Renato Freitas es una figura joven en la que muchos depositan grandes expectativas. Negro, de izquierda y activista de los Derechos Humanos, fue concejal en Curitiba y ahora fue electo diputado por el estado de Paraná, bastión de Sergio Moro y epicentro de las protestas en favor de la prisión de Lula durante la Operación Lava Jato.
Por ese estado, fue electo Moro como Senador y el ex fiscal Deltan Dallagnol cuyo mandato fue revocado recientemente por violar la ley de ficha limpia que prohibe que funcionarios judiciales puedan ocupar cargos públicos si tienen procesos abiertos.
Freitas recibió a LPO en la sede de la Casa Patria Grande Néstor Kirchner donde brindó una charla con dirigentes del kirchnerismo. En ese marco, afirmó que Curitiba es "la cuna del fascismo" y asegura que el bolsonarismo no fue derrotado y puede volver a gobernar si la izquierda no lograr imponer su agenda.
A su vez, confÃa en que habrá un recambio generacional dentro del PT y remarca la importancia de aprobar la ley para regular los contenidos de las grandes plataformas "utilizada por la ultraderecha".
El diputado petista visitó Buenos Aires para conocer la construcción polÃtica de los movimiento sociales en Argentina, tuvo encuentros con sectores del kirchnerismo y con el secretario de Relaciones Internacionales del Partido Justicialista, JoaquÃn Ribera, el Director General de Acción Gubernamental de la SecretarÃa General de la Presidencia, Camilo Vaca Narvaja y el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi.
En ese sentido, le dedica un tiempo a la elección en Argentina y asegura que "es un riesgo que la derecha vuelva a gobernar". "Atenta contra toda posibilidad de integración", considera.
-¿Crees que Lula va a poder reorientar la relación bilateral entre Brasil y Argentina después de los cuatro años de Bolsonaro?
Con toda seguridad, es una de las prioridades del presidente Lula. Ya hizo una reciente visita a Argentina y es uno de los sueños del Partido de los Trabajadores desde 2002 cuando Lula rechazó el ALCA y todos los intentos de dividir el continente sudamericano. Desde entones, Lula ya hablaba en términos muy crÃticos y proponÃa salidas. Creo es un momento del tablero mundial de cambios, estamos yendo a un mundo multipolar que nos permita un acercamiento económico y cultural.
-Sos activista por los derechos humanos y contra el racismo. ¿Cómo estas viendo los fenómenos de ultraderecha en Argentina, Chile y Paraguay?
El ascenso de la extrema derecha en la región es fruto del avance de la ultraderecha en Estados Unidos. La aparición de Donald Trump permitió que existieran diversos borradores o imitaciones de ese proyecto en América del Sur, sumado a la influencia de Estados Unidos en lo que considera su patio trasero. Esto en un primer momento.
En un segundo momento, cumplieron un rol muy importante las redes sociales. El gobierno de Jair Bolsonaro fue el primero en la historia de nuestro paÃs en ser electo con menos minutos en radio y televisión que los otros candidatos. Internet posibilitó su candidatura porque allà no se diferencia entre verdad y mentira y se busca, con engaños, reescribir la historia y eso generar likes y compartidas.
Eso es lo que busca la ultraderecha, un intento constante de reescribir la historia disminuyendo los impactos del colonialismo de nuestro continente, por ejemplo, haciendo creer que los pueblos indÃgenas o los afroamericanos no tenemos lugar por una cuestión de mérito cuando en realidad omiten que hubo explotación y esclavitud.
-Hay rabia también en el voto a la ultraderecha. Votantes decepcionados, cansados. ¿Cómo puede recuperar el progresismo o la izquierda ese voto?
Más que rabia, lo que caracteriza a la ultraderecha es la polÃtica del miedo. Y el miedo tiene como reacción más rápida el enojo, el odio, la rabia y la violencia. La ultraderecha trabaja muy bien eso, por ejemplo, cuando los negros ocupan lugares de los bancos en universidades, ese miedo a perder privilegios genera una reacción de odio. La movilidad social ataca privilegios y perder privilegios genera miedo. Es un camino largo que merece un debate publico y transparente y tiene que incluir la reglamentación de los medios y sobre todo de Facebook, Instagram, Twiter, Telegram y WhatsApp.
Lula intentó meter ese debate en el Congreso con una ley pero fracasó y tuvo que retirarlo. ¿Hay margen para implementarlo con esta relación de fuerzas?
Lula va a volver a presentarlo. Lo que pasó fue que el diputado y autor de la ley, Leandro Silva, percibio qu ella vouyunta fue cambiando por el lobby de las big tic que empezara una campaña denunciado censura, hicieron terrorismo y por eso, el proyecto se retiro. EL gobierno esta tratando de explicar las razones sobre la necesidad de reglamentar esto, como pasa en Estados Unidos y Europa. Infelizmente, tenemos un Congreso tomado por la corrupción con una banda criminal llamada Centrao. Es triste pero es parte de nuestra tradición polÃtica.
-¿Cómo es ser diputado en la "república" de Curitiba?
Es un desafÃo. Curitiba es la capital de fascismo en Brasil, tanto del integralismo como del fascismo tradicional de origen nazi. En la década del 30, la ciudad ostentaba las banderas nazis y las elites curitibanas defienden una identidad europea que considera atrasado al resto del paÃs por su origen negro e indÃgena. Es muy violento y para ellos, nuestra presencia es una violencia simbólica y temen que haya una movilidad social ascendente y por eso reaccionan promoviendo linchamientos mediáticos y atacando. He sobrevivido a todo eso.
-¿Cuánto contribuyó a eso Sergio Moro?
Mucho. Sergio Moro fue un populista, el logró canalizar todo el odio a la izquierda que estaba oculto y le dio fundamentos legales para que sea público. Las personas se sintieron en derecho de pedir la muerte de gente de izquierda, de detenernos o de acribillarlas, como dijo Bolsonaro. El ex fiscal Deltan Dallagnol y Moro encabezaron un proceso que no fue judicial sino polÃtico, se aliaron con el FBI porque EEUU quiso quedarse con Petrobras.
-¿Qué pensás de la revocación del mandato de Deltan Dallagnol?
Es el cumplimiento de la Ley de Ficha Limpia que la propia derecha populista defendió. Dice que quienes responden procesos internos disciplinarios no pueden ser candidatos a cargos públicos antes de que ese proceso culmine. Eso es para evitar que se puedan blindar polÃticamente. Deltan direccionó todo el proceso contra un proyecto polÃtico, eso está probado y por eso, su revocación es justa.
-¿Puede pasarle lo mismo a Moro?
Puede, claro. Es necesario que las pruebas sean contundentes y robustas porque el poder politico de Moto e ssufuicinet para que el poder juducal tenga temor de penalizarlo, mas alla de que toso saben los crÃmenes que ocmeitio pero el logro construir una red de contención con la ultraderecha. Pero eso no sera por mucho tiempo, el pronto va a tener que pagar.
-Sos uno de los dirigentes más joven del Partido de los Trabajadores. ¿ConfÃas en que puede acelérese una renovación generacional teniendo en cuenta la edad de Lula?
Creo que el futuro del PT y de la polÃtica brasileña depende de una transición generacional, la clase polÃtica brasileña es vieja, mi partido es un partido viejo y los polÃticos tienen vicios. En segundo lugar tiene que ser racial. El futuro polÃtico de Brasil debe ser negro, la experiencia negra es una experiencia de vida, por eso creo que necesitamos una transición racial.
-Bolsonaro no fue derrotado en las elecciones, ¿el bolsonarismo también?
No, el fascismo no fue derrotado. La diferencia fue muy pequeña entre Lula y Bolsonaro y por eso tenemos que combatir ese fantasma por más años. Para eso necesitamos una polÃtica de masas y organización para que la población tome conocimiento de su propia historia y cultura. El fascismo se alimenta de la ignorancia del pueblo. Por eso es tan importante reglamentar las redes sociales y asà cortar el tendón de aquiles del fascismo.
-Estos primeros meses de Lula han demostrado una escenario muy complejo y disputado. ¿Puede cumplir las promesas de campaña con ese cuadro?
Es realmente una situación compleja pero creo que la medida mas eficaz es la construcción de una agenda polÃtica favorable, entablar relaciones de comercio en un mundo multipolar como China que es una potencia confirmada y otras emergentes como India u otros paÃses que vienen demostrando que son estratégicos.
Lula ya habló de construir una comunidad de América del Sur con Argentina y eso puede ayudar a la situación económica del paÃs para acabar con el hambre como logró Lula en 2002 y avanzar en remedias como el Bolsa familia, reforma agraria y otras polÃticas de avance.
-En Argentina puede volver a gobernar Juntos por el Cambio. ¿Les preocupa eso?
Tememos la vuelta de la derecha en argentina. Si la derecha vuelve, impide la union regional de los pueblos y perjudica a toda America Latina.
-¿Creen que el bolsonarismo puede volver?
Puede volver, depende mucho del éxito de Lula.
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