La campaña en Castilla y León está llegando a su recta final. La cuenta regresiva ha tenido su pistoletazo de salida este domingo con el desembarco de los ases nacionales de la baraja, los caciques que -desde Madrid y con viajes relámpagos-, intentan sumar los últimos apoyos en una partida que tiene un final más que incierto.
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Las apariciones en el terreno del presidente Pedro Sánchez, del lÃder del PP, Pablo Casado, y del máximo referente de Vox, Santiago Abascal, estaban programadas desde hace semanas. Se sabÃa que sus discursos de este domingo, por calendario, iban a estar salpicados por el resultado de la votación de la reforma laboral.
Nadie imaginó, sin embargo, unas retóricas tan empapadas por la crispada y convulsionada coyuntura nacional. Si algo han dejado claro los mÃtines de este domingo es que lo sucedido dÃas atrás en el Congreso ha cambiado semblantes, ánimos y proyecciones. "Ha sido un bombazo", reconocen los estrategas de campaña en Castilla y León sobre este inesperado impacto.
En el PSOE, por ejemplo, están convencidos de que su candidato, Luis Tudanca, está todavÃa "en partido". En Ferraz creen que las últimas semanas -con el colofón de la reforma laboral- han sido de puro crecimiento y fortalecimiento. Y que ese impulso se sentirá el 13 de febrero en las urnas, pese a que las encuestas siguen arrojando datos pocos alentadores (con el 29,4% del apoyo del electorado y entre 26 y 30 procuradores, según el último sondeo de Sigma Dos para El Mundo).
No en vano, tanto el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, como el expresidente José Luis RodrÃguez Zapatero, eligieron un tono muy triunfalista al arropar a Tudanca en León, en el acto de campaña más multitudinario de los socialistas.
"Lo que sucedió el pasado jueves en el Congreso fue que ganó el avance social, España, y perdió la oposición negacionista del PP", dijo, exultante, el presidente, quien llamó al pueblo de Castilla y León a votar "por la buena polÃtica".
"Hubo justicia poética. Ganaron los trabajadores y perdió el PP", amplió Zapatero sobre la aprobación de la Reforma Laboral. Y remató: "Son especialistas en meterse goles en propia meta. Es lo que les va a pasar en Castilla y León".
En el PP, parece ya no quedar nada de aquel triunfalismo de comienzos de campaña, cuando se auguraba un triunfo igual de arrollador al de Isabel DÃaz Ayuso en Madrid. La preocupación, por estas horas, es doble: la candidatura de Alfonso Fernández Mañueco está "estancada" y lejos de la mayorÃa absoluta (41 escaños). Para males: el poco crecimiento que experimenta la derecha en la recta final lo está capitalizando todo Vox, considerado más un rival que un socio en estas elecciones autonómicas.
La preocupación es tal -la encuesta de Sigma Dos arroja un retroceso de 3,8 puntos en el último mes, sumando entre 34 y 37 escaños- que Casado le pidió este domingo a los votantes de Castilla y León que no busquen "carambolas de billar" con Vox, por esas papeletas implican "ayudar a Sánchez y a Podemos".
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La ultraderecha -poco afectada por el cimbronazo de la Reforma Laboral- hace oÃdos sordos a las crÃticas del PP y confÃa en su potencial autonómico. Las últimas encuestas sitúan al partido de Abascal con una cosecha cercana al 13% de los votos, el triple de la última elección. De confirmarse esta tendencia, el salto en escaños serÃa contundente: de uno (actual) a diez.
Abascal estuvo este domingo en Salamanca junto al candidato a la Presidencia de la Junta, Juan GarcÃa-Gallardo, haciendo valer estos números. "Si no hay mayorÃa, el mensaje de los castellanos y leones será claro: habrá que hablar y llegar a acuerdos", le avisó al PP.
El lÃder de Vox dijo que "el PSOE es el enemigo del pueblo español y una catástrofe para España". "Porque el escenario con el PP es malo, pero aún puede ser peor. Nosotros salimos a ganar, pero no estamos cerca de la mayorÃa absoluta", sentenció.
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La izquierda también está movilizada en esta recta final de campaña. El exvicepresidente y referente de Podemos, Pablo Iglesias, se trasladó este domingo a León para acompañar al candidato de coalición (UP-IU) Pablo Fernández. Lo mismo hará esta semana la actual vicepresidenta Yolanda DÃaz con un acto de cierre en Castronuño, un pequeño municipio de Valladolid (800 habitantes) gobernado por los morados.
El objetivo en estos últimos dÃas de campaña es claro: que la figura de DÃaz ayude a sumar un tercer diputado, uno más de los dos actuales, tal como vaticinan algunos sondeos.
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