Ricardo Nunes gobierna San Pablo, una ciudad que es un paÃs. Militante del MDB, el gran partido territorial del Brasil, se define como un polÃtico de centro. Sin embargo, cerró un acuerdo con Jair Bolsonaro que podrÃa garantizarle otro perÃodo como alcalde de San Pablo este domingo.
Nunes asumió su cargo a mediados del año pasado tras la muerte de Bruno Covas. Su trabajo es bastante particular: administra una megalópolis que tiene 12 millones y medio de habitantes y un PBI similar al de la Argentina.
El tránsito de San Pablo es uno de los más densos de todo el planeta, pero desde hace décadas la ciudad puso un plan de extensión de la red de subtes que agregará casi 40 kilómetros en los próximos cuatro años. Además, Nunes implementará una idea que no tiene antecedentes en las grandes ciudades: el transporte hÃdrico para dos zonas de la metrópoli.
-Usted tiene una función que es casi única en el mundo, gobierna una megalópolis. ¿Cómo es esa tarea?
-Es una responsabilidad muy grande. San Pablo es una de las mayores ciudades del mundo y nuestra región metropolitana es la cuarta más grande del planeta. Es una tarea que requiere bastante dedicación. Tenemos 12 millones y medio de habitantes, mientras que en Buenos Aires son 2,8 millones. ¿Qué se necesita? Un buen equipo para resolver los problemas. Creo que lo conseguimos y los resultados están a la vista, pero es un desafÃo gigante.
-San Pablo es una ciudad con distancias enormes dónde el tránsito es un problema muy grave, que además trae contaminación. ¿Cómo se hace para desalentar el uso del automóvil?
-Tenemos una amplia red de ómnibus y también de subterráneos. Actualmente tenemos 100 kilómetros de subtes y hay otros 40 en construcción que estarán listos en los próximos cuatro años. La gente está apostando por medios de transporte alternativos.
-¿Cómo cuáles?
-Por ejemplo, la bicicleta. Tenemos 700 kilómetros de ciclovÃas y para 2024 vamos a terminar otros 300 kilómetros. Además, la ciudad de San Pablo tiene dos grandes represas. La represa Billings y la represa Guarapiranga. Por esas zonas circulan más de 500 mil pasajeros. Estamos implementando el transporte hÃdrico. Con el uso de transporte hÃdrico para un trayecto que lleva una hora por vÃa terrestre, podemos reducirlo a ocho minutos yendo por el agua.
También buscamos llevar el empleo a dónde viven las personas y crear alojamientos en las zonas donde hay empleo. En este momento estamos intentando construir vivienda en el centro y llevar empresas a la periferia, asà la gente no tiene que trasladarse. Todo funciona en conjunto, necesitamos llevar a cabo varias acciones al mismo tiempo para poder dar respuesta a las demandas de una ciudad de 12 millones y medio de habitantes.
-La inseguridad es un problema de casi todas las grandes ciudades del mundo y San Pablo no es la excepción, ¿qué herramientas utiliza para combatirla?
-Algunos Ãndices de San Pablo son mejores que los de Nueva York, por ejemplo los homicidios. En Nueva York es de 4,7 cada cien mil habitantes y nosotros tenemos 4,6 cada cien mil. Pero evidentemente la gente no está satisfecha, hace falta mejorar bastante.
Una de mis actividades en Buenos Aires fue visitar un centro de monitoreo de la PolicÃa de la Ciudad. Según me dijeron los robos de vehÃculos bajaron de 500 mensuales a 50. El uso de las cámaras y la tecnologÃa para leer las patentes fueron muy importantes. En San Pablo estamos haciendo eso mismo. Con el Smart Sampa vamos a crear un gran centro para monitorear 20 mil cámaras que controlan placas y hacen reconocimiento facial. También estamos agrandando la policÃa local. Tenemos a la policÃa militar y en la ciudad también está la guardia civil metropolitana con 5950 hombres y vamos a sumar a mil más.
-¿Es el único enfoque?
-No. La cuestión más importante es combatir la desigualdad social. Los últimos datos oficiales muestran que el último año San Pablo creo 336 mil empleos. Ese dato por sà solo no indica gran cosa, pero la segunda ciudad en creación de empleo fue RÃo de Janiero con 82 mil empleos. RÃo tiene la mitad de la población, pero nosotros crecimos cuatro veces más. Combinando ese crecimiento con el mejoramiento de las herramientas de la policÃa tenemos posibilidades de bajar la criminalidad.
-En pocos dÃas Brasil elegirá a su próximo Presidente. Usted está más cerca de Bolsonaro, pero ¿qué sucederá con Brasil en el futuro si gana Bolsonaro o si gana Lula?
-Yo creo que ganará Bolsonaro, pero aunque gane Lula la diferencia será muy pequeña. Es una elección muy disputada y polarizada. Independientemente de que gane uno u otro, el sistema democrático brasileño está muy consolidado.
El dÃa después de las elecciones se van a calmar los ánimos. Mientras que Argentina está llegando al 100 por ciento de inflación, con Bolsonaro tenemos deflación con crecimiento. La continuidad de los lineamientos instituidos por el ministro de Hacienda, Paulo Guedes, es muy importante. Si gana Bolsonaro van a continuar y si gana Lula espero que lleve a la economÃa dentro de esos parámetros. Qué se enfoque en la generación de empleo y vivienda y mantener la cuestión de la deflación y estabilidad económica y disminuir las desigualdades sociales. No podemos darle dinero a la gente, hay que darle oportunidades de empleo o de que puedan ganarse el sustento.
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