Alberto Núñez Feijóo lleva obsesionado con Cataluña desde su investidura como líder nacional del PP. Si quiere llegar a Moncloa, el dirigente gallego deberá sacar un buen resultado en las generales y, previamente, en las municipales de mayo. A los populares les ha costado hacer pie en tierras catalanas tras el 1-0 y la aplicación del artículo 155, y Feijóo quiere pasar de página con una serie de candidatos centrados en la gestión y alejados de la discusión ideológica sobre el independentismo.
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Para el equipo de Feijóo "no sobra nadie" en el PP catalán y por eso ha escenificado la unidad del partido con un acto en apoyo de Daniel Sierra, alcaldable en Barcelona, el epicentro de la estrategia popular para recuperar votos. Bajo el lema "La Barcelona sensata", en la presentación de Sierra estuvieron el presidente del PP de Cataluña, Alejandro Fernández -cuestionado por la nueva dirección nacional-, el del PP de Barcelona, Manu Reyes, candidato a la alcaldía de Castelldefels, y sorpresivamente, Cayetana Álvarez de Toledo.
La exportavoz en el Congreso volvió a la primera plana después de haber cultivado un bajo perfil. Álvarez de Toledo busca repetir en las listas del PP y ha asegurado en una entrevista con Federico Jiménez Losantos que tuvo una conversación amena con Borja Sémper, fichado por Feijóo para portavoz de la campaña popular. La foto de la familia catalana del PP es un guiño a la diputada por Barcelona, pero su futuro resulta incierto en términos electorales.
El perfil moderado de Feijóo nunca coincidió con el tono y las declaraciones de Álvarez de Toledo y respiró aliviado con Pablo Casado finalmente la cesó. A partir de allí pasó a ser una diputada rasa y se acercó a los planteos de Vox respecto a Pedro Sánchez -respaldó la idea de una moción de censura impulsada por Santiago Abascal- y la política de Inés Arrimadas hacia la cuota de catalán en las escuelas. Se especuló con que daría el salto hacia la formación ultra, ya con Ciudadanos en estado terminal, y las conversaciones siguen abiertas.
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En el acto también estuvieron Alberto Fernández Díaz, excandidato a la alcaldía de la ciudad condal, Santiago Fisas, que había criticado la estrategia de Álvarez de Toledo y dejado el PP para crear la formación catalanista Lliga Democràtica, Manuel Milián Mestre, histórico del partido y alejado por la política de Casado hacia Cataluña, y Xavier García Albiol, que repetirá como candidato en Badalona y miembro del equipo de campaña, pese a su aparición en los Papeles de Pandora.
En el PP le atribuyen la convocatoria y la capacidad de acercar a díscolos a Feijóo. El líder popular está convencido de que Sierra tiene posibilidades de remontar y hasta incidir en la próxima formación del gobierno municipal. El cálculo es el siguiente: Ada Colau está a la baja y sin Jaume Collboni, que renunció como primer teniente de alcalde para la campaña, el independentismo ha agotado la prédica secesionista y Junts ha tenido que recurrir a Xavier Trias y por primera vez en años el PP puede capitalizar el voto perdido de Ciudadanos y ganarle electores a Vox.
Los populares creen que la formación ultra podría ganar votos, pero que los naranjas ya están fuera de juego. La incógnita es cómo actuarán los Valents de Eva Parera y si habrá algún tipo de acuerdo con el partido de derecha que ha acogido a cargos y votantes de Ciudadanos. Valents, surgido de la candidatura de Manuel Valls, levanta la bandera del constitucionalismo, algo que el PP reclama para sí. Feijóo insiste en que el PSC ha pactado con los independentistas de ERC y los "populistas" de Colau, excluyéndolo de esa categoría.
En el PP nacional dicen a LPO que las alianzas y los apoyos serán decididos por Sierra y por las direcciones locales y autonómicas. También aseguran que no es el momento de definir candidaturas para el Congreso, dejando en un limbo el futuro de Álvarez de Toledo y menos lo que pasará con Alejandro Fernández, que se juega la permanencia al frente del partido. Pero Feijóo tendrá el ojo puesto en Cataluña todo este año porque sabe que allí se definirá el próximo inquilino de la Moncloa.
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