Pere Aragonès aprovechó el mensaje de Navidad para llamar a un nuevo referéndum independentista en 2023. El presidente de la Generalitat defendió el "derecho a decidir" de los catalanes, en un desafÃo a Pedro Sánchez, con quien ERC ha pactado la eliminación del delito de sedición y la reforma a la malversación. En pleno clima preelectoral, el mandatario catalán arremete y deja a Moncloa en una mala posición.
"En la sociedad catalana hay un amplio consenso sobre la necesidad de resolver el conflicto con el Estado votando. Por eso, este 2023 la Generalitat impulsará un debate, una gran conversación, para visualizar un acuerdo entre nosotros sobre cuándo Cataluña tiene que poder volver a ejercer el derecho a decidir", dijo Aaragonès, que esta vez involucró a Sánchez en la negociación de la consulta.
La idea de un referéndum abona las crÃticas de la oposición, que durante la actual legislatura ha insistido en que la mesa de diálogo entre el Govern y Moncloa es un espacio para acordar la impunidad de los dirigentes del procés. De hecho, la secretaria General del PP, Cuca Gamarra, aseguró que los independentistas "cuentan con la inestimable colaboración de Sánchez debilitando al Estado para ello". "Nunca soñaron ir tan rápido y llegar tan lejos", dijo en relación con las últimas reformas.
Carlos Carrizosa, presidente del grupo de Ciudadanos en el Parlament, fue igual de lapidario y señaló que "el separatismo está encantado con que Pedro Sánchez haya convertido la Moncloa en la nueva sede del procés". Las declaraciones de Aragonès en clave electoral -busca mantener el predominio en el espacio independentista ante Junts- son un golpe para Sánchez y el PSC, porque los indultos y las modificaciones al Código Penal son percibidos como concesiones, por más que Moncloa apele a la convivencia y la distensión.
Por eso Sánchez se refirió al tema durante la comparecencia de este martes: "Son debates del pasado. La independencia no cabe en la Constitución española". "Podrán reclamar lo que quieran, pero no se va a producir. ¿Desde la moción de censura, cuántas veces han dicho que se iba a celebrar un referéndum de independencia?", se preguntó el presidente, quien sostuvo que la situación actual en Cataluña "no tiene nada que ver con 2017".
Sánchez destacó que lleva cuatro años en Moncloa "y no se ha hecho ninguna consulta", como sà ocurrió bajo el gobierno de Mariano Rajoy. Salvador Illa fue el primero en cruzar a Aaragonès, antes que Sánchez y pese a haber abierto la puerta a una consulta sobre el autogobierno, que los partidos de la derecha interpretaron como un nuevo referéndum.
"El señor Aragonès tiene el gobierno catalán más débil de la historia. ERC debe entender la fuerza parlamentaria que tiene y debe ceder. Nosotros queremos ejercer la responsabilidad, pero eso no significa hacer seguidismo", disparó el lÃder del PSC. "Él sabe que este referéndum del que habla no se hará. Hay que hacer cosas posibles como volver a liderar la economÃa de España recuperando la economÃa catalana", continuó Illa.
