Los republicanos saben que Junts no puede apoyar las cuentas públicas. Los posconvergentes han apostado por la salida del Govern y girado hacia la intransigencia, pese a que se sentaron a escuchar a los emisarios de Pere Aragonès. Las últimas declaraciones de los dirigentes de Junts dejaron en claro al presidente de la Generalitat que un acuerdo con el PSC es la única salida a disposición.
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El presidente de ERC, Oriol Junqueras, fue el encargado de apelar a los antiguos socios y les pidió el domingo ponerse "al servicio del paÃs, que se arremanguen, que se olviden de sus egoÃsmos, que superen su miopÃa", con la independencia como horizonte. En realidad, les instaba a acompañar los presupuestos para no romper la alianza independentista, si bien Josep Rius, portavoz de Junts, deslizó que Aragonès ya ha cerrado la negociación con los socialistas y los comunes.
La reforma al delito de sedición ha destrabado el acercamiento entre republicanos y socialistas en Cataluña. Marta Vilalta admitió que el Govern busca apurar las cuentas y este lunes puso en igualdad de condiciones al PSC y Junts, es decir, que si los últimos se niegan a pactar las cuentas entonces las cerraran con los primeros. "ERC está más pendiente de los acuerdos con el PSOE que de los retos y las necesidades de Cataluña", lanzó la semana pasada Mònica Sales, portavoz del grupo parlamentario de Junts.
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Por otra parte, Aragonès no quiere explicitar al PSC antes de sumar a los comunes. Su portavoz en el Parlament, David Cid, criticó que ERC esté "todavÃa demasiado condicionada por su relación con Junts" y subrayó la "incompatibilidad de proyecto polÃtico entre nosotros" y los posconvergentes, según dijo al medio El Nacional.cat. Los republicanos son presionados desde las fuerzas no independentistas, algo difÃcil de explicar a su electorado.
Pero como aseguró Gabriel Rufián desde el Congreso de los Diputados, ERC se guiará por el pragmatismo tanto en Madrid como en Cataluña. Con todo, Jéssica Albiach avisa al mandatario catalán que el tiempo se agota y el Govern no ha presentado toda la información requerida para enfrentar la negociación. Salvador Illa ha sido más enfático y aseguró que "la negociación tiene que ser de tú a tú" porque PSC y ERC tienen la misma cantidad de diputados.
Illa adelantó que si los republicanos no encabezan unas conversaciones sinceras entonces el PSC enmendará la totalidad de los presupuestos, lo que pondrÃa en riesgo su aprobación. El lÃder de los socialistas catalanes quiere incidir en la confección de los presupuestos tras una serie de desplantes y con las encuestas augurando un importante crecimiento para el PSC. Además, entiende que el de Aragonès es un Ejecutivo debilitado y sin demasiado margen de acción para hacer una gestión viable.
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Aunque le ha costado reconocerlo, ERC ha visto en el PSC la opción más fácil para agotar la legislatura con relativa estabilidad. Sin los socios del independentismo, los comunes son muy pocos y los socialistas tienen los votos suficientes como para hacer prosperar los proyectos del Govern. Requerirá mayor negociación y consensos, pero ninguna fuerza a excepción de Junts busca discordias a pocos meses de las elecciones municipales. Los presupuestos están destinados a convertirse en una pieza de cambio con la campaña a la vuelta de la esquina.
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