Guillermo Fernández Vara reconoció hace unas semanas que, en caso de ganar, será su cuarto y último mandato. El presidente extremeño tiene asegurado el triunfo el 28 de mayo, según las encuestas más recientes, pero tendrá que cohabitar con Unidas por Extremadura, la pata regional de Podemos e Izquierda Unida, un escenario para nada deseado por el barón socialista.
Por otra parte, la presidenta del PP de Extremadura, María Guardiola, viene creciendo en esos mismos sondeos, pese a que es una cara nueva para los votantes y los populares solo han hecho pie en la comunidad con José Antonio Monago, predecesor y sucesor de Fernández Vara por cuatro años, entre 2011 y 2015. Guardiola ha modificado casi toda la lista para la Asamblea, con un 52 por ciento de mujeres, y espera que ese giro sea retribuido en las urnas.
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De acuerdo a IMOP para El Confidencial, el PSOE ganaría con el 42,40 por ciento de los votos, aunque quedaría en 33 escaños, cuatro menos que ahora, que le dejaría sin la mayoría absoluta. En tanto, Unidas por Extremadura, le sumaría los votos que faltan para llegar a esa mayoría. Si no acepta esa alianza, Fernández Vara se quedaría sin ese último mandato que prometió.
El sondeo de IMOP también deja en buena posición al bloque de la derecha, con Guardiola llegando a los 24 escaños, mientras Vox, que debutaría en la Asamblea, alcanzaría los 7 diputados. Los populares cuentan hoy con 24 escaños. Los siete de Ciudadanos serían repartidos entre el PP, PSOE y Vox.
El PSOE ha encargado una encuesta a Celeste-Tel que confirma la tendencia, si bien el PP se haría con 26 escaños y Vox, más modesto, conseguiría 4. Con todo, Fernández Vara es el único líder que aprueba con un 5.1, que es un reflejo de la vigencia y el respaldo a su gestión. El presidente extremeño paga por el desgaste de las siglas.
Quien más está levantando el tono en Extremadura es Guardiola, que busca pegarle tanto a Fernández Vara como a Ángel Pelayo, candidato de Vox. "Es el barón socialista más sumiso y el comercial número uno de Sánchez. Ha decidido atar su destino al de Pedro Sánchez y se ha olvidado de defender a los extremeños", dijo.
Sobre un gobierno con los ultras, dejó en claro que "lógicamente el Gobierno que quiero presidir no va a cuestionar a quién se ama y cómo se ama". "No podemos criminalizar a la inmigración en un país y en una región que no seríamos lo que somos sin ella", agregó. Todos saben que, para tener alguna oportunidad en las urnas, deben simular la moderación y los tonos del presidente.
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