
En Moncloa están seguros de que podrán hacer una diferencia en Cataluña. El Gobierno de Pedro Sánchez ha arriesgado buena parte de su capital polÃtico al meterse de lleno en la crisis post procés y llegar a acuerdos mÃnimos con la Generalitat. El presidente del Ejecutivo central ha estado el jueves en Barcelona junto a su candidato, Jaume Collboni, y regresará a la capital catalana dos dÃas antes de las elecciones, en una apuesta total por el PSC.
La última encuesta del diario Ara muestra que Collboni y Ada Colau están cabeza a cabeza. Con la Comunidad Valenciana en peligro de caer en manos populares, Sánchez quiere asegurarse triunfos en municipios catalanes y, por supuesto, en Barcelona. El presidente viajará además a Lleida, donde apuntalará al alcaldable socialista Fèlix Larrosa en la carrera por destronar a ERC del ayuntamiento.
Los republicanos también mandan en Tarragona, un bastión que Rubén Viñuales, candidato de Sánchez y Salvador Illa, quiere recuperar para el partido. "Nunca forjarÃa un pacto de perdedores que tuviera como objetivo sumar con quien sea, grupos anti-sistema incluidos, con el único propósito de evitar que gobierne quien ha ganado las elecciones", sostuvo en relación con Pau Ricomà en entrevistan a Catalunya Press.
"Hay que convocar a la mayorÃa social de barceloneses a recuperar con su voto la mejor versión de Barcelona", defendió Sánchez en el Parc del Fòrum de Sant Adrià de Besòs. El presidente empuja una capital sin control independentista o "populista", como considera a Ada Colau, dos veces alcaldesa y la referente de Yolanda DÃaz en la ciudad condal. Allà no solo enfrentará a ERC sino a la apuesta de Sumar.
Las encuestas para la Generalitat ubican a Illa por encima de ERC y Junts luego del espaldarazo de Sánchez y el consejo de negociar los presupuestos autonómicos y dividir al espacio independentista. Moncloa quiere una Cataluña pintada de rojo o, al menos, un mosaico de partidos en minorÃa y de escaso azul. En comunidades donde los barones dicen que resta, Sánchez suma en Cataluña.
En la primera foto que el presidente del Gobierno colgó a Twitter en la cuenta de Moncloa llevaba puesta una camiseta de Barcelona '92. Posó junto a sus ministros por primera vez en las puertas de Llotja de Mar, en Barcelona. La crisis en Cataluña es la obsesión del lÃder de los socialistas, y ganar allà también lo es.
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