
Arnaldo Otegi, inspirado en el proyecto de Yolanda DÃaz, busca reunir a la izquierda abertzale y a la izquierda no independentista en una gran frente amplio capaz de competirle al PNV en 2024. EH Bildu ha conseguido transformarse en la principal fuerza opositora del PaÃs Vasco y, en paralelo, en uno de los partidos que respalda al Ejecutivo de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. En la izquierda nacionalista piensan que es hora de dar el salto.
El independentismo se aferra al "efecto irlandés" para salir de su letargo
El Gabinete de Prospección Sociológica del gobierno vasco reveló a mediados de junio que el PNV lidera las preferencias para los comicios municipales y forales del próximo año, seguido por Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos. Más atrás vienen el PP y Vox, por lo que la idea de nuclear a toda la izquierda entusiasma a Otegi, que apunta a los jeltzales. Pero el coordinador general de Bildu tiene ordenar el espacio de la izquierda independentista.
Otegi desvinculó de la izquierda abertzale a Gazte Koordinadora Socialista (GKS), una agrupación que ha chocado con Ernai -la rama juvenil de Sortu- por las txosnas, y la calificó de sectaria por tener un "problema con la pluralidad". GKS es casi un regalo para el lÃder soberanista, porque puede presentar a la izquierda nacionalista como más moderada y "adulta", incluso para conducir una gran coalición con otras fuerzas progresistas de Euskadi.
El problema es que Otegi no deja de coquetear con el independentismo. Este viernes dijo que el referendo de autodeterminación anunciado por la mandataria escocesa Nicola Sturgeon es una inspiración para vascos y catalanes. "Es un debate democrático que deja las decisiones en manos de la gente. Este es el buen camino, lo que está de moda en Europa y lo que reclaman cada vez más pueblos", aseguró. Es difÃcil pensar cómo este tipo de posicionamientos puede encastrar con los lineamientos de la izquierda no independentista.
A diez años del fin de ETA, la izquierda vasca admite el "sufrimiento padecido" por las vÃctimas
Las formaciones que componen Bildu, asà como Junts, ERC y la CUP en Cataluña, tienen que azuzar las reivindicaciones soberanistas para retener a su electorado, aunque se confÃan en que el resto de los partidos progresistas del PaÃs Vasco les necesitan para acabar con la "hegemonÃa del PNV". La exconsejera Gemma Zabaleta, ya fuera de las filas socialistas, es una de las impulsoras de un frente unido de las izquierdas vascas.
Javier Madrazo, exlÃder de Ezker Batua, y Manuel DÃaz de Rábago, exmagistrado del Tribunal Superior de Justicia del PaÃs Vasco, también promueven la unidad con Bildu a la cabeza y el respaldo de PSE y Podemos. Los referentes se han encontrado en Bilbao y San Sebastián y buscan vehiculizar la alianza en próximos encuentros, si bien Madrazo y DÃaz de Rábago intentan cuadrar las demandas sociales con el claro liderazgo independentista de Otegi.
El modelo es la coalición al frente del gobierno central, la experiencia en AndalucÃa y "Sumar", el flamante proyecto de la vicepresidenta segunda. Para Otegi y los suyos se trata de instalar el discurso de un partido de gobierno capaz de llegar a consensos con otras fuerzas, liderar a la izquierda en su conjunto y, sin ningún tipo de complejos, apuntalar los planes soberanistas. Ninguna formación de la izquierda vasca ha podido destronar a Bildu. Desde esa posición es que negocia los términos del frente amplio.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.