
MarÃa Chivite es una de las pocas socialistas que ha conseguido retener su territorio tras el fatÃdico 28M, aunque todavÃa no puede cantar victoria. Es que la presidenta en funciones del gobierno navarro depende de la última jugada de EH Bildu, que ha resuelto consultar a la militancia sobre la abstención en el proceso de investidura, previsto para este sábado. Tanto los socialistas como los abertzales confÃan en que Chivite terminará confirmándose en el cargo.
El PSN espera que las bases de Bildu destraben la investidura luego de que el martes se llegara a un acuerdo de coalición con Geroa Bai y Contigo-Zurekin y que, además, ofrece guiños a Bildu para facilitar la continuidad de Chivite y garantizarse la gobernabilidad. "Van en la lÃnea de lo que siempre han manifestado de prioridades sociales en las que mejoremos derechos y libertades, en las que fortalezcamos los servicios públicos", dijo el portavoz parlamentario del PSN, Ramón Alzórriz.
El acuerdo entre las formaciones fue armónico y sin demasiados escollos en el camino. Geroa Bai conserva cuatro consejerÃas, si bien le cede la de Vivienda a Contigo-Zurekin, la única en manos de la parte minoritaria de la alianza. El de Chivite será uno de los pocos gobiernos regionales de signo progresista en caso de prosperar, si bien los diputados del socialismo muestran preocupación por la estabilidad de la legislatura.
Bildu se queda con Vitoria y le planta cara al PNV en el PaÃs Vasco
"Vamos a ser también un baluarte de la convivencia, una convivencia plural, y la defensa de nuestro autogobierno dentro del marco constitucional va a ser también uno de los estandartes de nuestra legislatura", prometió este miércoles la dirigente socialista al salir de la reunión con el titular del Parlamento foral, Unai Hualde, quien apuró el proceso de investidura en primera y segunda votación para este fin de semana.
Chivite ha congregado alrededor suyo a dos coaliciones distintas, una que combina nacionalismo con socialdemocracia (Geroa Bai) y otra que representa a la izquierda clásica, con cierta inspiración autonomista (Contigo-Zurekin), y todos juntos suman 21 escaños, por lo que la abstención de Bildu será clave para investirle. Lo cierto es que los abertzales emergieron como la tercera fuerza polÃtica más votada detrás del PSN y UPN con 9, 11 y 15 escaños, respectivamente.
Bildu ha buscado convertirse en un árbitro en las cortes navarras, un espacio ineludible para la gobernabilidad. Primero le ha cerrado el paso al bloque de la derecha, que con su unidad se acercaban a los 20 escaños, muy cerca del bloque encabezado por Chivite. Más tarde amagó con integrarse al acuerdo con el PSN cuando Geroa Bai sugerÃa un portazo en medio de las negociaciones. Ahora tiene la llave del próximo gobierno, estando fuera de él.
Urkullu cruza a Otegi para frenar el crecimiento de Bildu en Pamplona, Bilbao y Vitoria-Gasteiz
En el PSN esperan que se cumplan las acusaciones de la derecha -que la consulta de Bildu es un montaje para justificar la abstención-, que los abertzales presentan como una comprensión de sus bases al esfuerzo de estas semanas, y que la decisión de la militancia de Bildu le otorgue un nuevo mandato. Si eso ocurre, y parece que el camino está pavimentando en esa dirección, Chivite tendrá que entenderse más y mejor con la tercera fuerza del Parlamento.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.