La suspensión de Laura Borrà s supuso un desafÃo para la dirección de Junts. Entre confrontar con las fuerzas independentistas y precipitar la salida del Govern o desmarcarse cada vez más de los republicanos mientras se resguarda el pacto de gobierno, los posconvergentes han optado por esta última opción. Es la más arriesgada, aseguran en el sector que sigue a Borrà s, pero la única forma de mantenerse en el candelero y competirle a ERC y PSC en las municipales de mayo.
Hasta el momento, la formación independentista no ha dado señales de sustituir a Borrà s en la presidencia del Parlament, pese a que ERC anima a sus socios a proponer una fórmula capaz de salvar los acuerdos de 2021. Alba Vergés, vicepresidenta primera del Parlamento catalán, lamentó la "situación de interinidad" en la Cámara. El factor que frena a Junts es la propia figura de Borrà s, quien además de ser la titular de la formación representa el activo polÃtico más calificado. "Laura no tiene sustituto", defienden desde la dirección del partido.
La interna del independentismo impulsa a los socialistas catalanes y da aire a Sánchez
Pero en Junts también quieren probar la lealtad de sus socios y seguir de cerca los próximos pasos. DÃas atrás, Salvador Illa reconoció que los socialistas catalanes están abiertos a pactar con fuerzas progresistas tras las municipales e incluso no descartó unirse a ERC para hacerse con Barcelona. El grupo del secretario general Jordi Turull piensa que la mejor manera de descifrar las intenciones de los republicanos es seguirles de cerca. Fuentes de esa tendencia aseguran a LPO que la salida del Govern no ha estado en discusión.
El camino intermedio que acordó la dirección requiere mantener en la indefinición el reemplazo de Borrà s, algo que sus seguidores consideran esencial para empujar la narrativa sobre una persecución polÃtica, y no judicial, contra la presidenta suspendida. A cambio, el sector a la dirigente se compromete a moderar a las bases que exigen una salida del Govern. Un cuadro que viene de los tiempos de Convergència i Unió dice a este medio que el espacio que conducen Borrà s y Turull es un "partido de gobierno y de poder".
Borràs no quiere dimitir y tensiona con el sector más institucional de Junts
No son solo los cargos y los sueldos las razones que explican la permanencia de Junts, sino la capacidad de influir y mantenerse competitivo, administrar recursos y ampliar los márgenes a través de los ayuntamientos, sobre todo cuando se acerca la campaña. Y un "partido de poder" no puede perder lugares ni si quiera como parte de una estrategia que podrÃa rendir frutos a mediano plazo. Por otro lado, saben que ERC los necesita en la Generalitat.
Pere Aragonès descartó el jueves que el Ejecutivo se desintegre antes de agotar la legislatura. "Hemos estado trabajando muy bien con los consellers. Todos sin excepción están comprometidos con el Govern", dijo. A continuación, el presidente catalán volvió a mencionar la celebración de un referéndum de autodeterminación, un tópico al que debe recurrir para justificar la existencia misma del Ejecutivo y la unidad independentista. En ese campo, los republicanos y los posconvergentes mantienen el pulso más importante por el electorado. Los avances en la mesa de diálogo sin embargo dicen otra cosa.
Los de Junts encuentran en el acercamiento del mandatario catalán con Madrid una posibilidad de desmarcarse de ERC, si bien apenas registran cierta incongruencia entre autoexcluirse de la mesa de diálogo y permanecer al lado de la formación que la promueve. Los lÃmites nunca son claros para los posconvergentes, en particular para el liderazgo cauto de Turull, a quien los moderados le reprochan la defensa cerrada de Borrà s, mientras los más radicalizados le exigen que se retome el procés.
En la práctica, Junts funciona como un partido con dos bloques que conservan cierta autonomÃa pero generan consensos en los aspectos fundamentales. Ese espÃritu guiará la elección de los candidatos a las municipales: Barcelona es un dolor de cabeza, porque es la vidriera de los próximos comicios, la capital y un distrito donde las encuestas ubican al partido en cuarta posición. Quienes están alineados con Turull confÃan en que el proceso judicial y la intransigencia de los adeptos a Borrà s terminarán desgastando a ese sector y dando vÃa libre a las candidaturas moderadas.
Sánchez y Aragonès apuran la normalización en medio de la crisis de Junts y el auge del PP
En lo que coinciden estos dos bloques, fuera de cualquier especulación, es que ERC se está beneficiando del post 1-O a través de la mesa de diálogo, el tono conciliador con los socialistas y los comuns y la imagen de un independetismo "responsable", sin la exaltación de los de Junts y las posiciones de autodeterminación inmediata. Si quieren revertir el escenario, entonces deberán sumar fuerzas a pesar del destino de sus dirigentes.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.