En el Congreso de los Diputados y en los parlamentos autonómicos, los dirigentes políticos están elevando el tono en sus intervenciones. Sucedió con Raquel Rueda, la diputada de Vox que llamó "filoetarra" a los colegas de EH Bildu, y un día después con la ministra de Igualdad, Irene Montero, que acusó al PP de promover la "cultura de la violación". Ambas fueron reprendidas por las máximas autoridades del Congreso. Pero también ocurrió en Castilla y León.

Pablo Fernández, procurador y portavoz de Podemos en Castilla y León, apuntó contra el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo. "Usted encarna lo peor de la política. Usted es alguien que profesa con delectación la ideología fascista. Es alguien que tiene un discurso racista, machista, homófobo, xenófobo y clasista", lanzó Fernández, quien cuestionaba unas declaraciones de García-Gallarado sobre Pedro Sánchez.

Montero acusa al PP de "promover la cultura de la violación" y eleva al máximo la crispación en el Congreso 

El líder de Vox en la comunidad autónoma y número dos de Alfonso Fernández Mañueco había asegurado que el presidente conducía una "banda criminal", en alusión a Unidas Podemos y la base de apoyo en el Congreso. Sin embargo, para el titular de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán, Fernández se extralimitó y le retiró la palabra. "Yo no voy a retirar lo que pienso. Esto es una vergüenza... ¿A ver si no hay ideología aquí ahora?", contestó el dirigente morado. 

Usted es alguien que profesa con delectación la ideología fascista. Es alguien que tiene un discurso racista, machista, homófobo, xenófobo y clasista

No es la primera vez que Fernández y García-Gallardo se cruzan en las Cortes. Pero el jefe de Vox en Castilla y León no se siente amenazado: el partido de ultraderecha cuenta con la titularidad de las Cortes, la vicepresidencia de la Junta y las consejerías de la Presidencia, la de Industria, Empleo y Comercio y la de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural. De hecho, Pollán es un hombre de García-Gallardo.

 Juan García-Gallardo, vice de la Junta de Castilla y León,y el presidente de Vox, Santiago Abascal, en febrero pasado.

Quien salió en defensa de Fernández fue Francisco Igea, procurador de Ciudadanos y presidente del Grupo Mixto. En el último tiempo ha construido una relación personal y política con su colega de Podemos, aunque basada en la supervivencia. Naranjas y morados tienen un solo representante cada uno en las Cortes. A finales de septiembre, García-Gallardo había tildado de "imbécil" a Igea, su antecesor en el cargo.

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"Constantemente hay insultos, vejaciones continuas por parte de la bancada del Partido Popular y de Vox y esto se permite completamente por parte de la Presidencia por parte del señor Pollán, por parte de Vox", dijo Fernández, que pidió a Fernández Mañueco que cambiase al presidente de la cámara. "Creo que el Partido Popular tiene que entender que este deterioro institucional, que este deterioro democrático, es insostenible y que no todo debería valer en política", dijo.