inhabilita a la presidenta de Junts y el encarcelamiento de los líderes del procés, pero es la línea que ha salido a reforzar el partido. Quizás por ello el presidente catalán también salió a reivindicar las consideraciones de Naciones Unidas. "La arbitrariedad de la justicia española deja al descubierto a ojos del mundo las vergüenzas del Estado", escribió Aragonès en Twitter.