"No puedo dejar entrar en mi Gobierno a aquellos que niegan la violencia machista". La frase tiene autoría. La pronunció María Guardiola, la candidata del PP a la Junta de Extremadura, al romperse las negociaciones con Vox para obtener una mayoría absoluta. 

La frase, sin embargo, no es hoy una bandera política de Génova. En Valencia, los populares se saltaron esta línea roja y formaron gobierno con el negacionismo de la ultraderecha, que ha impuesto el término violencia familiar en lugar de violencia de género.

Las contradicciones del PP son tan incómodas que hasta el propio Alberto Núñez Feijóo patinó en su última entrevista al calificar de "divorcio duro" a la violencia que ejerció el candidato de Vox en Valencia, Carlos Flores, condenado en 2002 a un año de prisión por este delito.

Vox rechaza el pacto que le propone el PP en Extremadura y le entrega la presidencia al PSOE

Guardiola cargó contra Vox al asegurar que no puede formar un Ejecutivo de coalición a quienes están "deshumanizando a los inmigrantes y a quienes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI". "Iremos a elecciones si hay que ir", aclaró.  

Agregó que no está dispuesta a "firmar un acuerdo lleno de condiciones, ni a regalar consejerías ni a entrar en batallas culturales superadas", en clara referencia a la violencia machista".

La socialista Blanca Martín, elegida presidenta de la Asamblea al no cerrarse el acuerdo entre PP y Vox.

Europa Press

Lamentó que Vox pretenda conseguir en los despachos lo que no puedo conseguir en las urnas y que haya enviado un emisario desde Madrid al (calificó de "capataz del señor feudal" a Jorge Buxadé) a negociar un acuerdo. 

Todo se ha teledirigido desde Madrid. Vox, lo que ha demostrado, ha sido que cuando ha estado en su mano cambiar y sacar a un Gobierno del PSOE, pues ha preferido que nada cambie. Y parece que nos obligan a ir a elecciones, y me entristece enormemente porque en política lo que hay es que demostrar altura de miras

Guardiola explicó que a última hora, ante el punto sin retorno de las negociaciones, su formación le hizo una una nueva oferta a Vox, ofreciéndole una secretaría en la Mesa de la Asamblea y el senador autonómico que le corresponde al PP, además de la presidencia de la propia Cámara. 

"No les ha parecido suficiente. Han antepuesto sus ansias de poder y esa soberbia al cambio. Vox no ha sido capaz de ver más allá de su propio obligo. Ellos hablan mucho de cambio, pero a la hora de la verdad solo proponen medidas obsoletas", criticó. 

El "antisanchismo" crece con fuerza y el PP y Vox rozan la mayoría absoluta

"Todo se ha teledirigido desde Madrid. Vox, lo que ha demostrado, ha sido que cuando ha estado en su mano cambiar y sacar a un Gobierno del PSOE, pues ha preferido que nada cambie. Y parece que nos obligan a ir a elecciones, y me entristece enormemente porque en política lo que hay es que demostrar altura de miras", sentenció.

PP y VOX no son capaces de ponerse de acuerdo porque Extremadura les da igual y obedecen a estrategias de sus partidos a nivel estatal.