El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, fue detenido este jueves en la isla de Cerdeña, Italia, donde iba a mantener una reunión con políticos locales. La decisión responde a la orden de detención internacional emitida por el Tribunal Supremo por la causa de sedición, tras el fallido referéndum independentista de octubre de 2017. De esta forma, Puigdemont queda a disposición de la justicia de Cerdeña.

Pere Aragonès condenó lo que considera una persecución y señaló que "la amnistía es el único camino y la autodeterminación, la única solución". El expresidente de la Generalitat Quim Torra le envió "ánimo y fuerza" a su antecesor en el cargo y afirmó que la extradición sería "catastrófica".

Junts informó a través de Twitter que Puigdemont "está asistido por su abogado, Gonzalo Boye, y un equipo de abogados italianos". La detención sacude el tablero político, en momentos en que avanza, pese a las dificultades, la mesa de diálogo entre el Ejecutivo de Pedro Sánchez y el Govern. 

La amnistía es el único camino y la autodeterminación, la única solución

Las conversaciones con Madrid para destrabar el conflicto en Cataluña han ocasionado roces entre Aragonès y sus socios de gobierno de Junts, el partido de Puigdemont, quien la semana pasada llamó a boicotear cualquier tipo de entendimiento que no pusiera sobre la mesa la autodeterminación y la amnistía general.

El futuro de Puigdemont cambiará las reglas y el destino del diálogo con la cuestión latente de un posible indulto en caso de ser extraditado que ha servido a la oposición para cuestionar a Sánchez. De hecho, Pablo Casado, líder del PP, fue uno de los primeros en reaccionar a la noticia. "Puigdemont tiene que ser juzgado en España por su golpe a la legalidad constitucional y Sánchez tiene que comprometerse a respetar la sentencia de la Justicia sin indultos a cambio de permanecer en el poder", expresó.

Varias personas acuden con pancartas en una concentración convocada contra la detención del expresidente Carles Puigdemont en l'Alguer (Cerdeña).

En esa misma línea se expresó la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que tras celebrar la detención deseó que "pueda ser trasladado a España y responder por sus acciones". Puigdemont abandonó España cuando la Fiscalía presentó una querella contra los dirigentes independentistas por delito de rebelión. Por su parte, Santiago Abascal, líder de Vox, dijo que esperaba que "la justicia le siente en el banquillo y condene sus crímenes antes de que el gobierno le vuelva a poner en la calle". 

Puigdemont tiene que ser juzgado en España por su golpe a la legalidad constitucional y Sánchez tiene que comprometerse a respetar la sentencia de la Justicia sin indultos a cambio de permanecer en el poder

Previamente había sido detenido en Alemania, aunque no fue extraditado a España, como pedía la justicia española. Bélgica también se negó a entregarlo para ser juzgado en territorio español. Y pese a ser diputado de la Eurocámara, el expresidente catalán perdió su inmunidad parlamentaria, lo que ha facilitado su detención en Cerdeña.