La Comunidad Valenciana es la más perjudicada por el sistema actual de financiación autonómica. Según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), la región obtuvo unos 2.247,1 euros por habitante en 2021, muy lejos de Cantabria y La Rioja, que recibieron 3.278,9 y 3.238,6 euros, respectivamente. Un cambio en el modelo ha estado en el centro de las promesas de Ximo Puig, pero en el PP dicen que el dirigente socialista llega tarde a la reforma.
"Se necesita un pacto de Estado que tenga que ver con las comunidades autónomas y con el Congreso. Hoy parece difícil, pero es tan difícil como irrenunciable para nosotros", dijo el presidente autonómico este fin de semana, admitiendo un desacuerdo con Pedro Sánchez, quien no ha intentado revertir esta situación desde que arribara a Moncloa.
Puig sabe que los socialistas valencianos están en la cuerda floja de cara las elecciones de mayo, y por primera vez la idea de que el Botànic repita parece desafiada por el PP.
Alberto Núñez Feijóo reconoce públicamente que los populares irán por la Comunidad Valenciana y por eso ha puesto el modelo de financiación autonómica en la agenda electoral. El líder del PP aseguró semanas atrás que la reforma era urgente porque existe "un desequilibrio y una discriminación en perjuicio de los servicios públicos". Pero insiste en que Sánchez no impulsará una reforma en ese sentido hasta no acordar con ERC un modelo que suponga mayores beneficios para Cataluña.
Más allá de la retórica preelectoral, Feijóo explotará la cuestión de la financiación en Valencia, como reconocieron desde Génova a LPO, para apuntalar a Carlos Mazón. Después de todo, fue Feijóo quien buscó convertirse en el líder de la reforma exigida desde los territorios.
Feijóo busca extinguir a Vox y forzar un adelanto electoral en Valencia antes de mayo
Meses antes de convertirse en el jefe de los populares, el entonces presidente de la Xunta de Galicia recibió a siete líderes comunitarios en Santiago de Compostela, en noviembre del año pasado. Entre ellos estaban dos socialistas díscolos: Guillermo Fernández Vara y Emiliano García Page.
Puig no participó de esa reunión, pese a tener un buen vínculo con Feijóo. Pero ahora el líder nacional del PP se ha apartado de las posiciones más moderadas y tiene previsto que la campaña pase por Valencia, con una intermunicipal cerrada para inicios de febrero. El objetivo en Génova era forzar unos comicios adelantados en la Comunidad Valenciana, pero han abandonado la iniciativa porque hay confianza en que es posible ganarle a Puig en mayo sin una jugada que sea mal percibida por los votantes en el resto de España.
Puig apura a Feijóo y a Mazón a que apoyen el esquema que prepara el Ministerio de Hacienda, lo que implica una negociación entre el PP y el PSOE. Pero el presidente valenciano no recibe respuesta de Moncloa y por eso ha optado por una campaña descentralizada y enfocada en la comunidad, mostrando una relativa distancia con Sánchez, mientras los populares buscarán todo lo contrario. Ninguno de los dos grandes partidos puede perder Valencia si quiere llegar a Moncloa.
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